Inicio / Home Blog Página 309

Gentrificación: un concepto de lucha

"Los ricos ya tienen el centro histórico, y van a empezar a crecer y a crecer. Lo que ellos quieren es nada más ver gente limpia, que huela bien, bien vestida en sus tiendas. Y la gente de abajo no le importa si se tiene que ir a Estados Unidos o se tiene que ir a la chingada".

- SUBCOMANDANTE MARCOS - ACTO PÚBLICO CON COMERCIANTES Y PERSONAS TRABAJADORAS SEXUALES DE LA MERCED, 3 DE MAYO DE 2006.

¿Que es gentrificación y por que este concepto se populariza en los debates de movimientos sociales urbanos en toda Latinoamérica? El geógrafo Jerónimo Díaz, en el artículo Gentrificación: un concepto de lucha, esclarece cuestiones sobre este concepto tomando como perspectiva los conflictos por los espacios urbanos desde la Ciudad de México.

“Si bien la lucha por los espacios urbanos con potencial económico ha sido una constante en la historia de la Ciudad de México, no deja de sorprender cómo en los últimos 10 años el término gentrificación se ha incorporado al vocabulario de los movimientos sociales, sobre todo considerando la lejanía de este anglicismo con cualquier palabra de uso común en México”, dice el artículo.

Lo interesante aquí, continua el artículo, es que en todos los países donde se populariza, el concepto propicia intensos debates entre, por un lado, autoridades e intelectuales orgánicos que suelen negar la existencia de semejantes procesos y, por otro, las organizaciones sociales y los grupos vecinales que denuncian la intención, mediante diversos proyectos urbanos, de expulsar a la gente pobre y reemplazarla por nuevos y más solventes habitantes y usuarios.

¿En qué momento la gentrificación se volvió un tema en la agenda de los movimientos sociales en México? ¿Cómo se dio la transferencia? ¿Es una moda pasajera o acaso involucra nuevas perspectivas para la acción? ¿Cuales son las posibilidades de resistencia de los movimientos sociales?


A continuación el artículo completo.

Gentrificación, un concepto de lucha

por Jerónimo Díaz*

"Los ricos ya tienen el centro histórico, y van a empezar a crecer y a crecer. Lo que ellos quieren es nada más ver gente limpia, que huela bien, bien vestida en sus tiendas. Y la gente de abajo no le importa si se tiene que ir a Estados Unidos o se tiene que ir a la chingada". - Subcomandante Marcos, acto público con comerciantes y personas trabajadoras sexuales de La Merced, 3 de mayo de 2006.

"Vemos claro que hay una política sistemática del gobierno contra los pueblos, barrios y colonias de la Ciudad de México; es una política de desplazamiento de población originaria para insertar población de altos ingresos y recursos medios que pueda pagar por una ciudad cara". - Habitante del pueblo de Los Reyes, quinta Asamblea General de los Pueblos, Barrios, Colonias y Pedregales de Coyoacán, 1 de abril de 2016.

Si bien la lucha por los espacios urbanos con potencial económico ha sido una constante en la historia de la Ciudad de México, no deja de sorprender cómo en los últimos 10 años el término gentrificación se ha incorporado al vocabulario de los movimientos sociales, sobre todo considerando la lejanía de este anglicismo con cualquier palabra de uso común en México. El primer registro que encontramos en medios nacionales se remonta a 2006 y corresponde a las problemáticas expuestas por el Movement for Justice in El Barrio durante el recorrido de la Otra Campaña. En ese entonces, dicha organización —suscriptora de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona— luchaba por la permanencia de cientos de familias latinoamericanas en el barrio de Harlem, Nueva York, ante la amenaza de expulsión por un consorcio británico que había adquirido más de 40 edificios en la zona y pretendía revenderlos a precio de oro. Afortunadamente, la propia crisis financiera de los subprimes terminó afectando las actividades del grupo transnacional, y los habitantes del Harlem hispánico han negociado hasta cierto punto su permanencia en el corazón de la ciudad.

Lo interesante aquí es que en todos los países donde se populariza, el concepto propicia intensos debates entre, por un lado, autoridades e intelectuales orgánicos que suelen negar la existencia de semejantes procesos y, por otro, las organizaciones sociales y los grupos vecinales que denuncian la intención, mediante diversos proyectos urbanos, de expulsar a la gente pobre y reemplazarla por nuevos y más solventes habitantes y usuarios. ¿En qué momento la gentrificación se volvió un tema en la agenda de los movimientos sociales en México? ¿Cómo se dio la transferencia? ¿Es una moda pasajera o acaso involucra nuevas perspectivas para la acción?

Gentrificación no es un nombre de señora

En septiembre de 2015, con el apoyo de la red Contested Cities, el colectivo español Left Hand Rotation implantó en La Merced una nueva edición del taller Gentrificación no es un nombre de señora. Con ejemplos concretos, debates y dinámicas de educación popular, los integrantes de aquél hicieron posible —como lo han hecho en otras ciudades de Latinoamérica— que los participantes se apropiaran del término para describir lo que ocurre en sus lugares de vida:

Es muy lamentable lo que nos está sucediendo en nuestro barrio y mercado. Vemos que la gente originaria de aquí vamos a ser desplazados por gente que nada tiene que ver en esta zona. Vamos a ser sacados de nuestras raíces.

Estas palabras son las de un locatario de la nave mayor del mercado, la cual sufrió un incendio el 27 de febrero de 2013 que destruyó cerca de mil 200 locales comerciales. Según los testimonios recogidos en el documental Permanecer en La Merced, también realizado por Left Hand Rotation,1 el gobierno aprovechó la situación para lanzar el Plan de Rescate para La Merced que tenía preparado desde los años noventa, cuando los mercados públicos dejaron de ser considerados elemento estratégico en la economía y el abasto de la ciudad, dando pie al desarrollo de supermercados y, por otro lado, al modelo de las plazas populares como instrumento de gestión y control sobre el ambulantaje.

Al taller también acudieron organizaciones de habitantes y comerciantes que luchan por mantenerse en el corazón de la ciudad pese a la intensa actividad inmobiliaria registrada desde 2003, cuando —a solicitud del gobierno de Andrés Manuel López Obrador— Carlos Slim, el magnate de la telefonía y la construcción, decidió involucrar sus empresas y fundaciones en el “rescate” del centro histórico. Según los integrantes del Colectivo de Grupos de la Asamblea de Barrios, que aglutina a los ocupantes de varios edificios cercanos a Palacio Nacional, la situación motivó una serie de intentos de desalojo e incluso enfrentamientos directos con una camarilla de abogados que intentaron despojarlos de sus bienes.

El taller resultó en un intercambio de experiencias entre grupos que difícilmente habrían coincidido en otros espacios. Aquí, las causas del movimiento urbano popular se encontraron con las demandas de los vecinos de la colonia Juárez contra el entonces poco conocido corredor cultural Chapultepec, un megaproyecto comercial e inmobiliario que de “cultural” tenía sólo el nombre. En realidad, un grupo de empresarios pretendía dirigir los flujos humanos de la glorieta de Insurgentes mediante un andador elevado enlazado a un gigantesco centro comercial. Al final, gracias a la difusión de la problemática en este tipo de espacios de articulación, el megaproyecto fue el primero en caer en la lista de las zonas especiales de desarrollo económico y social (Zode), que hasta ahora han suscitado más rechazo que entusiasmo entre la población.

Sobra decir que para los opositores al corredor Chapultepec y la mayoría de los grupos que hacen frente a grandes proyectos inmobiliarios, la gentrificación ha dejado de ser un concepto ajeno y se perfila como uno de esos términos que dan sentido y encauzan las luchas. Por ello, anticipando la reacción de ciertos sectores académicos y grupos de poder que buscarán diluir y moderar el debate, resulta importante ofrecer una pequeña genealogía conceptual de la gentrificación para comprobar su esencia emancipadora.

Batalla en el terreno teórico

El término fue inventado por la socióloga alemana Ruth Glass, de filiación marxista, quien huyó de los nazis para instalarse en Londres y dedicarse a la investigación urbana. En la introducción de London: aspects of change, publicado en 1964, calificó de gentrification el arribo de nuevos habitantes de clases media y alta a los antiguos barrios obreros, como Chelsea, Paddington o North Kensington.

El sustantivo gentry se refería en el siglo XVIII a la pequeña burguesía rural ubicada entre los grandes terratenientes (landed gentry) y las masas campesinas. Era de algún modo la clase media rural, aunque según Immanuel Wallerstein, se trataba más de un “concepto en formación” que de una verdadera “clase en formación”. De hecho, con la Revolución Industrial y el éxodo de la población rural hacia las ciudades, el término gentry cayó en desuso. Entonces, Glass revivió una vieja categoría para dar cuenta de la transformación de las viviendas obreras en renovadas, elegantes y bucólicas residencias para gente rica. Si bien la autora especuló que este proceso se difundía de un barrio a otro, nunca fue más lejos en la explicación teórica del fenómeno.

En aquellos años, los estudios urbanos se encontraban dominados por la Escuela de Chicago, de donde surgieron las primeras investigaciones de gran escala sobre los mercados de suelo y los “ciclos de vida” de los barrios. Estas investigaciones permitieron, entre otras cosas, identificar un fenómeno bastante extraño para los economistas neoclásicos a inicios del siglo xx: la pérdida del valor inmobiliario de ciertas áreas urbanas que Homer Hoyt llegó a calificar como “valles de decadencia”. Desde esta perspectiva, dicho fenómeno se interpretó cual “anomalía” del mercado asociada a la presencia de poblaciones afrodescendientes y de migrantes pobres.

Fue hasta 1979, cuando el escocés Neil Smith, entonces alumno de David Harvey, ofreció una explicación sensata e integral para comprender los ciclos de inversión y abandono, así como el inesperado regreso de las clases pudientes hacia dichas áreas depreciadas. En su artículo Toward a theory of gentrification: a back to the city movement by capital, not people, Smith desnudó —como es menester del pensamiento marxista— las falsas explicaciones neoclásicas y sus tintes racistas; aportó en cambio una explicación basada en el estudio de los mecanismos económicos y los actores imperantes del mercado inmobiliario.

Sería imposible abordar aquí todos los elementos de la teoría de la brecha de renta (rent gap theory) y los estudios empíricos que la sustentan. Conviene sin embargo señalar que, a diferencia del modelo neoclásico, Smith no habla de valor del suelo sino de renta del suelo, pues mientras el primero es producto del trabajo humano, el segundo corresponde al ejercicio de un derecho exclusivo de propiedad.

En ese entendido, el precio de venta de todo producto inmobiliario integra los costos de producción —la fuerza de trabajo, la maquinaria, los técnicos, los abogados— y el dinero invertido por el desarrollador en la adquisición del predio. Lo demás, tal vez el doble o el triple, son ganancias extraídas por medio no sólo de la explotación laboral sino, precisamente, de la renta del suelo (por concepto de venta, usufructo o alquiler).

Esto significa que, dada la propia naturaleza del mercado inmobiliario (de todo lo que no se puede mover), el desarrollador pone un sobreprecio por el derecho a utilizar “su” lugar en función de la buena o mala ubicación del proyecto, lo cual depende en realidad de toda una serie de inversiones previas, incluida la social en obra pública. La reconstrucción del paradero de la estación del Metro El Rosario, llevada a cabo por las empresas de Grupo Carso, es un ejemplo grosero de cómo los desarrollos inmobiliarios capturan la riqueza social. Ahora, la única forma de entrar en la terminal o salir de ella, por donde miles de personas circulan diariamente, es pasando por un centro comercial atiborrado de tiendas y productos del mismo grupo.

Volviendo a la teoría, Smith señala que toda construcción tiende a desfasarse de su entorno y tiempo. Así, la renta que extrae por ejemplo el dueño de un edificio de oficinas situado en el centro de la Ciudad de México disminuirá a causa de la migración del sector financiero hacia Santa Fe. Él buscará entonces compensar sus pérdidas dejando de invertir en el mantenimiento del inmueble hasta que se generen nuevas condiciones de acumulación, que los gobiernos determinen facilidades fiscales y que los bancos ofrezcan facilidades para invertir en el área.

En este esquema, la renta potencial del suelo equivale a las ganancias que podrían esperarse de un nuevo proyecto inmobiliario adaptado al entorno y a las nuevas tecnologías constructivas. Siguiendo el razonamiento de Neil Smith, el proceso de gentrificación se desata cuando la diferencia entre las ganancias actuales y las potenciales se vuelve tan atractiva para los dueños del capital que deciden entonces actuar sobre barrios completos. Aunque hay más actores involucrados directa o indirectamente en este proceso (pequeños propietarios, estudiantes, artistas), la gentrificación resulta en general de la acción colectiva de los agentes capitalistas (bancos, aseguradoras, agencias inmobiliarias) y los gobiernos locales, que prefieren hablar de “revitalización”, “rescate” o “regeneración urbana” para ocultar estrategias de especulación y reestructuración territorial diseñadas al más alto nivel.

Perspectivas para la resistencia

Plantear una resistencia frente a la gentrificación, como la hemos definido, resulta muy complicado, pues atañe a una mercancía particularmente rara: el suelo, que no se puede desplazar ni transformar sino solo ocupar.

Aunque las victorias en las calles y en las urnas revisten gran valor para medir la voluntad popular, como se evidenció con el caso del corredor cultural Chapultepec, son insuficientes a la hora de frenar la aplanadora de torres y proyectos inmobiliarios que vienen casi independientemente de lo que se haga sobre la avenida principal. Los habitantes de la zona lo saben e incluso han reflexionado sobre una ley de arraigo vecinal, que obligaría al Estado a proveer de vivienda social cada una de las manzanas sujetas a la presión de las inmobiliarias.

En los Pedregales de Coyoacán, en particular en los pueblos originarios de Los Reyes, La Candelaria, San Pedro Tepetlapa y Santa Úrsula Coapa, algunas voces han comenzado a apelar al Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, que les da el derecho como sujeto colectivo a controlar qué se hace o se deja de hacer sobre sus territorios. Y es que los pueblos y las colonias ayer marginales hoy están en la mira de los nuevos desarrollos. Desde Avenida del Imán —donde el mismo promotor del corredor Chapultepec pretende adueñarse y reciclar 15 hectáreas de una vieja planta de asfalto— hasta el Eje 10 y avenida Aztecas, la Zode Ciudad Futura implica una serie de proyectos inmobiliarios destinados a los sectores medios y altos. Para los opositores, el problema no es tanto que lleguen a pasear los juniors por el parque de Huayamilpas sino, de modo fundamental, la falta de agua y los riesgos de desabasto que conlleva la densificación del área.

Desafortunadamente, si bien la reivindicación de los convenios internacionales es legítima, cuesta trabajo imaginar a los jueces de este país del lado de los pueblos y contra las inmobiliarias, ante todo si consideramos que el cuerpo jurídico se ha dedicado a defender el libre mercado sobre todas las causas soberanas.

En efecto, además de la movilización popular, hace falta voltear hacia las experiencias populares que se han planteado el control colectivo del suelo urbano, principalmente las cooperativas de vivienda en Latinoamérica, los jardines comunitarios y los community land trusts que se desenvuelven en Norteamérica y Europa. En la Ciudad de México hay por ejemplo la cooperativa Palo Alto, fundada en el decenio de 1970 sobre una mina de arena sin imaginar que 40 años después estaría en una de las zonas con mayor plusvalía. Asentada al pie de la Torre Arcos Bosques (mejor conocida como “El Pantalón de Santa Fe”), esta colonia de más de 2 mil habitantes resiste a los embates de sus poderosos vecinos gracias a que los socios de la cooperativa no pueden vender sus viviendas sin pasar por un acuerdo de asamblea.

Un caso más reciente es el de la cooperativa Guendaliza’a, impulsada por 38 familias en la colonia Cuchilla Pantitlán conforme al modelo autogestionario de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua: la cooperativa es dueña del conjunto habitacional, cada socio cuenta con un contrato de uso y goce de su vivienda, pero ésta no puede ser alienada sino transferida a costo de producción a un nuevo socio.

Estamos lejos de las 20 mil viviendas producidas al amparo de este esquema en Uruguay, mas la perspectiva es alentadora desde el momento en que pretende transformar los patrones de propiedad y la relaciones sociales en la ciudad.

Sólo así ganaremos las batallas contra la hidra capitalista en la ciudad, destruyendo sus medios de reproducción (en este caso la propiedad privada) y decidiendo colectivamente el futuro de los barrios y sus espacios comunes. ¿No sería maravilloso que, en vez de torres exclusivas de 30 pisos, los espacios reciclables de la ciudad, como la planta de asfalto, se convirtieran en laboratorios para proyectos agroecológicos y de vivienda cooperativa? Todavía quedan espacios de esperanza en la ciudad monstruo, pero urge pasar a la ofensiva y multiplicar las barreras materiales a la gentrificación.

*Geógrafo. Colabora en la agencia autónoma de comunicación SubVersiones y en la oficina para América Latina de la Coalición Internacional del Hábitat.

Texto publicado originalmente en la Revista Memoria.

Más de 70 organizaciones respaldan la huelga magisterial en Oaxaca

Este lunes 23 de mayo los profesores de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) van por su segunda semana de huelga en la ciudad de Oaxaca. Han desafiado las determinaciones del secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, quien declaró que “los primeros tres días de falta no se les pagarán sus salarios y el cuarto serán despedidos”. Al parecer, los profesores de Oaxaca no recularán y, por el contrario, este lunes decidieron tomar las dependencias gubernamentales del Instituto Nacional Electoral (INE), el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), así como sus oficinas de la Pagaduría y de Inventario.

Así mismo, los profesores han mantenido bloqueos contrastantes en diversos puntos estratégicos de la ciudad de Oaxaca, han retirado publicidad electoral de los vehículos, camiones de trasporte y espectaculares. Mientras tanto, hoy también se han bloqueado el acceso al Palacio de Gobierno.

En contraparte, las redes sociales y los medios masivos de comunicación sostienen un bombardeo mediático continuo, haciendo apología a la necesidad del uso de la fuerza publica para establecer la paz y el Estado de derecho, respaldando la presencia de la Policía Federal.

El 18 de mayo, 1200 elementos de la Policía Federal se sumaron a los 3500 policías de las diversas corporaciones estatales de seguridad pública, “para reforzar la seguridad y el orden público”, afirma el sitio oficial del gobierno del Estado de Oaxaca.

En ninguno de los puntos de su comunicado aborda el tema de la huelga magisterial, no obstante, los casi 5 mil elementos han hecho un reconocimiento terrestre y aéreo de los movimientos realizados por los profesores. A esto se suman los reconocimientos faciales de las cámaras de vigilancia, conocidas como C4.

El comunicado del gobierno de este estado se jacta de que “los operativos conjuntos contemplan a partir de hoy (18 de mayo) patrullajes en la ciudad de Oaxaca y en diversos centros urbanos del estado, con el propósito de prevenir, disuadir y combatir la comisión de ilícitos”, y argumenta que “los operativos se realizarán atendiendo escrupulosamente los derechos humanos de la población, así como del Uso Legítimo de la Fuerza Policial”.

Pero la realidad que viven los profesores es otra. “La represión es política, económica y psicológica. Están liberando ordenes de aprensión no solo para los voceros y principales coordinadores del movimiento, también para los profesores de base. El objetivo del gobierno es criminalizar y crear miedo para que regresemos a las aulas. Pero nosotros nos estamos organizando para una megamarcha que esperamos que supere la del 15 de mayo ”, dijo la profesora Alejandra García.

El respaldo

Por otra parte, el espacio civil de Oaxaca en solidaridad con el movimiento magisterial a lanzado un comunicado donde se han sumado más de 70  Organizaciones No Gubernamentales (ONG). En dicho comunicado las organizaciones de la sociedad civil firmantes manifiestan su preocupación por el silencio y falta de respuestas por parte de los responsables de la política interna del estado y del gobierno federal.

“La respuesta del estado mexicano, violenta los derechos humanos y las garantías constitucionales de audiencia de los trabajadores de la educación; quienes han planteado la petición formal de la instalación de la mesa de diálogo”, sostiene el pronunciamiento, y a la vez se cuestiona el doble discurso de la calidad de la educación y el uso de la violencia. “La respuesta del gobierno del estado no corresponde al discurso oficial que ha reiterado hasta la saciedad, de generar una educación de calidad; su respuesta no es de calidad, la llegada de cada vez más agentes de la Policía Federal a la ciudad de Oaxaca, hacen evidente que las autoridades del estado y del país apuestan por una salida violenta, por la represión a un movimiento que de manera legítima utiliza las libertades supremas de asociación y de manifestación para oponerse a un proyecto de nación con el que no está de acuerdo”.

A este pronunciamiento se siguen sumando otras organizaciones civiles que reiteran su solidaridad con lo profesores en huelga. “Expresamos nuestra solidaridad con las y los trabajadores de la educación, a quienes llamamos a evitar caer en las provocaciones a la violencia y la confrontación, que el gobierno espera como pretexto para aniquilar al movimiento magisterial disidente, principal referente de resistencia en el paísfrente a las llamadas reformas estructurales, que implican la entrega del país y de sus recursos a los grandes capitales transnacionales”, finaliza el comunicado.

La guerra de la información

A la intensificación del uso de las redes sociales en contra del movimiento magisterial se han sumado la mayor parte de los medios masivos de comunicación. Mientras que en los hogares, en los camiones y taxis, la frecuencia del 92.1 FM, Radio Plantón, se vuelve a escuchar y a triangular con radios comunitarias. Esta radio ha sufrido un sin numero de sabotajes y hoy más que nunca, se mantienen en máxima alerta, avisando constantemente a sus radioescuchas que en algún momento los pueden sabotear. “Cuando nuestra frecuencia sea golpeada, que nos busquen en otras frecuencias”, dice uno de sus spots.


Comunicado del Espacio Civil de Oaxaca en solidaridad con el movimiento Magisterial

En el contexto actual de la lucha que ha iniciado el gremio magisterial en el Estado de Oaxaca y la Coordinara Nacional de Trabajadores de la Educación, a nivel nacional, en contra de la mal llamada “reforma educativa”. Las organizaciones de la sociedad civil firmantes, manifestamos nuestra preocupación ante la situación de política de oídos sordos implementado por los responsables de la política interna del estado y del país.

La negativa del gobierno del estado de Oaxaca para dialogar con las y los integrantes de la Sección 22, de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación es una renuncia explícita a la vía de la concertación pacífica para el abordaje de la protesta social.

La respuesta del estado mexicano, violenta los derechos humanos y las garantías constitucionales de audiencia de los trabajadores de la educación; quienes han planteado la petición formal de la instalación de la mesa de diálogo. La respuesta del gobierno del estado no corresponde al discurso oficial que ha reiterado hasta la saciedad, de generar una educación de calidad; su respuesta no es de calidad, la llegada de cada vez más agentes de la Policía Federal a la ciudad de Oaxaca, hacen evidente que las autoridades del estado y del país apuestan por una salida violenta, por la represión a un movimiento que de manera legítima utiliza las libertades supremas de asociación y de manifestación para oponerse a un proyecto de nación con el que no está de acuerdo.

El rechazo a la mal llamada “reforma educativa” es compartido por diversos sectores de la población mexicana, principalmente debido a que su contenido no es educativo sino administrativo, pues se limita a regular la relación laboral entre el Estado-patrón y el personal educativo, además de que deja a éste en condiciones mucho más desventajosas que al resto de las y los trabajadores del gobierno.

Desde el Espacio Civil de Oaxaca consideramos inaceptable el rechazo gubernamental al diálogo con las y los maestros, y nos oponemos de manera franca a la búsqueda de criminalizar la disidencia, al abordaje policiaco de un problema político, a que se repriman de manera violenta la divergencia y el ejercicio legítimo de la manifestación en defensa de los derechos laborales de las y los trabajadores de la educación, y del derecho humano a la educación de las y los niños de Oaxaca.

Expresamos nuestra solidaridad con las y los trabajadores de la educación, a quienes llamamos a evitar caer en las provocaciones a la violencia y la confrontación, que el gobierno espera como pretexto para aniquilar al movimiento magisterial disidente, principal referente de resistencia en el país frente a las llamadas reformas estructurales, que implican la entrega del país y de sus recursos a los grandes capitales transnacionales.

Las organizaciones de la sociedad civil oaxaqueña, exigimos la instalación inmediata de la mesa de diálogo, en el que se construyan las respuestas que den solución adecuada a la problemática que afecta a la sociedad oaxaqueña.

Atentamente

Espacio Civil de Oaxaca

  1. Asamblea de Pueblos Indígenas del Istmo en la Defensa de la Tierra y el Territorio.
  2. Asamblea Popular del Pueblo Juchiteco APPJ.
  3. Asesoría Integral y Litigio Estratégico a Pueblos Originarios, A.C. ASER-LITIGIO
  4. Centrarte, A.C.
  5. Centro Antonio de Montesinos A.C.
  6. Centro Comunal de Salud y Tecnologías Integrales, A.C.
  7. Centro de Acompañamiento a Migrantes Caminos, A.C.
  8. Centro de Apoyo al Movimiento Popular Oaxaqueño, CAMPO, A.C.
  9. Centro de Apoyo para la Educación y Creatividad Calpulli, A.C.
  10. Centro de Atención Infantil Piña Palmera, A. C.
  11. Centro de Derechos Humanos Tepeyac, A.C.
  12. Centro de Derechos Indígenas Flor y Canto, A.C.
  13. Centro de Desarrollo Comunitario Centéotl, A.C.,
  14. Centro de Encuentros y Diálogos Interculturales, A.C.
  15. Centro para los Derechos de la Mujer Naaxwiin, A.C.
  16. Centro Regional de Derechos Humanos “Bartolomé Carrasco Briseño”, A.C.
  17. Centro Regional de Derechos Humanos de la Costa, A.C.
  18. Circulo Profesional por la Formación con Equidad de Género, A.C.
  19. Colectiva Mujeres Lilas.
  20. Colectivo Bolivariano Oaxaca.
  21. Colectivo Mujer Nueva.
  22. Comité de Defensa Integral de Derechos Humanos Gobixha, Código DH, A.C.;
  23. Comité de Familiares y Amigas/os de Damián Gallardo Martínez.
  24. Comité por la Defensa de los Derechos Indígenas (CODEDI).
  25. Comunidades Campesinas y Urbanas Solidarias con Alternativas, CONCAUSA, A.C
  26. Conservación, Investigación y Aprovechamiento de los Recursos Naturales. CIARENA, A.C.
  27. Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca, A.C.
  28. Defensoría para la Igualdad, A.C.
  29. Diversidades y No Discriminación, A.C.
  30. Enlace Comunicación y Capacitación, A.C.
  31. Enlace de Pueblos y Organizaciones Costeñas Autónomas, EPOCA, A.C.
  32. Espacio Alternativo, YUNHITZ
  33. Esperanza Mixe, A.C.
  34. Feminismo Comunitario Tejido Oaxaca.
  35. Foro Oaxaqueño del Agua.
  36. Fundación Comunidad, A.C
  37. Fundación Ikoots, A.C.
  38. Gesmujer Rosario Castellanos, A.C.
  39. Grupo de Mujeres 8 de Marzo, A.C
  40. Grupo de Mujeres la Palma. NDACUKO, A.C.
  41. Herramientas para el Buen Vivir A.C.
  42. Iniciativa Ciudadana Oaxaca, A.C.
  43. Iniciativas para el Desarrollo de la Mujer Oaxaqueña, A.C., IDEMO
  44. Instituto de Comunicación y Cultura, S.C.
  45. Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos LIMEDDH-OAXACA
  46. Lunas del Sur, A.C.
  47. Manapaküy, A.C.
  48. Mie Nillu Mazateco, A.C.
  49. Movimiento Agrario Indígena Zapatista, A.C.
  50. Ojo de Agua Comunicación, A.C.
  51. Organizaciones Indias por los Derechos Humanos en Oaxaca (OIDHO), A.C,
  52. Palabra Radio
  53. Planeta Inclusión, A.C
  54. Planeta Rock Oaxaca.
  55. Radio Nahndia.
  56. Red de Análisis Multidisciplinario y Cooperación Económica Solidaria, Raíces, A.C.
  57. Red de Cafeticultores 5 de Diciembre, A.C.
  58. Red de Mujeres Activistas y Defensoras de Derechos Humanos de Oaxaca.
  59. Red por los derechos sexuales y reproductivos. DDSER Oaxaca.
  60. Seminario Mundos Rurales Tierra Territorio y Territorialidades UAM UACM ENAH.
  61. Servicios para una Educación Alternativa, EDUCA, A.C.
  62. Servicios Universitarios y Redes de conocimiento en Oaxaca, SURCO, A.C.
  63. Sinergia, A.C.
  64. Tequio Jurídico, A.C.
  65. Tianguis Indígena Multicultural del Istmo, A.C
  66. Tianguis Popular Itinerante.
  67. Unión Cívica Democrática de Barrios, Colonias y Comunidades, UCIDEBACC
  68. Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo, UCIZONI, A.C.
  69. Unión de Comunidades y Ejidos de Yautepec, para la Conservación de la Flora y Fauna, A.C.
  70. Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez de Oaxaca, UNOSJO, SC.
  71. Universidad de la Tierra en Oaxaca, A.C.
  72. ¡¡¡Si no están ellas,…. No estamos todas!!!

David Harvey: “La izquierda olvidó ser anticapitalista”

Geógrafo y antropólogo británico, el profesor David Harvey es fundador y codirector del Centro Nacional de Estrategias para el Derecho al Territorio (Cenedet), junto al mexicano Miguel Robles- Durán. No cobra un centavo por cumplir con esta función en esta unidad que funciona como parte del Decanato General de Investigación del Instituto de Altos Estudios Nacionales del Ecuador (IAEN).

En una entrevista concedida en septiembre del 2014 a la Agencia Publica de Noticias del Ecuador (ANDES), David Harvey reconoció que el Ecuador ha mostrado un descenso en los índices de inequidad, y dijo que durante el gobierno de Rafael Correa “se está intentando redistribuir las riquezas”. Sin embargo, Harvey ahora se cuestiona: “¿Qué hace un partido político de izquierda cuando tiene el poder político? Típicamente, busca cierta redistribución de la riqueza, pero nunca interfiere en la base estructural de la riqueza”.

En su libro 17 contradicciones y el fin del capitalismo, clasifica a estas contradicciones entre fundamentales, cambiantes y peligrosas. Esta reflexión de cómo ejercer el anticapitalismo consecuentemente tiene que ver con su permanente interés por las condiciones dinámicas de los fenómenos sociales. Otro de sus temas recurrentes de investigación es la relación entre el capital y la política, las dinámicas de los movimientos sociales urbanos y la democracia. La idea de construir una ciudad para vivir, más humana y menos dedicada al consumo es parte de su discurso de ciudad universal.

Harvey es profesor de Antropología y Geografía en el Centro de Graduados de la City University de Nueva York (CUNY) y Profesor Invitado de la Universidad de Oxford y la London School of Economics.

Por La Barra Espaciadora  publicado en 2015/08/132015/08/13

Oaxaca: Profesores advierten que no le conviene al gobierno reprimirlos

Con una cobija, una mochila al hombro y una casa de campaña, o en el peor de los casos, un pedazo de lona, los profesores comenzaron a llegar desde las comunidades donde laboran o viven, para iniciar el paro de labores en la ciudad de Oaxaca. Algunos viajaron 4 o 6 horas para llegar a tiempo a su destino. A muy tempranas horas de la mañana el centro histórico de esta ciudad ya se comenzaba a pintar de colores con los diferentes materiales que cubrirán del sol, de la lluvia y del frío a los profesores de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) que se mantendrán en paro indefinido hasta que el gobierno estatal y federal respondan a su pliego petitorio.

Aunque las lonas y las casas de campaña eran apenas lo que daría color al festejo de día del profesor -celebrado el 15 de mayo-, más de cincuenta mil profesores, organizaciones y padres de familia se movilizaron en marcha desde el lugar conocido como Trinidad Viguera, sobre la carretera federal 190 Oaxaca–México. A pesar de que el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo amenazó con aplicar la ley -lo que significa descuentos de salarios y despidos- a cualquier profesor que se movilizara y que se mantuviera en paro, un río de profesores se movilizaron  sin miedo con rumbo al zócalo de esta ciudad. “A ver si se atreve a despedirnos a todos. Yo no tengo miedo, si lo último que me queda para defender mi trabajo y la educación gratuita de mis hijos y de mi pueblo, es luchar, luchare hasta la muerte si es necesario”, dijo la profesora Eneida Ramírez.

Con mas de 35 grados de temperatura los profesores se iban sumando por trechos, buscando un pedacito de sombra. Así mismo, diversas familias salieron con sus hijos a mostrar su solidaridad con carteles y consignas. Aunque también acompañaron a los profesores, la policía y los helicópteros que deberían ser utilizados para la guerra contra el narcotráfico, “donados” en la línea de los fondos de la Iniciativa Mérida.

Al final de la manifestación el vocero de la Sección 22, perteneciente a la CNTE, dijo que “el paro es indefinido y si el gobierno esta dispuesto a despedirnos, que se vaya consiguiendo otros 80 mil profesores”. Los mentores oaxaqueños exigieron al gobierno del estado que reciba de manera inmediata su pliego petitorio 2016,  también, la liberación de los presos políticos y el cese a la criminalización laboral que Moisés Robles Cruz, director del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca y el gobernador Gabino Cué sostienen contra los profesores.

A este paro de labores se sumaron los profesores del CNTE de los estados de Michoacán, Chiapas, Guerrero, entre otros que mantendrán el paro en la ciudad de México para continuar con las exigencias de la derogación de la Reforma Educativa. Dicha reforma fue sugerida por la OCDE en el año 2008 al presidente Enrique Peña Nieto, en el Acuerdo de Cooperación OCDE-México para Mejorar la Calidad de la Educación en las Escuelas de México.

Mientras tanto, en la ciudad de Oaxaca, el único estado de México donde aun no ha puesto un pie Enrique Peña Nieto, presidente de México, se recuerdan los 10 años que han pasado después de los acontecimientos de la huelga que fue reprimida y que paralizó esta ciudad por mas de 6 meses. El gobierno de Gabino Cué, quien recibió los votos de castigo hacia el Partido Revolucionario Institucional (PRI), hoy es considerado como un traidor de los profesores quienes le dieron su apoyo. “Muchos de nosotros votamos por el, pero hoy nos damos cuenta que ningún partido político velara por los intereses del pueblo. Tenemos que retomar nuestras propias formas de organizarnos y de elegir a nuestras autoridades. Así como lo hacen nuestras comunidades indígenas y no esperar nada de ellos. Las elecciones electorales son una farsa”, comenta el profesor Jaime Hernández Zarate, quien agrega que, “no le conviene reprimirnos a este gobierno, porque el pueblo de Oaxaca esta encabronado y basta una chispa para que salga una vez más a las calles, no por nosotros los profesores, sino por que estamos hartos de este sistema de corruptos, hipócritas, asesinos y ladrones que nos gobiernan”.

Más de 5 mil profesores en Oaxaca no han recibido su sueldo desde hace 2 años

Por Santiago Navarro F.

Profesores de Oaxaca de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), se movilizaron hoy 1º de mayo como parte de sus actividades programadas para establecer una mesa de negociación con el Estado sobre los primeros efectos de la reforma educativa, como salarios que aun no se han pagado y la liberación de presos políticos del mismo gremio.

La intención era entregar un pliego petitorio para el gobernador de este estado, Gabino Cué Montegudo. No obstante, por ser domingo, nadie recibió dicho pliego. En conferencia de prensa al arrancar la movilización una de las voceras de este sindicato dijo, “pedimos a Gabino Cue que reciba nuestro pliego petitorio. Porque desde el decreto de esta reforma, se ha escondido y no ha dado la cara, sino todo lo contrario, ha mostrado su incapacidad de resolver las demandas justas de los trabajadores de la educación…No solo son las demandas del magisterio, sino del pueblo en general”.

La resistencia de los profesores es tal que muchos de ellos sobreviven con la ayuda colectiva de su comunidad o de sus familiares. “Hay mas de 5900 profesores que hace más de dos años que no han recibido sus sueldos. Esta reforma se esta implementando con sangre y fuego, como parte de una guerra de baja intensidad usando la violencia selectiva y golpeado los derechos de los profesores. ¿imagina como sobreviven los compañeros que no han tenido su sueldo?”, dijo el profesor Artiago Cruz auxiliar de la secretaría de trabajos y conflictos del sector indígena de la sección 22.

Muchos de los profesores se mantienen en una resistencia férrea por recuperar sus empleos, pero sobre todo, el pago de su trabajo realizado. Esta es la situación de los profesores que decidieron jubilarse y que a más de un año no ha recibido ninguna noticia favorable. “ Ya cumplí con mi trabajo, así como lo marca la ley. Soy una persona mayor, en ningún otro lugar me pueden dar trabajo y no tengo otra fuente de ingresos. Es mi derecho recibir mi pensión y no he recibido nada. Esto es una violación de derechos humano y por eso y por mis compañeros tengo que seguir en esta lucha”, dijo uno de los profesores que no quiso dar su nombre por posibles represalias o para que no obstruyan su proceso de jubilación.

Así mismo, la Sección 22 anunció que si no hay respuestas favorables se convocará a una huelga general. “El 15 de mayo estallaremos la huelga magisterial general. Tienen las horas suficientes (el gobierno) para cambiar su postura ”, dijo la vocera. Al mismo tiempo se refirió al contingente que iba en marcha con rumbo al centro de la ciudad de Oaxaca, “compañeros y compañeras, no hay que doblegarnos. Nosotros como sección 22 tenemos la fuerza y podemos mostrar nuestros músculos y salir a las calles para defender nuestros derechos”.

------------------------------------------------------------------------------------------------------

Puntos del pliego petitorio:

1.- Respeto a la estabilidad laboral de los trabajadores de la educación del Estado de Oaxaca

2.- Libertad inmediata e incondicional de todos los presos políticos y de consciencia del Estado de Oaxaca; presentación con vida de los desaparecidos, así como dejar sin efecto los procesos penales abiertos.

3.-Solución inmediata a los trámites en tránsito administrativo salariales de los trabajadores de la educación de la sección 22 y el pago inmediato de los salarios retenidos.

4.- Reinstalación de los trabajadores cesados, así como ningún cese más ni cambio a las condiciones generales de trabajo.

5.- Contratación de egresados de las once normales públicas del estado de Oaxaca para garantizar su derecho al trabajo.

6.-Cumplimiento de los acuerdos para la regulación de los servicios educativos de fecha 25 de octubre del año 2013 y 16 de noviembre del mismo año.

7.- Se exige ante el IEEPO, SEP y el ISSSTE, el pago inmediato a los jubilados y pensionados de la prima de antigüedad y bono de compensación 02 y 03 que corresponden a despensa y previsión social múltiple.

8.- Solución inmediata a los problemas planteados por las organizaciones sociales y los pueblos en resistencia que defienden sus recursos naturales en el estado de Oaxaca.

9.- Solución a la problemática de todos los niveles educativos.

“La izquierda tiene que repensar su aparato teórico y táctico”

Traducción: de Gabriela Mitidieri para Democracia Socialista, editado por VIENTO SUR

Entrevista a David Harvey, geógrafo y teórico social británico

AK Malabocas / Roar Magazine

David Harvey, uno de los pensadores marxistas más prominentes de nuestro tiempo, se sentó con el activista colectivo AK Malabocas a discutir las transformaciones en el modo de acumulación capitalista, la centralidad del terreno urbano en las luchas de clase contemporáneas, y las implicancias de todo esto para la organización anti-capitalista.

AK Malabocas: En los últimos 40 años, el modo de acumulación capitalista ha cambiado globalmente. ¿Qué significan estos cambios para la lucha contra el capitalismo?

DH: Desde una perspectiva macro, cualquier modo de producción tiende a generar un tipo distintivo de oposición, la cual es un espejo curioso de sí mismo. Si miras atrás, en los ’60 o ’70, cuando el capital estaba organizado en grandes formas corporativas, jerárquicas, tenías estructuras de oposición que eran corporativas, tipos sindicalistas de aparatos políticos. En otras palabras, un sistema fordista generaba una oposición de tipo fordista.

Con el quiebre de esta forma de organización industrial, particularmente en los países capitalistas avanzados, se terminaba con una configuración del capital mucho más descentralizada: más fluida sobre el espacio y el tiempo que lo pensado previamente. Al mismo tiempo veíamos el surgimiento de una oposición que está ligada a las redes, a la descentralización y a la que no le gusta la jerarquía y las formas previas de oposición de tipo fordista.

Así, que de una manera curiosa, las y los militantes de izquierda se reorganizan a sí mismos en el mismo modo en el que la acumulación del capital se reorganiza. Si entendemos que la izquierda es una imagen en espejo de lo que estamos criticando, entonces tal vez lo que debamos hacer es romper el espejo y salir de esta relación simbiótica con aquello que estamos criticando.

MK: ¿En la era fordista, la fábrica era el principal sitio de resistencia. Dónde podemos encontrarla ahora que el capital se ha movido lejos del piso fabril hacia el terreno urbano?

DH: Antes que nada, la forma fabril no ha desaparecido. Todavía encuentras fábricas en Bangladesh o en China. Lo que es interesante es cómo el modo de producción en las ciudades centrales cambió. Por ejemplo, el sector logístico se ha expandido: UPS, DHL y todos sus trabajadores y trabajadoras están produciendo valores enormes hoy en día.

En las últimas décadas, un gran cambio tuvo lugar en el sector servicios también: los más grandes empleadores de mano de obra en la década de 1970 en los Estados Unidos eran General Motors, Ford y US Steel. Los más grandes empleadores de mano de obra hoy son Mc Donalds, Kentucky Fried Chicken y Walmart. Antes, la fábrica era el centro de la clase obrera, pero hoy encontramos a la clase obrera más que nada en el sector servicios. ¿Por qué diríamos que producir autos es más importante que producir hamburguesas?

Desafortunadamente la izquierda no se siente cómoda con la idea de organizar a los trabajadores y trabajadoras de la comida rápida. Su imagen de la tradicional clase obrera no encaja con la producción de valor de los trabajadores y trabajadoras de servicios, los de distribución, de restaurants, de los supermercados.

El proletariado no desapareció, pero hay un nuevo proletariado que tiene características diferentes del que tradicionalmente la izquierda solía identificar como la vanguardia de la clase trabajadora. En este sentido, las y los trabajadores de Mc Donalds se convirtieron en las y los trabajadores metalúrgicos del siglo XX.

MK: ¿Si esto es lo que es el nuevo proletariado, cuáles son los lugares desde organizar la resistencia hoy?

DH: Es muy difícil de organizar en los lugares de trabajo. Por ejemplo, las y los trabajadores de la distribución se mueven de un lado a otro. Así que esta población tal vez podría organizarse mejor fuera del lugar de trabajo, quiero decir, en sus estructuras barriales.

Hay una frase interesante en el trabajo de Gramsci de 1919 que dice que organizarse en el lugar de trabajo y tener concejos fabriles está muy bien, pero que deberíamos tener también concejos en los barrios también. Y los concejos de los barrios, dijo, tienen un mejor entendimiento de lo que son las condiciones de toda la clase trabajadora, comparado con el entendimiento sectorial de la organización en el lugar de trabajo.

Las organizadoras y organizadores fabriles solían saber muy bien lo que un trabajador metalúrgico era, pero no entendían lo que el proletariado era como un todo. La organización barrial habría incluido, por ejemplo, a los trabajadores y trabajadoras de la limpieza urbana, de la distribución y las trabajadoras doméstica. Gramsci nunca tomó esto y dijo: “Vamos! el Partido Comunista debería organizar asambleas barriales”

No obstante, hay algunas excepciones en el contexto europeo donde los partidos comunistas organizaron, de hecho, concejos barriales, porque no podían organizarlos en las fábricas, por ejemplo en España. En la década de 1960 esta era una forma de organización muy poderosa. Por ello, como he discutido por un largo tiempo, deberíamos ver la organización barrial como una forma de organización de la clase. Gramsci sólo lo mencionó una vez en sus escritos y nunca lo desarrolló más en profundidad.

En Gran Bretaña en los ’80, hacía formas de organización laboral en plataformas a lo largo de la ciudad, sobre la base de concejos de oficios, que estaban haciendo lo que Gramsci sugirió. Pero dentro del movimiento sindical, estos concejos siempre fueron mirados como formas inferiores de organización laboral. Nunca se los trató como un componente fundacional de cómo el movimiento sindical debería operar.

De hecho, ocurrió que los concejos de oficios fueron a menudo mucho más radicales que los gremios tradicionales y eso era porque estaban basados en las condiciones de toda la clase trabajadora, no sólo de los sectores más privilegiados de la clase. Así, al punto de que estos tenían una definición mucho más amplia de la clase, los concejos tendieron a darse políticas mucho más radicales. Pero esto nunca fue valorado por el movimiento sindical en general, siempre fue mirado como un espacio en el que lxs radicales podían actuar.

Las ventajas de esta forma de organización son obvias: supera la brecha entre organizarse de manera sectorial, incluye todas las formas de trabajo “desterritorializado” y es muy adaptable a nuevas formas de organizaciones comunitarias y de base asamblearia, como Murray Boockchin planteó, por ejemplo.

MK: En las recientes oleadas de protesta -en España y Grecia, por ejemplo, o el movimiento Occupy- puedes encontrar esta idea de “localizar la resistencia”. Pareciera que estos movimientos tienden a organizarse alrededor de cuestiones de la vida cotidiana, más que en torno a grandes cuestiones ideológicas en las que la izquierda tradicional solía enfocarse.

DH: Por qué dirías que organizarse alrededor de la vida cotidiana no es una de las grandes cuestiones. Yo creo que es una de las grandes cuestiones. Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, y la vida cotidiana urbana es a lo que la gente está expuesta y en lo que encuentra dificultades. Estas dificultades residen tanto en la esfera de realización del valor como en la esfera de la producción del valor.

Este es uno de mis más importantes argumentos teóricos: todo el mundo lee el Volumen I del Capital y nadie lee el Volumen II. El Vol I es acerca de la producción del valor, el II es sobre la realización del valor. Al enfocarse en el Vol II, puedes ver claramente que las condiciones de realización son tan importantes como las de producción.

Marx a menudo hablaba de la necesidad de ver al capital como la unidad contradictoria entre la producción y la realización. Donde el valor es producido y donde es realizado son dos cosas diferentes. Por ejemplo, mucho valor es producido en China y, de hecho, es realizado por Apple o por Walmart en los Estados Unidos. Y, por supuesto, la realización del valor trata de la realización del valor por medio de costoso consumo de la clase obrera.

El capital puede conceder salarios más altos en el punto de la producción, pero luego los recupera en el punto de la realización por el hecho de que los trabajadores y trabajadoras tienen que pagar alquileres y gastos de vivienda más elevados, costos de teléfono, tarjetas de crédito y así sucesivamente. Así que las luchas de clase en torno a la realización, alrededor de viviendas más baratas por ejemplo, son tan significativas para la clase trabajadora como las luchas acerca de salarios y condiciones de trabajo. Cuál es el punto de tener un salario más alto si te es inmediatamente extraído en términos de gastos más elevados para tener un techo?

En su relación con la clase trabajadora, los capitalistas han aprendido hace mucho que pueden hacer un montón de dinero recuperando lo que antes habían entregado. Y, al punto que -particularmente en los 60 y 70- lxs trabajadorxs se empoderaron de manera creciente en la esfera del consumo, así que el capital comienza a concentrar mucho más en extraer valor a través del consumo.

Así que las luchas en la esfera de la realización, que no eran tan fuertes en los tiempos de Marx, y el hecho de que nadie lea el maldito libro (Vol II), es un problema para la izquierda convencional. Cuando vos me decís: “¿cuál es el problema macro aquí?”- bueno, ¡esto es un problema macro! La concepción del capital y la relación entre producción y realización. Si no ves la unidad contradictoria entre ambos entonces no vas a tener la imagen completa. Tiene lucha de clases escrita todo alrededor y no puedo entender por qué un montón de marxistas no logran ver cuán importante es esto.

El problema es cómo entendemos a Marx en el 2015. En los tiempos de Marx, la extensión de la urbanización era relativamente conveniente y el consumo de la clase trabajadora era casi inexistente, así que de lo único que Marx tenía que hablar era acerca de la clase trabajadora arreglándoselas para sobrevivir con un salario magro y cómo eran bastante sofisticados para hacerlo. El capital los dejaba hacer con sus propios dispositivos lo que les gustaba.

Pero hoy en día, vivimos en un mundo en el que el consumo es responsable de casi el 30 % de la dinámica de la economía global; en EE UU llega al 70 %. Así que ¿por qué estamos aquí sentados y diciendo que el consumo es casi irrelevante, pegándonos al Volúmen I y hablando acerca de la producción en lugar del consumo?

Lo que hace la urbanización es forzarnos a cierto tipo de consumo, por ejemplo: tienes que tener un auto. Y tu estilo de vida está dictado en muchos sentidos por la forma que toma la urbanización. Y de nuevo, en los tiempos de Marx esto no era significativo, pero en nuestros días es crucial. Tenemos que amigarnos con formas de organización que de hecho reconozcan este cambio en la dinámica de la lucha de clases.

Los grupos que marcaron los recientes movimientos con su estilo, viniendo de tradiciones anarquistas y autonomistas, están mucho más metidos en la política de la vida cotidiana, mucho más que las y los marxistas tradicionales.

Les tengo mucha simpatía a las y los anarquistas, tienen una mucha mejor línea en este tema, precisamente al lidiar con la política del consumo y su crítica acerca de lo que el consumo es. Parte de su objetivo es cambiar y reorganizar la vida cotidiana alrededor de nuevos y diferentes principios. Así que creo que esto es un punto crucial hacia el cual mucha de la acción política debería ser dirigida en estos días. Pero desacuerdo con vos cuando decís que esta no es una “gran cuestión”.

MK: Así que, mirando ejemplos de Europa del Sur -redes de solidaridad en Grecia, auto-organización en España o Turquía- parece ser muy crucial para construir movimientos sociales alrededor de la vida cotidiana y las necesidades básicas en estos días. ¿Ves esto como un acercamiento promisorio?

DH: Creo que es muy promisorio, pero hay una clara limitación ahí, lo que es un problema para mí. La propia limitación es la reticencia para tomar el poder en algún punto. Bookchin, en su último libro, dice que el problema con las y los anarquistas es su negación del significado del poder y su inhabilidad para tomarlo. Bookchin no va tan lejos, pero yo creo que es su rechazo a ver al Estado como un posible aliado hacia la transformación radical.

Hay una tendencia a considerar al Estado como enemigo, el enemigo al 100 %. Y hay muchos ejemplos de estados represivos fuera del control público en el que este es el caso. No hay duda: el estado capitalista debe ser combatido, pero sin dominar el poder del estado y sin tomarlo, pronto vuelves a la historia de lo que pasó por ejemplo en 1936 y 1937 en Barcelona y luego en toda España. Al rechazar tomar el Estado en un momento en el que tenían el poder para hacerlo, los revolucionarios y revolucionarias de España permitieron que el estado volviera a caer en las manos de la burguesía y del ala estalinista del movimiento comunista. Y el estado se reorganizó y aplastó la resistencia.

MK: Eso puede ser cierto para el estado español en la década de 1930, pero si miramos al estado neoliberal contemporáneo y el retroceso del estado de bienestar, ¿que queda de estado para conquistar, para aprovechar?

DH: Para empezar, la izquierda no es muy buena para responder la pregunta de cómo construimos infraestructura masiva. ¿Como construirá la izquierda el puente de Brooklyn, por ejemplo? Toda sociedad reposa sobre grandes infraestructuras, infraestructuras para toda una ciudad, como el suministro de agua, electricidad, etc. Yo creo que hay una gran reticencia dentro de la izquierda para reconocer que necesitamos diferentes formas de organización.

Hay áreas del aparato de estado, aún del aparato de estado neoliberal, que son terriblemente importantes; el centro de control de enfermedades, por ejemplo. ¿Cómo respondemos a epidemias globales como el Ébola o similares? No puedes hacerlo al modo anarquista del “hazlo tu mismo o tú misma”. Hay muchas instancias en las que necesitas alguna forma de infraestructura de tipo estatal. No podemos confrontar el problema del calentamiento global a través de formas descentralizadas de confrontación y actividades solamente.

Un ejemplo que es frecuentemente mencionado, a pesar de sus muchos inconvenientes, es el Protocolo de Montreal para enfrentar el uso de clorofuorocarbono en heladeras para limitar la afectación de la capa de ozono. Fue reforzada de manera exitosa en los ’90 pero necesitó de un tipo de organización que es muy diferente a aquella que proviene de una política basada en asambleas.

MK: Desde una perspectiva anarquista, yo diría que es posible reemplazar aún instituciones supranacionales como la OMS con organizaciones confederales que serían construidas de abajo hacia arriba y que eventualmente arribarían a una toma de decisiones global.

DH: Quizás a un cierto grado, pero tenemos que ser conscientes de que siempre habrá algún tipo de jerarquías y de que siempre enfrentaremos problemas como la responsabilidad o el recurso correcto. Siempre habrá relaciones complicadas entre, por ejemplo, gente lidiando con el problema del calentamiento global desde el punto de vista del mundo como un todo y desde el punto de vista de un grupo que está en el territorio, digamos, en Hanover o similar, y que se pregunta, por qué debería escuchar lo que ellxs están diciendo?

MK: Entonces, ¿crees que esto requeriría alguna forma de autoridad?

DH: No, va a haber estructuras de autoridad de cualquier modo, siempre las habrá. Nunca he estado en una reunión anarquista en la que no hubiera una estructura de autoridad secreta. Está siempre esa fantasía de todo siendo horizontal, pero me siento, miro y pienso, “oh dios, hay toda una estructura jerárquica acá pero está encubierta”

MK: Volviendo a las protestas recientes alrededor del Mediterráneo, muchos movimientos se han concentrado en luchas locales. ¿Cuál es el siguiente paso hacia la transformación social?

DH: En algún punto tenemos que crear organizaciones que sean capaces de ensamblar y reforzar el cambio social en una escala más amplia. Por ejemplo, será ¿Podemos en España capaz de hacer eso? En una situación caótica como la crisis económicas de los últimos años, es importante que la izquierda actúe. Si la izquierda no lo hace, entonces la derecha será la siguiente opción. Yo pienso -y odio decirlo- que la izquierda tiene que ser más pragmática en relación a las dinámicas que están ocurriendo ahora.

MK: ¿Más pragmática en qué sentido?

DH: Bueno, ¿por qué apoyé a SYRIZA aunque este no fuera un partido revolucionario? Porque abría un espacio en el que algo diferente podía pasar y eso era una movida progresiva para mí.

Es un poco como Marx diciendo: el primer paso hacia la libertad es la limitación de la duración de la jornada de trabajo. Demandas muy estrechas abren un espacio para resultados más revolucionarios, y aún cuando no hay ninguna posibilidad para ningún resultado revolucionario, tenemos que buscar soluciones de compromiso que sin embargo se apartan del sinsentido de la austeridad neoliberal y abren el espacio en el que nuevas formas de organización pueden tener lugar.

Por ejemplo, sería interesante si Podemos buscara organizar formas de confederalismo democrático, porque en cierto modo Podemos surgió de un montón de reuniones de tipo asambleario teniendo lugar a lo largo de España, así que tienen mucha experiencia con ese tipo de estructura.

La cuestión es cómo conectarán la forma asamblearia a formas más permanentes de organización, en relación a su creciente posición como un partido fuerte en el parlamento. Esto también vuelve a la pregunta de la consolidación del poder: tienes que encontrar maneras de hacerlo, porque si no la burguesía y el capitalismo corporativo van a encontrar modos de reafirmarse y tomar nuevamente el poder.

MK: ¿Qué piensas acerca del dilema de las redes de solidaridad llenando el vacío que dejó la retirada del estado de bienestar e indirectamente convirtiéndose en un aliado del neoliberalismo en ese sentido?

DH: Hay dos formas de organizarse. Una es el vasto crecimiento del sector ONG, pero mucho de eso está financiado de manera externa, no son organizaciones de base, y eso no se acerca a la cuestión de los grandes donantes que marcan la agenda, la cual no será una agenda radical. Aquí nos acercamos a la privatización del Estado de bienestar. Esto me parece que es muy diferente políticamente a las organizaciones de base en las que la gente dice “Ok, el estado no se ocupa de nada, así que vamos a tener que hacernos cargo de nosotros y nosotras mismas” Esto me parece que tiende a formas de organizaciones de base con un status político muy diferente.

MK: Pero ¿cómo evitar llenar esa brecha al ayudar, por ejemplo, a gente desempleada para que no sean exprimidos por el estado neoliberal?

DH: Bueno, tiene que haber una agenda anti-capitalista, para que cuando el grupo trabaje con gente todo el mundo sepa que no se trata sólo de ayudarla a arreglárselas sino que hay todo un intento organizado de tratar de cambiar políticamente el sistema en su integralidad. Esto quiere decir tener un proyecto político muy claro, lo cual es problemático con tipos de movimientos no centralizados, no homogéneos, donde alguna gente trabaja de un modo, otra trabajan de manera diferente y no hay ningún proyecto colectivo en común.

Y esto se conecta con la primera pregunta que hiciste: no hay coordinación acerca de lo que son los objetivos políticos. Y el peligro es que sólo estes ayudando a la gente a arreglárselas y que no haya política saliendo de ahí. Por ejemplo, Occupy Sandy ayudó a la gente a volver a sus casa e hizo un maravilloso trabajo, pero en última instancia, hicieron lo que la Cruz Roja y los servicios de emergencia federales deberían haber hecho.

MK: El fin de la historia parece haber pasado de largo. Mirando las condiciones actuales y los ejemplos concretos de lucha anti capitalista, ¿piensas que “ganar” es todavía una opción?

DH: Definitivamente; y más aún, tienes fábricas ocupadas en Grecia, economías solidarias a través de cadenas productivas siendo forjadas, instituciones de democracia radical en España y muchas cosas hermosas ocurriendo en muchos otros lugares. Hay un crecimiento saludable del reconocimiento de que necesitamos ser mucho más amplios y amplias en lo que concierne a la política en todas esas iniciativas.

La izquierda marxista tiende a desdeñar un poco estas cosas y creo que está equivocada. Pero al mismo tiempo no creo que ninguna de estas cuestiones sea lo suficientemente grande en sí misma como para lidiar con las estructuras fundamentales de poder que necesitan ser desafiadas. Aquí hablamos de nada menos que del Estado. Así que la izquierda debe repensar su aparato teórico y táctico.

Fuente: https://roarmag.org/magazine/david-harvey-consolidating-power/

Español: Rebelion.org