Radios comunitarias en El Salvador sobreviven en una única frecuencia

Las radios comunitarias en El Salvador jugaron un papel importante durante y después del conflicto armado interno que se llevó a cabo en el país entre 1979 y 1992. Bessi Ramírez, comunicadora comunitaria que hace parte de la Asociación de Radios y Programas Participativos de El Salvador (Arpas), cuenta que durante el conflicto, las radios eran el único medio que realmente llegaba a las comunidades para informales lo que estaba pasando.

Luego del conflicto, cuando los salvadoreños que fueron desplazados regresaron a sus comunidades “empezaron a promover sus propios medios de comunicación, sus propias formas de comunicarse”, cuenta. Son estos mismos medios que hoy son utilizados por las comunidades para visibilizar “la lucha de los pueblos en defensa de los territorios, del agua, contra megaproyecto como la minería”.  

Te puede interesar → Medios alternativos reflexionan sobre su labor y problemáticas en Latinoamérica

Durante el conflicto armado interno, las radios funcionaron en la clandestinidad. “Las transmisiones no eran hechas desde un punto fijo, se movían, justamente porque había una persecución en contra de estas transmisiones”, explica a Avispa Midia Ramírez, quien también hace parte de la radio comunitaria indígena de Sensunat, en el departamento de Sonsonate.  

Foto: Archivo histórico ARPAS

La clandestinidad duró hasta el 2016, cuando hubo una reforma a la Ley de Telecomunicaciones y se reconoció legalmente a los medios comunitarios. Junto con el reconocimiento vino, por lo menos en el papel, una serie de mecanismos que deberían garantizar el funcionamiento de estos medios comunitarios.

Entre ellos, la reforma incluyó el “concurso público”, un mecanismo alterno para la asignación de frecuencias radiofónicas para las radios comunitarias, prohibiendo así que las solicitudes tuvieran el procedimiento de subasta, donde participan las radios comerciales.

“La idea de separar los procesos sería para evitar que las radios comunitarias tuvieran desventaja en las subastas porque en este proceso prevalece el solicitante de mayor capacidad económica”, explica Ramírez.

Además, la reforma definió que estarían exentas del pago de la tasa anual en concepto de gestión del espectro de las estaciones de radiodifusión.

Sin embargo, la asociación de radios ha denunciado a través de diversos comunicados que, a pesar del reconocimiento legal, la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (Siget), órgano encargado de las concesiones, no ha otorgado una sola concesión a este tipo de medios.

“La reforma sigue sin implementarse, con pesar de haber sido presentadas varias solicitudes de frecuencias para este tipo de medios. Con eso se sigue postergando la asignación de frecuencias radioeléctricas históricamente negadas a los medios comunitarios y la posibilidad de iniciar un proceso gradual de desconcentración del modelo mediático del país”, sostuvo Arpas en un comunicado.

Además de negar todas las solicitudes, Siget quitó el derecho de transmisión de tres de las 22 radios comunitarias que hacen parte de Arpas.

Aunado a la política de quitar los espacios de las radios comunitarias, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en un informe sobre la situación de Derechos Humanos en El Salvador, señaló que la pauta publicitaria estatal ha sido otorgada bajo la “lógica de premio o castigo”, según el apego o distancia de la línea editorial de medio a la narrativa oficial.

Te puede interesar → Periodistas son blanco de espionaje del gobierno salvadoreño

“En este contexto, las radios comunitarias, los medios de investigación y algunos medios tradicionales cuyas líneas informativas mantienen críticas a la gestión gubernamental serían usualmente los más afectados”, según el informe.

Frecuencia congestionada

Las 19 radios comunitarias integrantes de la Arpas transmiten por el 92.1 FM, una frecuencia obtenida por la asociación en 1998, por subasta, y que se ha fraccionado para que cada una de esas estaciones transmitan en una región específica. “Es como dividir el pastel grande en diferentes porciones, pero eso trae muchos problemas, entre ellos el de interferencia”, señala Ramírez.

Comunicadores de Arpas en su labor de reportería.

El acoso por parte de funcionarios a las radios han aumentado. “Hay un monitoreo constante para que no nos pasemos el ancho de banda. No tenemos equipo necesario para poder controlar que en dado momento no nos pasemos un poquito de banda. En algunas radios no contamos con el procesador de audio, que es el que nos sirve para poder nivelar un poco y no nos saquemos de la fragmentación. Y no lo tenemos porque no lo queremos comprar, sino que las radios no tienen recursos para eso”, explica la comunicadora.

Mientras las radios comunitarias poseen una única concesión, 92% de las frecuencias están en manos de cinco grupos empresariales, de acuerdo con informaciones de Siget. Las demás son emisoras católicas y evangélicas, una estatal y una de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA).

Nuevas reformas

El 28 de enero de 2022 fue introducida a la Asamblea Legislativa de El Salvador una nueva propuesta de reformas a la Ley de Telecomunicaciones. De acuerdo con Arpas y la Red por el Derecho a la Comunicación, varios aspectos de la actual propuesta de reformas representan un retroceso, pues revierten aspectos superados en la reforma de  2016, “vulnerando la libertad de expresión, acceso a la información y otros derechos de la comunicación”, sostienen las organizaciones en un comunicado.

Uno de estos aspectos es que la reforma confunde la subasta con el concurso para la asignación de concesiones. “A pesar de ser procesos muy diferentes en su forma y objetivos, (…) los abordan simultáneamente como si se tratara de mecanismos similares, lo cual revierte la lógica de las reformas realizadas en 2016 que separaron la subasta como procedimiento para asignación de frecuencias de uso regulado comercial y el concurso para uso regulado comunitario”, alertan las organizaciones.

ARTÍCULOS RELACIONADOS

DEJA UNA RESPUESTA / LEAVE A REPLY

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

MÁS RECIENTES

Asamblea Nacional por el Agua: piden organizar campañas de boicot a Coca-Cola y Bonafont

La cuarta Asamblea Nacional reunió 500 personas de 300 pueblos originarios, en el estado de Tlaxcala

Fuerzas de seguridad atacan pueblo en resistencia contra la minería en Ecuador

Comunidad que resiste a proyecto minero es atacada después de la suspensión temporal de trámites para la extracción

ÚNETE A LA

Y ACCEDE A BENEFICIOS EXCLUSIVOS