Patagonia, sur de Argentina, territorio ancestral reivindicado por el pueblo Mapuche y disputado por empresas transnacionales que explotan hidrocarburos. Aunque son tierras muy lejanas del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, la volatilidad de los costos de los energéticos las ha colocado en el tablero geopolítico al ser la segunda reserva mundial de gas natural no convencional y la cuarta en crudo del mismo origen.
Aquí diariamente se extraen casi 28 mil m³ de petróleo y 44 mil m³ de gas, aunque casi nadie habla de los impactos que va dejando para las comunidades que habitan este lugar.
Fue en el año 2019, en un tribunal civil en Santiago de Chile, cuando el pueblo Mapuche presentó casos de daños ambientales y violaciones a los derechos humanos en Argentina por la explotación de petróleo y gas no convencional, extraído por el método conocido como fracturación hidráulica (fracking), una técnica que, según el Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG), se aplica en este país desde 1959.
Consiste en inyectar un fluido de aditivos a muy alta presión para generar grietas en la roca madre, y permitir así que el hidrocarburo fluya hacia el pozo. La mezcla está “formada básicamente por agua (más del 90%), algo de arena”, anuncia la plataforma del IAPG.
El Ministerio de Economía de este país ha documentado, este año 2023, en su informe Argentina Productiva 2030 Plan para el Desarrollo Productivo, Industrial y Tecnológico que, “en un pozo no convencional, se inyectan 60 millones de litros de agua y 10 mil toneladas de arena”.
Tres años después de la denuncia del pueblo Mapuche, entre el 29 de marzo y 5 de abril de este año 2023, diversos ambientalistas del Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza realizaron una inspección en la región del Neuquén y Río Negro, donde se encuentra la Cuenca Neuquina, que comprende la principal productora de hidrocarburos de este país, mejor conocida como Vaca Muerta. La delegación logró constatar y documentar diversos impactos ambientales y violaciones a los derechos humanos que ha provocado el fracking.
Uno de los principales problemas a los que se ha enfocado esta delegación ha sido el uso del agua. Los ambientalistas alertan que la región ya vive una crisis hídrica, cuando apenas cinco de las 31 empresas, que tienen concesionada la región, están en fase de explotación. Mientras que para este año 2023, la demanda de agua es posible que se duplique. Además, a esto se suma el almacenamiento de los residuos tóxicos que va dejando la extracción de estos energéticos.
Los ambientalistas han registrado la presencia de basureros petroleros, contenedores y montañas de acumulación de residuos, productos de las perforaciones de los pozos, los cuales no cuentan con ninguna medida de seguridad. Esto ha llevado a los observadores a concluir que hay cierta complicidad con las autoridades.
“Sin lugar a dudas hay instituciones encargadas de controlar todas estas actividades. Pero están al margen, o son un tanto cómplices de lo que sucede. Bastaría con mirar el abandono de los basureros del petróleo acumulados a cielo abierto”, declaró Alberto Acosta, excandidato a la presidencia de Ecuador, quien también ha conformado la delegación observadora en el Neuquén.
Desde el año 2020, la Asociación Argentina de Abogados/as Ambientalistas promueve ante la justicia una orden para ingresar a las plantas donde están depositados los residuos petroleros de Vaca Muerta. Se denunció penalmente a la empresa Comarsa por acumular y concentrar desechos tóxicos en sus instalaciones. Se denunció a las compañías petroleras como YPF, Shell, Chevron, entre otras, por producir esos residuos en el marco de las perforaciones.
Entre las irregularidades que registraron los y las abogadas se encontró “basura petrolera”, como le tipificaron. Basura que, declararon en un comunicado, “contiene restos radiactivos y metales pesados. También se encontró suelo empetrolado, líquidos con aceite y líquidos con petróleo, cuyo origen no se encuentra registrado”.
El vocero de los abogados argentinos, quien también se ha sumado a la delegación que ha recorrido el sur del país, aseveró que solo la empresa Comarsa, entre 2016 al 2019, concentra alrededor de 720 mil toneladas de basura tóxica a cielo abierto.
El ecuatoriano Acosta ha alertado que lo que se está viviendo en estas tierras actualmente es un gran desastre socioambiental. “Esta región se está secando literalmente. Una región donde los campesinos, sobre todo, los pueblos originarios Mapuche, les están robando los ríos, desaparecen los ríos y esa agua va para actividades extractivistas”, asevera el ecuatoriano y, agrega, que “solo un pozo puede utilizar hasta 90 millones m³”.
El equipo de observadores concluyó que, “es más, los mapuches no fueron consultados, pese a que el país ratificó el Convenio 169 de la OIT que establece la obligatoriedad de la consulta libre e informada y la necesidad del consentimiento de los pueblos originarios. No sólo eso, han sido víctimas de otras múltiples formas de violencia. Incluso se trata de negar su presencia ancestral en dichos territorios”, se recordó.
Además, no solo es el uso de millones de metros cúbicos de agua, sino que también son las cantidades de productos químicos tóxicos que se filtran desde el pozo y afectan los flujos de agua subterránea. “Añelo (departamento) es uno de los ejemplos más claros, es la capital del petróleo en la región y ahí no se puede consumir el agua”, esta es la primera recomendación que han realizado los integrantes de esta delegación al gobierno argentino.
Los observadores también han documentado una gran cantidad de movimientos sísmicos en la zona, destacando además que los índices de cáncer van en aumento, así como enfermedades provocadas por los metales pesados en la sangre.
Más petróleo para salir de la pobreza
En los inicios de la explotación de Vaca Muerta les prometieron que habría autonomía energética, se acabaría con la deuda externa y con la pobreza en el país. Una década después, en Argentina, el “40% de la población vive en la pobreza, al menos 4 millones de personas viven en la indigencia, lo que representa 8% de la población”, puntualizó Natalia Greene, secretaria del Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza.
El mismo discurso vuelve a cobrar fuerza en 2023, el Ministerio de Economía de este país es claro al afirmar en su documento llamado Plan para el Desarrollo Productivo, Industrial y Tecnológico 2030, que “el contexto de la guerra entre Rusia y Ucrania ha abierto una inédita oportunidad para que Argentina gane participación en los mercados globales de energía. La maduración del yacimiento Vaca Muerta coincide con este escenario”, a través del cual se podrá generar empleo de calidad y bajar la pobreza.
Incluso, se justifica la explotación de la Cuenca del Neuquén, ya que este gas se considera limpio y necesario para la denominada transición energética. “Estamos seguros de que duplicar las exportaciones es posible: la transición energética nos brinda un escenario favorable para que desarrollemos el potencial exportador de Vaca Muerta, de hidrógeno bajo en emisiones y de minerales como el litio o el cobre”, remarca el plan de desarrollo.
La ambientalista Greene arremete afirmando que estos discursos que justifican el extractivismo para atender la pobreza, “que recorren Latinoamérica de arriba abajo, de norte a sur, de esta a oeste, siempre son falsos”.
Tribunal
Este tribunal conformado por personalidades desatacadas en el cuidado del medio ambiente nace en Quito Ecuador en 2014, como un espacio de la sociedad civil que juzga los casos de la violación de los derechos de la naturaleza y de ambientalistas. De tal forma, considera a la Naturaleza como sujeto jurídico de derechos al igual que los humanos.
Foto: Alejo di Risio
Quienes integran este tribunal han recorrido diversos países documentando y denunciando las afectaciones a la naturaleza, principalmente, los conflictos provocados por la explotación de hidrocarburos y megaproyectos.
En esta ocasión, no solo han recorrido la zona explotada por medio del fracking en la Patagonia Argentina, sino que también se han reunido con representantes del gobierno, empresas petroleras, organizaciones sociales y comunidades afectadas por la actividad.
La delegación de ambientalistas presentará un informe que será analizado por un panel de más de 60 jueces que forman parte de este tribunal, elegidos por su trayectoria, como la doctora, física, filósofa y escritora hindú Vandana Shiva, para emitir las recomendaciones pertinentes.
Aunque no es vinculante, queda un precedente a considerar por los gobernantes en turno. “Esperamos que esta sentencia sirva, por un lado, para concientizar a la sociedad, para movilizar en algo la conciencia de los gobernantes, que muchas veces es difícil, sino imposible. Sobre todo, que sirva de elemento para las luchas de las comunidades”, sostuvo el economista ecuatoriano Acosta.
Minutos antes de las tres de la tarde, Marcos sale de Unique Fabricating, la empresa donde trabaja, a comer al puesto de tortas y tacos de Doña Brisa, ubicado afuera del Querétaro Park IV, uno de los diversos parques industriales que también alberga fábricas de empresas como LALA, en la ciudad Querétaro, al centro de México.
Marcos es uno de los cerca de 220 empleados que laboran en esta planta de Unique Fabricating de México; la fábrica también se encuentra en Monterrey, al norte del país y tiene su matriz en Michigan, Estados Unidos. Suministra componentes para la industria automotriz, industrial todoterreno, electrodomésticos y médica. Cuenta también con instalaciones de producción y almacenamiento en Estados Unidos y Canadá.
Los empleadores de Marcos, que tienen entre sus clientes a Tesla y General Motors, fueron señalados el 6 de marzo por el Departamento de Trabajo de Estados Unidos ante el gobierno mexicano, para así ser la séptima queja que solicita la activación del Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida, a través del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), por presuntas violaciones a los derechos de libertad de sindicación, negociación colectiva y libertad sindical en perjuicio de las y los trabajadores de Unique Fabricating.
A la vista Marcos no tiene más de 22 años, pide dos tacos a Doña Brisa. Termina de comer, rápido, como a quienes la vida no les da para saborear el tiempo, pues en 10 minutos hay que regresar.
Se le acerca el equipo de este reportaje para saber su opinión sobre el caso que hay en su lugar de trabajo, con la queja que llegó hasta Estados Unidos. Marcos se niega a hablar. Su negativa tal vez tiene que ver con lo que, días antes, integrantes de Transformación Sindical, sindicato que inició la queja laboral ante el país estadounidense, comentaron al mismo equipo.
“Sigue el tema de represalias, de meterle algo de miedo a los trabajadores, por eso a algunos los ves allí con cierta timidez”, señaló el asesor de Transformación Sindical, Juan Luis Escalante, quien agregó que personal directivo de la empresa y el actual sindicato interno de Unique (con sede en Monterrey), “han estado haciendo alusiones de que si siguen con su lucha laboral la empresa se va a ir de México, que los empleados van a perder sus prestaciones”.
El reportero de Avispa Mídia agradece a Marcos, quien regresa a laborar, a ese trabajo con un contrato colectivo que no se actualiza desde el 2019, antes de que en México hubiera reformas a leyes en materia laboral y antes del inicio del T-MEC.
Un contrato que buscan mejorar, porque es “de protección para la empresa”. A algunos los contratan sólo por un año, lo que no les permite adquirir un crédito a la vivienda o jubilación, de acuerdo con Transformación Sindical. Con un sindicato fantasma de nombre Federación Autónoma del Sindicalismo Independiente de México (FASIM) que, a palabras de trabajadores, fue el que pactó aquel contrato hace años con la empresa y hoy les da pláticas para que vean que su contrato colectivo actual no es malo.
Sindicalismo
Transformación Sindical, cuyo nombre completo es el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Transformación, Construcción, Automotriz, Agropecuaria, Plásticos y de la Industria en General, del Comercio y Servicios Similares, Anexos y Conexos del Estado de Querétaro, Ángel Castillo Reséndiz, es una organización independiente creada en 2015 en el municipio de Colón, Querétaro, a partir de trabajadores de empresas en dicha localidad, según compartieron a Avispa Mídia. Hoy tiene afiliados a cerca de 16 mil personas en todo México: Estado de México, Ciudad de México, Jalisco, Coahuila, Nuevo León, Veracruz y Guanajuato. Sus afiliados pertenecen a sectores en empresas privadas.
Sin embargo, la búsqueda de sindicalismos independientes en el país no ha sido tan bien vista por empresarios, como es el caso cercano a Querétaro, del estado de Hidalgo, colindantes entre ellos, donde un Call Center despidió a 25 trabajadores que se organizaban para crear un sindicato. En Unique, de acuerdo con Transformación Sindical, también despidieron a trabajadoras por promover el activismo del sindicato.
Injerencia
El sindicato solicitó, el 2 de febrero de 2023, ante Estados Unidos, el mecanismo del T-MEC en contra de la empresa estadounidense Unique Fabricating de México.
“Estamos muy preocupados porque, a diferencia de todas las quejas previas dentro del marco del T-MEC, es la primera, desafortunadamente, donde también se incluyen acciones tendenciosas de una dependencia de gobierno”, lamentó el asesor legal de Transformación Sindical, José Humberto Huitrón.
De acuerdo con los representantes de Transformación Sindical, la injerencia del gobierno local podría deberse a que no quieren que haya conflictos sindicales que afecten la inversión extranjera o las exportaciones.
Avispa Mídia solicitó entrevista con la titular de la Secretaría del Trabajo del estado de Querétaro, Liliana San Martín Castillo; la secretaria, a través de su área de comunicación, argumentó no tener tiempo en su agenda para hablar del tema.
Decisión judicial local
Entre septiembre del 2022 y enero del 2023, Transformación Sindical también inició un par de procesos legales ante instancias de Querétaro y Nuevo León, a partir de denunciar la titularidad como sindicato dentro de la empresa Unique y por denegación de derechos laborales, libre sindicación y negociación colectiva.
Bajo el número de expediente 15/2020CL, un juzgado local dictó 40 días después que el sindicato activara el mecanismo de T-MEC, el 13 de marzo del 2023, sentencia condenatoria, donde obliga a que Unique Fabricating permita el acceso a Transformación Sindical, la no injerencia por parte de la empresa, directivos, supervisores y administrativos ante el activismo sindical dentro de las instalaciones. Dentro de los puntos claves, se hace alusión a una funcionaria de la Secretaría del Trabajo del Estado de Querétaro, por interferir directamente para desinformar a trabajadores.
La séptima queja ante el T-MEC
El asesor legal de Transformación Sindical, José Humberto Huitrón, puntualizó que tomaron la decisión de llevar su queja ante Estados Unidos, a través del T-MEC, a raíz de que habían advertido irregularidades durante los dos procesos legales que iniciaron el año pasado ante juzgados laborales de Querétaro y Nuevo León, donde en este último estado la plataforma del poder judicial fue hackeada.
Asimismo, José Eduardo Castillo Flores, Secretario General de Transformación Sindical, señaló que buscaron avalarse ante el T-MEC porque la empresa Unique es beneficiada por el Tratado; la manufacturera realiza intercambios comerciales a Estados Unidos, para lo cual es beneficiaria de estar en México y poder manejar sus productos en México, Estados Unidos y Canadá.
“Entre sus reclamos, el sindicato alega que Unique Fabricating se negó a otorgar acceso al sindicato a las instalaciones e interfirió con sus esfuerzos de organización”, informó el Departamento de Trabajo de Estados Unidos el 6 de marzo, al solicitar al gobierno de México que revisara la alegación de derechos laborales en la planta instalada en Querétaro.
El Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida (MLRR) es un procedimiento inédito, según la descripción del propio Gobierno de México, de resolución de controversias en tratados comerciales. Tiene por objeto reforzar el cumplimiento de los compromisos laborales asumidos en el T-MEC en su capítulo 23 –Laboral–, además de su rapidez de intervención.
El caso de Unique se suma a otros seis donde han sido violados los derechos de trabajadores en el país: Tridonex y Panasonic, en Tamaulipas (al norte del país); General Motors, en Guanajuato (centro); y Teksid Hierro y VU Manufacturing, en Coahuila (norte). El sindicato queretano no descarta emprender la octava y novena queja a otras dos empresas radicadas en Querétaro, según declararon para Avispa Mídia.
En la última controversia resuelta por el MLRR, el 16 de marzo del 2023, en la empresa VU Manufacturing, el Gobierno mexicano concluyó que “existen irregularidades graves y acciones determinantes por parte de la empresa para obstaculizar el libre ejercicio a los derechos de libertad sindical y negociación colectiva dentro de Manufacturas VU”.
Para la situación con Unique Fabricating, el 17 de marzo, el Gobierno de México informó que admite a revisión la solicitud presentada. Ahora, el gobierno mexicano conducirá una investigación interna de 45 días para determinar la existencia o no de una denegación de derechos, conforme a las disposiciones establecidas en el T-MEC.
Las sanciones comerciales que resultan del MLRR no son aplicables al sector productivo, sino que aplican directamente a las empresas y estas pudieran hacerse extensivas a la cadena de valor de productos manufacturados, impactando así sus exportaciones, de acuerdo con la Guía de Acción del Mecanismo.
T-MEC
A casi 30 años de que entrara en vigor (el 1 de enero de 1994), el primer tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, llamado TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), fue una promesa hecha por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari de “modernidad” y de llevar a México al primer mundo.
La entrada en vigor del TLCAN coincidió con el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), quienes entonces aclaraban que la fecha estaba relacionada con el TLCAN, “que para los indios es una condena a muerte”; el inicio del Tratado, señalaron, “representa el inicio de una masacre internacional”.
El Tratado se renovó en 2018, durante el mandato presidencial de Donald Trump. Entró en vigor en julio del 2020 y estará hasta 2036 (con una revisión sexenal), ahora lleva el nombre de T-MEC. Dentro de las diferencias entre el TLCAN y el TMEC están adiciones y modificaciones a los capítulos que implican cambios en temas como combate a la corrupción, salarios, medio ambiente y comercio electrónico.
En el tema automotriz, Estados Unidos puso sobre la mesa en el nuevo tratado que hasta el 45% de la fabricación de automóviles debe ser producto de las labores de obreros y obreras que ganen por lo menos 16 dólares la hora, y el uso de al menos 70% de acero y aluminio de origen norteamericano en automóviles compactos.
En opinión del investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Arturo Ortiz Wadgymar, se necesita revisar a profundidad si lo que está en el papel del TMEC efectivamente será cumplido por quienes se benefician de tener capital en México, sobre todo en medio ambiente y respeto a trabajadores; ver si las empresas no salen con una “voltereta jurídica”.
“Desde luego el TLCAN, ahora TMEC, trajo enormes desventajas especialmente a los trabajadores de maquiladoras y al país, que se dedicó a subsidiar a las empresas extranjeras en detrimento del presupuesto y a no cobrarles impuestos, a dejarles que echaran a perder el medio ambiente”, subrayó el especialista en política comercial de México, en entrevista para Avispa Mídia.
Ortiz Wadgymar aseguró que la gran duda es si realmente a través del TMEC y la revisión de quejas, como el caso del MLRR, se buscará un bien para las y los trabajadores y no sólo para las empresas y gobiernos.
Un ejemplo de las contradicciones del T-MEC y sus beneficiarios, el investigador lo encuentra en el no cumplimento por parte de Estados Unidos del artículo 8 del tratado, que afirma la soberanía de México en materia de hidrocarburos. El gobierno estadounidense “está bombardeando (México) con paneles, con acusaciones, con amenazas”.
“Para todo quieren un panel, incluso con lo del maíz transgénico, a fuerza nos quieren obligar a que lo sigamos importando, cuando ya se dijo que está prohibido por razones de salud”, aclaró el académico.
En el informe anual Voces contra la Indiferencia de Artículo 19, la organización registró 696 ataques contra la prensa en México en el año 2022, convirtiéndos en el año más violento para la labor periodística desde que la organización inició el registro de agresiones, en 2007.
Fueron registrados 12 periodistas asesinatos lo que también sella el año más letal para la prensa junto con 2017. “México se posiciona como el país más letal para ejercer el periodismo en el continente, incluso con cifras similares a las de países en guerra”, sostuvo la organización.
Artículo 19 expuso, durante presentación del informe en el Museo de Memoria y Tolerancia de la Ciudad de México, que las agresiones contra periodistas alcanzan una frecuencia de una cada 13 horas, donde la mayoría son cometidas por autoridades. De los casos documentados, 296 (42.53%) fueron perpetrados directamente por actores del Estado, es decir, cuatro de cada diez.
En el panorama nacional, las cinco entidades federativas con más casos de ataques contra la prensa en 2022 fueron la Ciudad de México, Yucatán, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz, en ese orden.
El informe revela que, a lo largo del gobierno de López Obrador, los ataques contra la prensa han constado, mayoritariamente, de amenazas, intimidación y acoso. En 2022, al igual que en los últimos tres años, las agresiones más comunes contra periodistas y medios de comunicación fueron: intimidaciones y hostigamientos, con 181 casos.
Registró que, en 2022, en al menos 176 ocasiones el Ejecutivo vertió comentarios estigmatizantes a medios de comunicación, periodistas e, incluso, organizaciones de la sociedad civil. De estos 176 hechos, 44 se configuraron como ataques contra la prensa, de los cuales 33 fueron cometidos directamente por el titular del Ejecutivo federal.
De forma paralela a la estrategia de ataque verbal por parte del gobierno federal, el reporte también insiste en que la concentración de recursos y la discrecionalidad en los criterios de asignación de publicidad oficial da pie a la manipulación de las líneas editoriales de los medios en México.
Datos del informe refieren que el año pasado tan solo diez empresas de comunicación recibieron el 54.8% del total del gasto en publicidad oficial, donde cerca del 30.6% se entregó a La Jornada, Televisa y TV Azteca.
En 2022, el Congreso desacató la orden de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de atender las deficiencias de la Ley General de Comunicación Social y optó por reglamentar de manera deficiente la publicidad oficial y dar continuidad a la hiperconcentración del gasto en comunicación social.
Militarización y espionaje
El informe también da cuenta de las preocupaciones sobre la militarización del país y la opacidad que ronda a las fuerzas armadas, particularmente en torno a acciones de espionaje como herramienta de intimidación y amenaza en contra de periodistas y defensores de derechos humanos que han sido reveladas en meses pasados por grupos ‘hacktivistas’.
También se señala que el hackeo a SEDENA ha sido utilizado como pretexto para reactivar discusiones al interior del Legislativo e impulsar leyes de ciberseguridad restrictivas de los derechos humanos e inhibitorias de la libertad de expresión.
Asimismo, refiere que las instituciones civiles de seguridad y justicia tuvieron un presupuesto 271% menor al del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional, militarizada en 2023.
Sin respuesta
Conforme a los datos proporcionados por la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), desde 2010, año de su creación, hasta diciembre de 2022, de un total de 1,592 indagatorias por crímenes contra periodistas, se han obtenido únicamente 32 sentencias, contando las cuatro logradas el año pasado.
Durante 2022, la mayor parte de las designaciones de titulares de diversos organismos públicos quedó pendiente. El año cerró con 23 procesos inconclusos. De cara a este año existe un acumulado de 16 procesos pendientes, incluidos los del Instituto Nacional Electoral (INE) o los del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai).
En este mismo sentido, Artículo 19señala la utilización facciosa de organismos como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). La CNDH ha demostrado, según Artículo 19, una preocupante parcialidad y falta de autonomía durante el sexenio actual.
En el siguiente texto, personas participantes en el movimiento para defender el bosque Weelaunee en Atlanta, Georgia, describen algunos de los valores que animan esta lucha. Para conocer los antecedentes del movimiento, empiece aquí.
Esta es una colección de ensayos breves que reflexionan sobre la Abundancia que existe en nuestras comunidades y en el mundo más-que-humano, y cómo no sólo podemos practicar la gratitud por esta Abundancia sino encarnarla como una forma de acercarnos al mundo.
Dedicamos este trabajo a nuestro amigo Tortuguita, que formó parte de estas conversaciones. Las Tropas del Estado de Georgia mataron a Tortuguita el 18 de enero de 2023 en el bosque que tanto amaba. Esta pieza es para el y para todos los y las Guerreras pasadas, presentes y futuras que defienden y aman la Red Sagrada de la Abundancia en todas partes.
Los hilos de nuestras vidas se han ido entretejiendo lentamente a través de comidas cocinadas en comunidad, reuniones organizativas, hogueras y conversaciones tardías, búsqueda de alimentos, recolección, cuidado mutuo y, últimamente, el duelo por un camarada y amigo caído. Nos unimos para proteger el bosque de Weelaunee: los árboles, las aguas, las personas y todos los seres de esta tierra.
Nos unimos para detener Cop City y la violenta ocupación militar de la policía en nuestras comunidades, especialmente las negras y marrones, en Atlanta (Georgia). Nos unimos en medio del COVID, cuando sentimos la pérdida de cercanía con nuestra gente, sabiendo que teníamos que encontrar formas creativas de fomentar la comunidad. Nos hemos unido para construir el mundo en el que queremos vivir, aun reconociendo que todas nadamos en los sistemas extractivos y opresivos de la colonización, la supremacía blanca y el capitalismo, programadas para la conveniencia y las recompensas rápidas. Seguimos retornando juntas, reuniéndonos unas con otras, para vivir en la alegría, el descanso y el bienestar del cuidado comunitario.
El tema de este artículo es la Red Sagrada de la Abundancia (RSA). La más amplia Red Sagrada de la Abundancia es la suma del vasto e intrincado sistema que sostiene toda la vida en este Planeta. Tu Red Sagrada de Abundancia es el lugar en el que vives, las formas en las que te sustenta y las formas en las que tú la sustentas. Estamos aquí para formar parte de esta red e invitar a otros a que se unan a ella.
Estamos aquí para formar parte de esta red e invitar a otros que están en la misma Tierra. Lo que hemos descubierto es que la Red Sagrada de la Abundancia, con sus miles de millones de años de sabiduría, está ahí para nosotras, esperando nuestra gratitud, deleite, ofrendas, rituales y ceremonias, esperando entablar una relación con nosotras.
Estas formas únicas de considerar la Abundancia emanan de un lugar concreto, el bosque de South River, conocido como el bosque Weelaunee en los antiguos mapas de Georgia. Estas ideas provienen de conversaciones entre un grupo de personas mientras se adaptan a vivir en ese lugar.
A menudo ignorada, creemos que la Red Sagrada de la Abundancia es una idea poderosa para la organización radical. Está aquí para nosotros como una fuerza de liberación -tal y como ha existido desde tiempos inmemoriales- y para ayudarnos a arreglar el desbarajuste en el que nos encontramos reclamando nuestro poder comunitario y centrándolo en torno a la tierra que habita la comunidad. En estos tiempos, todas las personas estamos llamados a crear nuevas formas de organización y acción directa; nuevos lenguajes, perspectivas y modos de ser; e infraestructuras para la sanación, el cuidado y la seguridad que centren la ESA como praxis clave sobre la que construir las comunidades autónomas.
La Abundancia apunta a la dependencia interconectada tanto del yo como de la comunidad para proveer a todos; por lo tanto, recrear y reconectar con nuestra Red Sagrada de Abundancia son acciones colectivas esenciales para un nuevo proyecto político orientado a la libertad y la autonomía. La Abundancia ya está aquí, viva a nuestro alrededor, si nos abrimos a su presencia. No damos por sentada esta confianza en la Abundancia, como hicimos con el don del contacto humano y la proximidad antes de COVID. Por el contrario, queremos nutrirnos y ser nutridos en su cuidado, encontrar inspiración en ella para construir nuevas infraestructuras de ayuda mutua, reunir fuerzas para defenderla del extractivismo y el capitalismo en todas partes, y crear nuevas culturas y formas de ser y relacionarnos entre nosotros y con todos los miembros del RSA.
“La descolonización, como sabemos, es un proceso histórico: es decir, no puede ser comprendida, no puede hacerse inteligible ni clara para sí misma más que en la medida exacta en que podamos discernir el movimiento que le da forma y contenido históricos.” -Frantz Fanon
La Red Sagrada de la Abundancia
La principal ceremonia religiosa de los Mvskoke es Pvsketv (Maíz Verde), un multi-ritual milenario que gira en torno a la cosecha del nuevo maíz en pleno verano. Pvsketv tiene como objetivo la renovación y el equilibrio de las relaciones entre los humanos, la tierra, los animales, los espacios que habitan los humanos y el espíritu. En conversaciones con personas estudiosas de la lengua mvskoke, me dijeron que para este pueblo el concepto de Abundancia como palabra única no existe. La reverenda Rosemary McCombs Maxey, ciudadana creek muscogee de Oklahoma y educadora en lengua mvskoke, compartió en su clase la frase enhoyv vcake sulke tos, que se traduce como “las telarañas que son preciosas son muchas”. Esto resuena profundamente en nosotras y nuestra experiencia de la Red Sagrada de la Abundancia.
Entendemos la Red Sagrada de la Abundancia como una entidad viva con procesos y sistemas intrincados y siempre cambiantes. Estas redes han sido tejidas colectiva y continuamente durante más de 4,500 millones de años por todos los que forman parte de ella, desde la flora y la fauna hasta los hongos, los elementos y los seres humanos. En el caso de la RSA de Atlanta, el tejido de las especies humanas fue realizado en primer lugar por el pueblo Mvskoke.
La Red Sagrada de la Abundancia siempre está en movimiento, renovándose y curándose a sí misma a través de lo que llamamos ecosistemas regionales o microclimas, y siempre está nutriendo a las especies conectadas a ella a través de una serie de procesos que contienen un conocimiento ilimitado. A partir de la RSA, podemos tomar todas nuestras pistas para reimaginar el futuro y hacer que todo sea nuevo, en cada comunidad e incluso en el mundo. Podemos reflejar o imitar la RSA a la hora de crear nuevas infraestructuras de ayuda mutua, cultura, accesibilidad, significado y mucho más. Pero primero, debemos volver a conectar con ella tanto personal como colectivamente de una manera más profunda.
Cada Red Sagrada de Abundancia es única y distinta, pero está interconectada. Creemos que RSA no es un concepto abstracto como “naturaleza/medio ambiente/ecosistema”, sino algo concreto. Puedes conocer su historia y las formas concretas en las que la tierra en la que te encuentras quiere ser cuidada, celebrada y amada; puedes tocar, sentir, ver, acercarte, interactuar, aprender de ella, alimentarte y mantenerte a ti mismo y a tu comunidad, y construir significado y vida en torno a una RSA concreta. Además, es fácil relacionarse con el concepto de enfoque sectorial, puesto que todas las personas estamos ya en relación con ella en cierta medida. Todos los seres humanos de todas las culturas tienen una experiencia personal de la Abundancia como fenómeno físico, así como del enfoque sectorial como red en la naturaleza, aunque a menudo las personas no son del todo conscientes de ello. En el capitalismo, existimos en un modo permanente de escasez y extracción, seamos o no conscientes de ello. Este modo se interrumpe y se cuestiona cuando, colectivamente, empezamos a tejer de nuevo en la RSA.
En nuestra historia primitiva, la experiencia humana se centraba en la Red Sagrada de la Abundancia. Construimos todo a partir de nuestra relación con ella, incluyendo el significado, el ritual, la ceremonia, la agricultura, el arte, las economías, el sustento y la cultura. En la historia más reciente, nos hemos ido alejando lenta pero inexorablemente de la Red Sagrada de la Abundancia a medida que desarrollábamos la cultura en torno a estructuras de poder jerárquicas, normalizando los sistemas extractivistas y la acumulación. Hasta finales del siglo pasado, especialmente antes de la Revolución Industrial, mucha gente todavía buscaba comida, la cultivaba, la procesaba, la celebraba y la compartía colectivamente, al tiempo que rendía culto a su RSA particular. Todavía hay gente que hace esto hoy en día, pero ahora son minoría, con frecuencia autosegregadas o empujadas a vivir aislados bajo el ataque de una economía de mercado global.
Independientemente de lo radicales que puedan ser nuestras ideas políticas, la relación de la mayoría de la gente con su Sagrada Red de Abundancia está tensa o truncada por la mediación permanente del capitalismo y su estrechez. El capitalismo controla nuestra experiencia diaria de RSA porque la gente tiene que priorizar la supervivencia y porque hemos sido condicionados a vivir con la comodidad y la gratificación instantánea. Por eso no sabemos, o hemos olvidado, cómo aceptar los dones de nuestra RSA particular. Por eso es probable que pisemos una bellota o pasemos por delante de los regalos estacionales de la Abundancia de camino al trabajo o a comprar comida en el supermercado, siempre distraídos por lo transaccional. Por eso, en los círculos de activistas radicales, no damos prioridad a la búsqueda de alimentos, su cultivo, procesamiento, distribución, intercambio o celebración, que han sido los principales medios colectivos de conexión y organización autónoma a lo largo de la historia.
Hoy en día, no sólo hay una crisis de desinformación, sino también una crisis de motivación. Especialmente entre las personas jóvenes, faltan ideologías concretas con las que uno pueda identificarse estrechamente, beneficiarse directamente de ellas, experimentarlas y sentirse capacitado para actuar en consecuencia. Lo vemos con la emergencia climática y otras cuestiones acuciantes. Ante la mayor crisis de la historia moderna, los organizadores a menudo reciclan estrategias de organización que ya no funcionan o que no parecen relevantes para suficientes personas como para aprovechar la energía humana que la emergencia climática merece, haciendo que esta organización sea más performativa que constructiva. Lamentablemente, incluso con la crisis climática en primer plano, la tendencia constante en toda nuestra organización es la ausencia de consideración o incluso de conciencia de la Red Sagrada de la Abundancia como idea política, praxis radical, forma de ser y prioridad urgente a la que prestar atención, es decir, como una entidad que defender.
Además, la mayoría de los sistemas económicos, políticos, espirituales, religiosos y filosóficos impuestos por los colonos (comunismo, capitalismo, socialismo, etc.) han ignorado la Red Sagrada de la Abundancia como experiencia colectiva crítica e idea radical. El anarquismo, también, la ha ignorado en gran medida, por lo que tristemente ha dejado pasar la oportunidad de desafiar y desestabilizar eficazmente el capitalismo y la propiedad privada. Es incómodo para los sistemas de pensamiento occidentales construir en torno a la expansividad de la RSA, por lo que en su lugar se han centrado en la experiencia extremadamente limitada de los seres humanos, y una selección limitada de los seres humanos en eso. Por lo tanto, todos los sistemas bajo los que vivimos o aspiramos a vivir son débiles, sin autorrealización ni resiliencia, porque todos ignoran la experiencia más poderosa y común en este planeta para todas las especies: nuestra interconectividad con la RSA, y nuestras historias comunes de tejer y vivir en abundancia.
Tejiendo colectivamente de vuelta a nuestra querida Red Sagrada de la Abundancia en Atlanta
Desde que empezamos a organizarnos contra la construcción de Cop City en el Bosque Weelaunee hace casi dos años, hemos mantenido conversaciones profundas sobre cómo volver a tejer colectivamente la Sagrada Red de la Abundancia. Mientras llevamos comida y agua para visitar a amigos y compañeros, antes de los actos y después de los recorridos, o durante el café matutino en la cocina abierta, nos hemos comprometido a poner a prueba nuestras ideas, no sólo a hablar de ellas. Este compromiso puede apreciarse en las tres experiencias de Atlanta que compartimos a continuación.
Mañana de búsqueda de pacanas
El pasado otoño, en 2022, Jordan y yo fuimos a Kirkwood, un barrio residencial de Atlanta, en busca de pacanas. Jordan conocía una casa en cuyo exterior se podían encontrar las pacanas más hermosas y, efectivamente, llegamos a un manto de ellas. Eran grandes y blandas, con cáscaras finas y fáciles de romper, llenas de sabores lechosos y terrosos y una fuerte fragancia a tierra. Llamamos a la puerta de la casa y, cuando nos atendió una mujer, le preguntamos si podíamos compartir su abundancia. “¡Adelante, se van a echar a perder!”, dijo, así que nos tiramos al suelo hasta que tuvimos muchas bolsas llenas. Al cabo de un rato, la mujer volvió a salir con limonada y algunas preguntas para nosotros. La conversación fue más o menos así
“¿Por qué lo hacéis?”, preguntó.
“Porque nos encantan las pacanas. Y apreciamos los dones de la tierra. Queremos estar conectados a este árbol de pacanas y a la Red de Abundancia”.
“¡Oh, eso es tan cierto! Nunca lo había pensado así”.
Empezó a contarnos historias de su familia cuando crecía en California, de cómo iban de excursión y ella recogía pequeñas cosas. Nos dijo que le recordábamos a su propia práctica infantil de buscar comida y sentir esa conexión.
“¿Sois de aquí?”, nos preguntó. “¿Hacéis esto a menudo?”
“¡Sí! Formamos parte de un nuevo colectivo, Common Abundance,1y queremos hacer que la búsqueda de alimentos sea accesible a todas las personas”.
“¿Qué hacéis con las cosas que forrajeáis?”.
“Bueno, las procesamos, las compartimos y las disfrutamos; ¡esa es la gracia de forrajear! El próximo sábado también haremos tortitas de bellota”.
Seguimos recogiendo pacanas y ella empezó a reflexionar sobre el árbol y sobre lo afortunada que es por tenerlo delante de casa. A pesar de que no lo cuida activamente, da unas pacanas tan grandes y gloriosas y es fuerte y sano.
Le dimos las gracias, ¡después de llenar siete bolsas! Por supuesto, nunca nos lo llevamos todo, porque las pacanas que quedan alimentarán a otros seres y suelos. Quién sabe quién vendrá después, o dónde volverán a caer esas pacanas, o si brotarán en un nuevo árbol o morirán y devolverán su vida a la tierra.
Cuando estábamos a punto de marcharnos, nos dijo: “Venid a forrajear cuando queráis, no hace falta que preguntéis. Les diré a mi marido y a mi hijo que la gente es bienvenida a forrajear aquí. Quiero apoyar a este colectivo”. Nos dio su información de contacto y nos ofreció sus conocimientos de narración y tecnología. Antes de irnos, añadió: “Reconozco que ésta no es mi tierra, aunque la compré hace un año. No soy un administrador aquí. No he cuidado de estos árboles. Los indígenas fueron administradores de estas tierras en el pasado, y probablemente los negros lo fueron antes que yo. Probablemente por eso estas pacanas son tan hermosas. Estas pacanas ni siquiera son mías. Ven cuando quieras. Sois bienvenidos cuando queráis”.
Nos quedamos asombrados. Para nuestra sorpresa, no tuvimos que sermonearla, ni llevarla a ver un documental, ni hacerle leer a Marx. Simplemente estábamos viviendo la ética de la Abundancia, honrando los dones de la tierra y escuchando las historias que surgían del árbol y de esta mujer. La encarnación física de la Abundancia le resultó tan atractiva, tan acogedora, que se entregó por completo a ella y rompió sus propias ideas sobre la propiedad privada. Lo consiguió.
Buscando una conexión
Mi amigo Jesse y yo estamos delante de un pequeño cráter que alberga una manada de raíces cortadas. Estamos reunidos para llorar y desafiar. En los dos últimos días, el Parque Popular de Weelaunee ha sido arrasado ilegalmente por un promotor privado cansado de no salirse con la suya. En su rabieta, sus trabajadores han destrozado lo que se plantó con esmero. Han talado al menos seis arbustos. Están apilados en un triste montón en el extremo sur del parque.
¿Has probado alguna vez una serviceberry fresca? En su ensayo dedicado a esta fruta, “The Serviceberry: An Economy of Abundance”, Robin Wall Kimmerer nos invita a imaginar “una fruta que sabe a arándano cruzado con el satisfactorio peso de una manzana, un toque de agua de rosas y un minúsculo crujido de semillas con sabor a almendra”2Este árbol del sotobosque bordea parques, calles, bosques y lindes forestales desde el sureste de los llamados Estados Unidos hasta el noreste de los llamados Canadá.
Conocí y probé por primera vez los serviceberries a través del mapa alimentario Concrete Jungle. El mapa enumera los árboles frutales públicos de Atlanta: perales, manzanos, ciruelos y otros. Concrete Jungle utiliza este mapa para organizar a los voluntarios que recogen productos frescos y los entregan en despensas y refugios de toda la ciudad. Pero para estos voluntarios y otros usuarios del mapa, entre los que me incluyo, presenta una nueva y emocionante geografía de la Abundancia. Se abre un portal a un mundo en el que cada césped, cada calle lateral, cada bosque y cada linde de bosque se convierte en una posible fuente de alimentos, sabores nuevos y salvajes, y oportunidades para aprender, curiosear, compartir y conectar.
Tras muchas temporadas recogiendo bayas en primavera con amigos, sacudiendo manzanas y caquis en lonas durante el otoño y principios del invierno, y pasando de las frutas y los frutos secos a las verduras silvestres, las raíces y los hongos, he creado mi propio mapa mental de los abundantes regalos que se esconden a plena vista. No soy una gran artista visual, pero aunque lo fuera, no estoy segura de poder pintar este mapa para ustedes. Es mágica y dinámica. Se renueva a medida que cambian las estaciones. Me desvía hacia la pacana con las nueces más gordas cuando vuelvo a casa en bicicleta. Hace aflorar recuerdos que se agrandan a medida que me acerco.
Existe la tentación de traducir esta nueva Abundancia en una cantidad de dinero, sobre todo teniendo en cuenta las novedades de los mercados agrícolas, como las pacanas a 5 dólares el kilo o los rebozuelos a 15 dólares. Pero cuando llegamos a algo como la harina de bellota, que se puede comprar en un supermercado asiático por unos pocos dólares, la economía de mercado sale muy favorecida. Una vez contabilizadas las horas de recolección, secado, descascarillado, lixiviación, deshidratación, molienda y almacenamiento, se obtiene una ganancia equivalente por hora muy inferior a cualquier salario mínimo.
Aquí es donde el concepto de la Red Sagrada de la Abundancia se convierte en una herramienta útil. Un cálculo monetario no tiene en cuenta la riqueza refrescante del tiempo pasado al aire libre bajo los árboles, con el aroma de la tierra y la tarea tranquilizadora y repetitiva de clasificar los frutos secos elegibles. (Ésta tiene una grieta, ésta un agujero de gorgojo, ésta es demasiado pequeña para merecer el esfuerzo.) No tiene en cuenta el tiempo pasado con los amigos, que hace que la tarea sea más enriquecedora. No tiene en cuenta la satisfacción de reunirse para darse un festín de tortitas de bellota cubiertas de mermelada de mora. No tiene en cuenta el aumento de la conexión y el sentimiento de responsabilidad hacia nuestros parientes.
El supermercado medio (si te lo puedes permitir) es abundante, es cierto, pero en el fondo es extractivo. No está entretejido en la Sagrada Red de la Abundancia. Las mercancías -artículos divididos en unidades individuales indistinguibles- están, por definición, desconectadas. El coste de esta desconexión es inconmensurable; está en el centro de nuestra cultura de muerte y sufrimiento.
Tejer un aprecio por la Abundancia es la tarea de la cultura y la construcción de relaciones. Este es el objetivo de nuestro nuevo colectivo, Common Abundance. Mediante el intercambio de herramientas y conocimientos en torno a la búsqueda de alimentos, concretamente frutos secos y otros alimentos ricos en nutrientes y calorías, esperamos facilitar y hacer más accesible la conexión a la red. Juntas, podemos aumentar la autonomía alimentaria regional reduciendo las barreras a la recolección de alimentos no cultivados. A medida que crece el gusto por la búsqueda de alimentos, también debe hacerlo la cantidad de tierras forrajeras. Este apetito puede alimentarse mediante actos de reciprocidad, reparación y defensa de la tierra de los ecosistemas.
El pasado otoño, en 2022, Common Abundance se reunió en un parque para compartir sus conocimientos sobre la bellota. Pudimos demostrar los muchos pasos necesarios para convertir las bellotas en alimento para los humanos. El miedo se disipó mientras colaborábamos en este proceso de múltiples pasos y el entusiasmo ocupó su lugar. Los participantes pudieron degustar tortitas de bellota recién salidas de la plancha, cubiertas con mermeladas y jaleas también elaboradas con productos forrajeros locales.
Nuestros cascanueces estaban a la vista y se podían utilizar, desde el Grandpa’s Goodie Getter para romper la dura cáscara de la nuez negra hasta el Kinetic Pecan Cracker, una herramienta eléctrica para acelerar el pelado de las pacanas. Nuestro objetivo es llegar algún día a tener unas instalaciones a las que los miembros de la comunidad puedan llevar su cosecha para procesarla con facilidad.
Los pasos que hemos dado en esta dirección me dan esperanzas. Aunque lloramos la pérdida de nuestros amigos de las bayas de a manos de un promotor privado desconectado y cruel, no me cabe duda de que se volverán a plantar. Demasiadas personas han probado sus bayas y se han embarcado en una relación amorosa y recíproca tanto con la fruta como con el árbol.
Así que hoy, de vuelta en el Parque Popular de Weelaunee, seguimos el ejemplo de la araña, que no levanta las ocho patas y renuncia a tejer cuando algún ciervo o ser humano atraviesa su tela sin querer. Nos ponemos a limpiar el parque y a preparar la comida de la tarde en las ruinas. Las luces brillan sobre las mesas plegables. Compartimos historias, canciones y consuelos. Nos sentimos llenos y conectados. Comemos.
Plantar las semillas de la Abundancia: Fiesta del diente de león
Algunas de las semillas de la Red Sagrada de la Abundancia se plantaron durante la Fiesta del Diente de León, el mercado y festival sin dinero organizado anualmente por Mariposas Rebeldes3.Hay pocos espacios públicos en Estados Unidos, y menos queer, en los que no se espere socialmente -o incluso sea obligatorio- que gastemos dinero. Siempre se nos anima a ser consumidores, a comprar cosas que no necesitamos y a tratar de satisfacer nuestras necesidades individuales en lugar de las colectivas. La Fiesta del Diente de León pretendía mostrar a la gente lo que se siente en un espacio queer donde no se espera gastar dinero y donde el dinero no es una barrera para acceder a la comunidad. El festival no era permanente, sino efímero; una experiencia experimental de una sociedad horizontal llena de cosas que podíamos regalarnos o intercambiar entre nosotros, una sociedad sin escasez. Pero, ¿y si ya viviéramos en una sociedad así?
El capitalismo nos ha lavado el cerebro para que creamos en el mito de la escasez. Pero ya vivimos en la Abundancia. La Fiesta del Diente de León lo demostró. Decenas de personas se reunieron para compartir alimentos, medicinas, plantas y ropa, además de su talento en el micrófono abierto. Fue como muchos otros mercados queer al aire libre de Atlanta, salvo que no te ibas gastando 50 dólares. Pronto, la gente nos preguntó cuándo íbamos a organizar el siguiente festival, que se había convertido en un elemento básico de la escena DIY de Atlanta.
El Dandelion Fest desafiaba nuestra cultura consumista dominante, que se ha infiltrado incluso en los espacios más izquierdistas. Se preguntaba: si podemos hacer algo así, ¿podemos hacerlo a mayor escala? ¿Por qué no vivimos ya así? Obviamente, hay muchas respuestas prácticas a esta pregunta, viviendo en una sociedad capitalista, no teniendo la infraestructura para redes robustas de ayuda mutua, y la mayoría de nuestros sistemas educativos modernos priorizando el recuerdo de hechos sobre el conocimiento que sería relevante para nuestra supervivencia. No estamos diciendo que vayamos a crear esa infraestructura organizando un festival gratuito, pero con ello esperamos, aunque sea en pequeños grupos, empezar a cambiar las actitudes y la cultura sobre el gasto de dinero y la ayuda mutua.
Tampoco podemos decir que hayamos concebido nosotros mismos la filosofía del comercio horizontal, que era la intención en torno a la cual giraba el festival. Nos hemos inspirado mucho en el proyecto El Cambalache, un proyecto de ayuda mutua y “tienda libre” dirigido por un grupo de mujeres principalmente indígenas de Chiapas (México). La filosofía del Cambalache, que significa literalmente “intercambiar” en español, pretende eliminar la jerarquía del valor transaccional, permitiendo a la gente dar lo que no necesita y pedir lo que sí necesita. Esta teoría trata de desentrañar por qué ciertas cosas de nuestra sociedad tienen más valor que otras. Cambalache también obliga a las personas a relacionarse entre sí, algo que no siempre es necesario cuando se trata de comprar y regalar. Cambalache tampoco suscribe la noción de caridad, ya que ésta requiere una jerarquía en la que una persona con recursos o dinero da a otra que carece de ellos. La caridad es diametralmente opuesta al intercambio horizontal.
Después de la Fiesta del Diente de León, nos quedamos con ganas de algo más permanente. Vimos lo mucho que podía ocurrir cuando la gente se reunía, aunque sólo fuera una tarde, y aportaba la Abundancia que existía en sus comunidades. Pero, ¿por qué no podía la gente ayudarse mutuamente a cubrir sus necesidades a diario? Sabíamos que no íbamos a abolir el capitalismo de la noche a la mañana, así que nos conformamos con una página de Facebook y un chat de grupo. Nuestro deseo era que las semillas que plantamos durante el festival crecieran hasta convertirse en una red de comunidad, recursos, Ayuda Mutua y Abundancia. Estos espacios virtuales serían un recurso que la gente podría visitar antes o en lugar de ir a la tienda y gastar dinero en algo nuevo.
Hasta ahora, el chat de Cambalache ha sido hermoso de ver: un lugar donde la gente pide cuidados para sus perros, ayuda para construir gallineros o una mano para arreglar sus coches. Un lugar donde la gente regala de todo, desde zapatos que ya no les sirven hasta medicinas y maquillaje. Es un pequeño conversatorio, ¡pero ya vemos a gente que satisface sus necesidades! Esperamos que, al animar a la gente a cuestionar y reorientar su relación con el consumo y la compra, no sólo le ahorremos unos dólares, sino que también fomentemos el sentido de comunidad. Ojalá empiecen a hablar con sus vecinos cuando se les acaben los huevos, en vez de ir a la caja de autopago del (supermercado) Kroger.
Administración radical
En nuestra opinión, el concepto de “custodia radical” surge del reconocimiento de los conocimientos y el trabajo milenarios de los pueblos indígenas de cualquier tierra, los primeros administradores de la tierra. La custodia radical está en consonancia con los derechos e intereses de los primeros administradores de la tierra, tanto si deciden exigir su devolución como si deciden “repatriarla” o ejercer su derecho a seguir cuidándola. En nuestro caso, aquí en Atlanta, estos primeros administradores son el pueblo Mvskoke.
Los principios de la administración radical están empezando a resurgir debido a nuestro deseo colectivo de volver a conectar con nuestra querida Red Sagrada de Abundancia. En este momento, nuestro trabajo consiste en pedir a los Mvskoke, y a los pueblos indígenas de todo el mundo, que nos ayuden a dar un significado sólido a cómo funciona la administración radical hoy en día. Si están dispuestos a compartir con nosotros lo que la administración radical significa para ellos y qué prácticas son más beneficiosas para la tierra, podemos seguir basando nuestras vidas, nuestra espiritualidad y nuestra organización en esta forma de ser. Aun así, algunos de los principios clave son intuitivos, como la naturaleza colectiva y dinámica de la custodia radical (necesaria para adaptarse a los retos de la crisis climática).
La corresponsabilidad radical es fundamentalmente una forma de ser espiritual. Cuando nos permitimos adentrarnos en la Sagrada Red de Abundancia que nos rodea, vemos cómo cada momento de conexión con la tierra es una ceremonia: Recogemos pacanas y cantamos la gloria del nogal, enterramos el pájaro muerto al borde de la carretera y lloramos una vida arrebatada demasiado pronto, hablamos con las setas que crecen junto al río y nos preguntamos cómo podemos nutrirnos de sus cuerpos, vemos los ciclos de la vida y la muerte sucederse una y otra vez a nuestro alrededor en las estaciones y sabemos que nosotras también debemos vivir ahora y que algún día moriremos, nuestro cuerpo entretejiéndose de nuevo con la RSA, pero mientras respiramos en este mundo, cada conexión nos entreteje más estrechamente con el mundo interconectado, con la Abundancia.
En su ensayo “All Land Back, All States Smashed: Free the Earth by Any Means Necessary” (Toda la Tierra devuelta, Todos los Estados aplastados: Liberar la Tierra por Cualquier Medio Necesario), Dan Fischer realiza la importante labor de acercarse y preguntar a los pueblos nativos americanos qué significa para ellos el lema “Recuperemos la Tierra”. Esto es lo que Madolyn Rose Wesaw, una Pokagon Band Potawatomi y organizadora del Movimiento Indio Americano, tenía que decir: “Creo que, en general, lo que la mayoría de la gente [indígena] entiende por Land Back (Tierra de Vuelta) es devolver la administración de la tierra a manos indígenas, porque creemos que es nuestro propósito y sabemos cómo cuidar de esta tierra… Todos estamos de acuerdo en devolver la administración y la responsabilidad de esta tierra a manos indígenas y también en proporcionarnos los recursos que necesitamos para hacer nuestro trabajo, ya que se ha quitado mucho a nuestras comunidades.”
A medida que empezamos a desarrollar el concepto de administración radical, y a medida que convertimos esta idea en nuestra principal herramienta para la reconexión personal y colectiva con la Red Sagrada de la Abundancia, debemos continuar con la labor primordial de llegar a los pueblos indígenas y nativos americanos y mantener una conversación constante con ellos en todo momento. De este modo, nos aseguramos de que la administración radical de cualquier RSA del mundo se base en los conocimientos y el trabajo milenarios de los primeros administradores de la tierra.
Tejiendo colectivamente de vuelta a la Red Sagrada de la Abundancia en todas partes
Estamos empezando a tejer colectivamente de vuelta a nuestra querida Red Sagrada de la Abundancia a través de rituales y ceremonias de alabanza, reconexión, celebración, aprendizaje y disfrute, junto con el trabajo de crear una infraestructura de ayuda mutua que replique, proteja y mejore nuestra RSA natural, así como nuestra organización arraigada en la administración radical. Sentimos que estas ideas actúan como esporas, aterrizando en sustratos preparados, dándose un festín con las formas de ser que están muertas y ya no sirven. Sentimos que nuestro entretejido nos conecta más profundamente con los sonidos de las cigarras mientras nuestros cuerpos reflejan la luz del sol de verano.
Hoy, la llamada a reconectar con nuestra Sagrada Red de Abundancia es más fuerte y urgente que nunca, dadas las amenazas del extractivismo, el colonialismo y el capitalismo actuales, y la crisis climática que pone en peligro cada RSA de este Planeta. Estés donde estés, te invitamos a unirte a nosotras para volver a tejer juntas la RSA, celebrando sus dones al tiempo que aprendemos y reconocemos el trabajo, el conocimiento y el derecho a administrar la tierra de los primeros administradores de la RSA: los pueblos indígenas de todo el mundo y el pueblo Mvskoke de Georgia y Atlanta. Con este trabajo, nuestra colectivo RSA es feliz, sigue prosperando y proporcionando, y nos permite prosperar también en estos tiempos que son a la vez desafiantes y llenos de posibilidades.
Esperamos que las comunidades tomen alguna o todas estas cuatro ideas -abundancia, la Red Sagrada de la Abundancia, volver a tejer en esa red y administración radical- y las amplíen, adapten y moldeen a su realidad particular y a su trabajo autónomo. Que nuestro tejido de vuelta a nuestra querida RSA nos enseñe a apreciar el próximo Pvsketv y a cantar en voz alta la abundancia de la cosecha de maíz como las cigarras en el apogeo del tiempo de la nueva cosecha, ¡y que dé buenos frutos en todas nosotras y en todas nuestras comunidades!
Enhoyv vcake sulke tos. “Las telarañas que son preciosas son muchas”.
Common Abundance es un colectivo de Atlanta, Georgia, que trabaja para hacer más accesible el forrajeo compartiendo conocimientos y herramientas. Puedes encontrarlos en Instagram aquí. ↩
Este ensayo y el proyecto más amplio al que está vinculado son deudores de la escritura y el pensamiento de Kimmerer, miembro inscrito de la Nación Ciudadana Potawatomi. Puede consultar el ensayo completo aquí. ↩
Mariposas Rebeldes es un colectivo agrícola latino queer, trans, de dos espíritus, de género no conforme, intersexual, lesbiana, gay y bisexual que construye permanencia en la llamada Atlanta. Puedes encontrarlas en Instagram aquí. ↩
En asambleas organizadas en calles y locales de Lima, los pueblos indígenas y campesinos sostienen la oposición a la dictadura cívico-militar de Dina Boluarte. Son las voces de quienes viven la precariedad del cuarto país con más desigualdad de ingresos en el mundo. La lucha, por unanimidad, será hasta lograr que renuncie la presidenta de facto.
El 83% de peruanas y peruanos está a favor del adelanto de elecciones, cifra que en la conservadora capital llega al 70%. Ni las encuestadoras al servicio de la oligarquía pueden maquillar el rechazo al régimen.
“¿Por qué nos tratan así, por qué tanto odio? Lima vive de lo que nosotros trabajamos en el campo, de nuestros recursos, de la minería. Solo estamos reclamando nuestros derechos, que respeten nuestro voto, peor que criminales, que animales nos tratan. Los aimaras nunca abandonamos una pelea, no nos importa morir porque es por nuestros hijos, por los que nos siguen”, expresa María, proveniente de Puno, la región más violentada por la represión.
Desde el pasado 7 de diciembre, cuando Boluarte asumió la presidencia tras la destitución de Pedro Castillo por parte del Congreso al intentar cerrar esta institución, la Policía y el Ejército del Perú asesinaron a 49 personas (otras 18 fallecieron por incidentes relacionados a bloqueos de vías), entre ellas siete menores de edad. Todos los crímenes, a excepción de uno en la capital, fueron cometidos en provincias andinas, de mayorías quechuas y aimaras. Al menos a 30 de las víctimas les dispararon proyectiles de armas de guerra. Los organismos internacionales denuncian violaciones a los derechos humanos con sesgo racial.
En respuesta al régimen armado-empresarial, articulado desde un Parlamento que ejecutó el golpe contra Castillo mediante la guerra jurídica (lawfare), el pueblo movilizado se organiza. El Comité Nacional Unificado de Lucha del Perú (Conulp) reúne a colectividades y gremios de los Andes y la Amazonía, con menor participación de entornos urbanos. Discuten las estrategias para fortalecer las protestas por las dos principales demandas populares: elecciones generales este año y la asamblea constituyente -propuesta respaldada por siete de cada diez peruanos- que cambie el modelo económico neoliberal. Las madres participan con sus hijas e hijos. Las comitivas de las provincias permanecen en Lima gracias a su organización comunitaria y la solidaridad.
“Las marchas en Lima están en decadencia, la clase política se fortalece. Es momento de unir ideas, a pesar de que tengamos posiciones ideológicas diferentes, seamos de diferentes gremios, de comunidades de la costa, andinas o la Amazonía. No solamente convocamos a las regiones más comprometidas, nuestra misión es juntar a todas las regiones. La cuestión es cómo vamos a expulsar a los criminales de Palacio de Gobierno, a los congresistas”, manifiesta Alberto Yucra, delegado del Conurp, en una asamblea.
El punto de encuentro, esta vez, es un estacionamiento del Centro de Lima que, lo señalan banderolas, se utiliza para reuniones de un partido político. En las asambleas no quieren banderas ni participación partidarias, una representante aimara lo aclara. Yucra, licenciado de las Fuerzas Armadas del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem, desde el año 2007 zona de emergencia por la violencia del narcotráfico en alianza con remanentes de Sendero Luminoso), advierte que en las provincias no se asumen dirigencias por la persecución, que las cabezas están identificadas y son hostigadas. Cuando llegó a la capital en enero, con 260 marchantes, no había organización, las movilizaciones eran autoconvocadas. No cuentan con el apoyo de los grandes sindicatos.
Al cumplirse más de cien días de la dictadura, los desproporcionados contingentes de policías impiden el paso de manifestantes al Centro Histórico de Lima, pero hubo marchas y acciones contundentes en otras zonas de la ciudad.
La violencia de Estado se ensaña con mujeres indígenas
Desde las asambleas populares se enfocan en distintos frentes: denunciar la violencia de las autoridades políticas y policiales, a la orden de medidas de segregación racial como interceptar los buses que llevan a Lima a manifestantes de provincias andinas; la defensa jurídica de familias de víctimas de las masacres, de personas heridas, vulneradas y encarceladas por el régimen; un proceso ante instancias internacionales contra Boluarte, la cúpula del Ejecutivo y el Congreso, institución que concentra el poder y es rechazada por el 90% de la población; medidas de fuerza como bloqueos de vías y paros.
“Las mujeres quechuas y aimaras no nos vendemos, la resistencia de los pueblos indígenas es de 500 años. Los indios y cholos nunca vamos a poder gobernar, como mujer con polleras, chola, no podemos minimizarnos. No podemos encargar la lucha a las provincias, Lima tiene que organizarse. Cuánto hemos llorado, sufrido, pido que se organicen, no esperen que alguien les ordene. Las mujeres campesinas, indígenas no tenemos miedo, por qué tener miedo si la lucha es para todos”, interviene Brígida, mujer puneña.
La violencia racista se manifiesta tanto en los mensajes del Gobierno y la represión como al interior de un Ejército que manda a la muerte selectivamente. El domingo 5 de marzo, seis soldados, todos jóvenes de comunidades aimaras y quechuas, murieron ahogados en Puno al ser obligados por su superior a cruzar un río, a pesar de que muchos no sabían nadar. Los jefes militares acusaron a la población de haber atacado a la patrulla. Un video del periodista Liubomir Fernández, hoy amenazado por las Fuerzas Armadas, muestra que los amaras no agredieron a los uniformados y que incluso rescataron a algunos. El Ministerio de Defensa insistió en exculparse y criminalizar, en la línea de su estrategia de creación del enemigo, opositor e indígena.
Bajo esta lógica, extremada, un policía dispara una bomba lacrimógena directa al cuerpo, a pocos metros de distancia, contra una mujer andina que carga a su guagua en sus espaldas. La imagen representa el terror que sostiene a un Estado que responsabiliza a la víctima del disparo de exponer a su bebé. Que se enuncian, terror y Estado, en la deshumanización del discurso de patibularios servidores como un ministro de Educación que compara con animales a las madres que marchan con sus hijas e hijos a cuestas.
“Esto se acabó, esta forma de gobierno no lo permitimos más, se les acabó su plazo. Soy un hombre de comunidad, soy de Huancayo, somos el pueblo, no es que no sepamos lo que quiere el pueblo. Se acabó su plazo, su tiempo de enfrentarnos, de hacernos matar entre nosotros. Nuestra unión es sagrada porque venimos de la Pachamama”, señala un representante de los andes centrales.
Brígida se refiere a la organización en Puno, donde el paro es total desde enero y permanece bloqueada la frontera con Bolivia, en medio de la militarización. Sustentada en la tradición cultural comunitaria y de reciprocidad, no en militancias políticas. En Lima, los representantes de los gremios y el partido político presentes en la asamblea no conciben la participación sin identidad de partido. En esta etapa del proceso popular, las poblaciones organizadas rechazan cualquier vínculo con agrupaciones dentro de las formas de la política institucional. En el primer escenario, una región paralizada a través del tejido comunitario; en el segundo, entre la incapacidad y la falta de voluntad de materializar una medida de fuerza sólida en la capital.
Desde su experiencia, la representante aimara es consciente del origen de la desigualdad y las posibilidades del poder popular. “Debemos articular los procesos de cambios, nacionalizar recursos, crear una economía solidaria, equitativa para nuestros hijos y nietos. Recuperar el bien común, para el buen vivir, con participación directa de las masas. No detrás de dirigentes que no hablan por todos, líderes que manden obedeciendo, para derrotar al fujimorismo, al neoliberalismo. La acción directa es el poder del pueblo”, reflexiona.
En las asambleas populares, la voz común suena a esperanza frente al terror: sabe que la dictadura está debilitada, que no tiene salida si continúa la presión en las calles. Se desconoce el llamado sentido común de la clase política y sus medios de desinformación. Lo común, por el contrario, recobra su sentido: saben de dónde proviene el poder y hacia dónde quieren dirigirlo.
En portada: Miembros del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Puebla, Morelos y Tlaxcala, se movilizaron a las afueras de la Casa de Justicia, en Cholula, para exigir un alto a la criminalización contra el defensor del río Metlapanapa.
La Comisión Estatal del Agua de Puebla (CEA) concedió, en audiencia realizada ayer miércoles (29) en la Casa de Justicia de San Andrés Cholula, el “perdón” por dos de los tres cargos que levantó en 2020 contra el indígena náhuatl Miguel López Vega, defensor del río Metlapanapa. El río es amenazado por la contaminación de descarga de aguas residuales del parque industrial de la Ciudad Textil Huejotzingo.
Los cargos son consecuencia de manifestaciones de la comunidad de Santa María Zacatepec, en 2019, contrarias a los trabajos de drenaje industrial y pluvial del parque industrial, obra que está siendo investigada por la Fiscalía Anticorrupción por desvío de recursos.
Los dos cargos “perdonados” fueron: oposición a ejecución de una obra pública y ataques a la seguridad en los medios de transporte. “Dicen ellos que me perdonan, como si yo fuera un delincuente (…). No es que esta dependencia (la casa de justicia), un monumento a la corrupción, esté apoyándonos como pueblos originarios (…), mas bien fue la forma que encontraron de desistir, porque no encontraron pruebas de que somos criminales”, declaró López Vega, que es concejal del Congreso Nacional Indígena (CNI) e integrante del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Puebla, Morelos y Tlaxcala (FPDTA-PMT).
Miguel López Vega, defensor del río Metlapanapa
La defensa no pidió perdón, sostiene el abogado de López Vega, Juan Carlos Flores Solís. La CEA declaró perdón y “siquiera nos dejaron margen para decir cualquier cosa, si aceptáramos o no. Fue la jueza que aceptó la decisión”.
Flores Solís alerta sobre el hecho de que el caso no está totalmente solucionado. El Ministerio Público analizará, en un período de 10 días, el “perdón” que se otorgó. Solamente después de este análisis el indígena quedará, o no, libre de los dos cargos que lo acusan.
Además, está el tercer cargo contra López Vega, ataque a las vías de comunicación. Éste “ya no ha sido tocado”, y López Vega sigue teniendo que presentarse periódicamente ante las autoridades judiciales. “La Unidad de Medidas Cautelares hace análisis de riesgo que son criminalizadores y con poca ética. Para el día de hoy, este análisis de riesgo que tenían para Miguel decía que era de alta peligrosidad”, explicó el abogado. “Pedimos seguir atentos, seguir empujando para que Miguel tenga completa libertad”.
Delito: organizarse
La profesora e investigadora de la Universidad Pedagógica Nacional, Magdalena Gómez, enfatiza que la estrategia del Estado para debilitar los procesos organizativos, en el caso de López Vega así como en otras partes de México, es individualizar una acusación penal con base a hechos que fueron decididos por la comunidad, bajo su derecho a la autodeterminación.
“En el día que detuvieron a Miguel, él salía con otros compañeros a entregar al gobierno del Estado el documento con los acuerdos de la comunidad en torno al rechazo de ese proyecto que contaminaría el río Metlapanapa. Entonces aquí hay una distorsión, una individualización de una acusación a alguien que es representante y parte de la comunidad, pero es la comunidad la que está defendiendo su territorio, su río sus recursos”.
Proceso: situaciones “atípicas”
La causa penal, la “criminalización”, como define el abogado, deriva de los hechos acontecidos el 30 de octubre del 2019, cuando la Guardia Nacional y la Policía Estatal quisieron reprimir a la comunidad de Santa María de Zacatepec, que ha hecho oposición al parque industrial, compuesto por más de 12 empresas, principalmente de los sectores automotriz y textil.
Quienes acusan a López Vega, cuenta Flores Solís, son trabajadores de las empresas y un trabajador de la Comisión Estatal del Agua, personas que “tienen un interés” en este proceso. Acusan al indígena “mediante testimonios falsos”.
López Vega fue detenido en enero de 2020, y puesto en libertad condicionada tras una audiencia en la Casa de Justicia de Cholula, Puebla, realizada el 29 de enero, en la cual se decidió retirar dos de los tres cargos en su contra por “falta de elementos suficientes”.
Todavía quedaba un tercer cargo. La defensa de López Vega solicitó la suspensión condicional del proceso en los años 2021 y 2022. “Hicimos las solicitudes en cuatro ocasiones. Nos llegaron a decir, los encargados de la Unidad de Medidas Cautelares, que aunque lo solicitáramos cien veces, cien veces los iban a negar porque era un orden de arriba. Al denunciar eso ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos y públicamente, ante una rueda de prensa, se generó una mayor molestia por parte de las autoridades de la Comisión Estatal del Agua”, recuerda.
En una “situación totalmente atípica”, en enero de 2021, la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento presentó un recurso de apelación, bajo el argumento de que no había sido informada de la audiencia del 29 de enero de 2020, en la cual se liberó el indígena de dos de los tres cargos. La apelación resultó en la decisión del 16 de marzo de 2023 del Tribunal Superior de Justicia de Puebla de revocar la decisión del 29 de enero de 2020 y citar a una nueva audiencia para el 29 de marzo de 2023.
“Insisto que es un absurdo que la Comisión Estatal del Agua dijera que no sabía que Miguel había salido libre. También reitero que, en esta situación atípica, hubo una audiencia el 10 de septiembre del 2022 donde estaba la Comisión Estatal del Agua. Ahí mismo se mencionó” la situación, explica el abogado.
Está claro que la “intención del gobierno del Estado era volver a encarcelar a Miguel por el delito de estarse organizando, por el delito de mantenernos unidos como pueblos”, agrega Flores Solís.