En portada: Desde hace semanas se registran protestas de rechazo al gobierno en Perú. Crédito: Fotosdelucha.pe
El Congreso del Perú destituyó a la presidenta Dina Boluarte, mediante un procedimiento de vacancia por incapacidad moral votado este jueves (9) alrededor de la medianoche.
En un contexto de crisis de inseguridad, el proceso sumario se inició ese mismo día, tras el ataque de una organización criminal en un concierto realizado la noche previa en Lima.
A seis meses de las próximas elecciones presidenciales, la agresión atribuida a extorsionadores, con armamento de guerra y durante un evento organizado en un recinto militar, apunta a una acción preparada para justificar la remoción de Boluarte, quien asumió la presidencia en alianza con el Parlamento controlado por la ultraderecha, luego del golpe de Estado contra Pedro Castillo ejecutado por esta institución.
Por ello, las demandas populares interpelan al Congreso -que ha aprobado leyes en favor del crimen organizado- y a Boluarte, inerte desde el Ejecutivo ante la ola de violencia por extorsión y sicariato que golpea a la clase trabajadora. En 2024 se registraron 859 homicidios, el mayor índice de la última década, según datos del Sistema de Información de Defunciones del Ministerio de Salud. Hasta septiembre de este año se cuentan 634.
Horas antes de la sesión parlamentaria empezaron las concentraciones en las calles de Lima, focalizadas en las embajadas de Ecuador y Brasil, países a los que la ahora ex presidenta pediría asilo.
Las movilizaciones piden el cierre del Parlamento, el impedimento de salida del país de Boluarte y su enjuiciamiento por los asesinatos de 49 personas en las manifestaciones en defensa del mandato de Castillo. Los crímenes fueron cometidos por militares y policías, entre diciembre de 2022 y febrero de 2023, en localidades de los Andes, a excepción de uno perpetrado en la capital. Un manifestante aimara torturado en Lima falleció en su región, Puno, donde las fuerzas estatales mataron a 18 personas en la jornada más violenta.
Crédito: Fotosdelucha.pe
“La vacancia o renuncia de la usurpadora siempre ha sido una exigencia popular. En ese esfuerzo, los hijos del pueblo derramaron su sangre y perdieron la vida por orden de un gobierno de facto”, expresó anoche el encarcelado presidente legítimo, Pedro Castillo, en sus redes sociales.
Las calles en alerta
La vacancia de la ex vicepresidenta de Castillo procedió con el voto a favor de 118 de los 130 congresistas. Su nivel de aprobación se encontraba en 2%, mientras que el Legislativo no llega al 5%. El rechazo de la población es mayoritario, la dictadura peruana se sostiene por la represión armada.
El mandato transitorio fue asumido por el titular del Congreso, José Jerí, de la bancada conservadora Somos Perú, con lo que el Perú suma siete presidentes desde las elecciones de 2016. Los dos que fueron elegidos por votación no terminaron sus periodos.
Jerí tiene en su historial investigaciones por denuncias de abuso sexual, enriquecimiento ilícito y corrupción vinculada a la Comisión de Presupuesto del Congreso.
El nuevo presidente de Perú, José Jerí
En los últimos días, un paro nacional de transportistas, ante la violencia que golpea al gremio, confrontó al régimen policializado y coludido con el crimen organizado. Antes, en septiembre, tres semanas de movilizaciones masivas en Lima contra la reforma de pensiones, encabezadas por jóvenes de la llamada generación Z, consiguieron el retroceso de algunos puntos favorables a las Administradoras de Fondos de Pensiones.
A partir de hoy se esperan protestas contundentes en rechazo al presidente transitorio, por sus antecedentes, y a todos los partidos con representación parlamentaria. Las organizaciones populares advierten la maniobra de las bancadas fascistas y conservadoras de desmarcarse de Boluarte, convenientemente, de cara a las elecciones del próximo abril, para desplegar mensajes de lucha por la seguridad y medidas de mano dura.
Audiencia final de Miguel Peralta en el Juzgado Mixto de Huautla de Jiménez en 2019.
En portada: Audiencia final de Miguel Peralta en el Juzgado Mixto de Huautla de Jiménez en 2019.
Desde del penal de Cuicatlán, Oaxaca, en septiembre del 2019, Miguel Ángel Peralta Betanzos -defensor comunitario, antropólogo y activista indígena mazateco- iniciaba su segunda huelga de hambre para exigir su propia liberación, luego de su detención en 2015 y de que fuera sentenciado -en octubre del 2018- a 50 años de cárcel bajo los cargos de homicidio calificado, tentativa de homicidio y una reparación de daño por $154 mil pesos.
Su protesta funcionó. Tras cuatro años, cinco meses y 14 días en prisión, y a 27 días en negación frente a los alimentos, el mazateco obtuvo su libertad el 14 de octubre del 2019 por falta de pruebas e irregularidades procesales documentadas.
Pero la persecución judicial volvería a tocar su puerta. A poco más de dos años de permanecer fuera de prisión, en marzo del 2022, la libertad de Miguel fue revocada, una situación que desde entonces lo ha mantenido bajo libertad condicional, pero bajo la amenaza constante de ser reencarcelado.
Protesta en exigencia de libertad de Miguel Peralta en 2019.
Actualmente, a su caso han sido vertidas nuevas pruebas obtenidas a partir de peritajes antropológicos, que tienen como finalidad la recolección de evidencias que permitan valorar la diferencia cultural en el proceso penal, posibilitando una perspectiva distinta a la del derecho positivista, generalizante y totalitario.
La persecución hacia Miguel Peralta, la criminalización en su contra y las irregularidades jurídicas en su caso, son tan sólo un tramo de un camino largo y tortuoso para su familia y su comunidad de origen, Eloxochitlán de Flores Magón.
Raíces del conflicto
El hecho que determinó el complejo futuro para el pueblo de Eloxochitlán de Flores Magón, fue la intromisión de partidos políticos a partir del 2010, cuando hasta ese año, la comunidad estaba normada bajo el Sistema de Usos y Costumbres, un modelo de autogobierno practicado en diversas comunidades indígenas de México, donde la vida está normada con base a diversos conjuntos de pautas vinculadas a tradiciones prehispánicas y postcoloniales.
Quien le abrió la puerta a los partidos políticos en el pueblo de los hermanos anarquistas Magón, fue el político Manuel Zepeda Cortés -en ese entonces de afiliación priísta- quien estrategicamente se cobijó en el partido Convergencia que, para las elecciones de gobernatura del 2010, integró la coalición Unidos por la Paz y el Progreso junto al PAN, PRD y el PT, derrotando -con Gabino Cué Monteagudo a la cabeza- por vez primera al PRI en Oaxaca.
Una vez integrado a Convergencia, Zepeda Cortés resulta triunfante como presidente municipal, tras un proceso electoral marcado por la compra de votos y alianzas con líderes barriales. El inicio de la gestión de Zepeda se marcaría, como el trienio de su mandato (2011-2013), bajo “un régimen policial y represivo sostenido por un cabildo ilegal” que perpetuó múltiples violaciones contra integrantes de la comunidad, como lo definió la Asamblea Comunitaria de Eloxochitlán en un comunicado difundido en noviembre del 2014.
Para el 2014, cuando el pueblo eloxochiteco pensó que, a la salida de Manuel Zepeda, podía restablecer la paz en su territorio y subsanar el tejido comunitario, el 24 de noviembre de ese año, la Asamblea denunció que el palacio municipal de la comunidad fue tomado por un grupo delincuencial liderado por Vicente Zepeda Cortes, hermano de Manuel, y otros de sus familiares y conocidos.
A la toma del Palacio le precedió lo que sería la punta del conflicto. El 14 de diciembre por la mañana, integrantes de la comunidad se disponían a participar en la elección del nuevo alcalde, por lo que mujeres, niños, hombres, jóvenes y ancianos, pertenecientes a la Asamblea Comunitaria de Eloxochitlán de Flores Magón se dirigían al centro de la población -donde estaba programa la asamblea general- y recibieron un ataque con detonaciones de armas de fuego, piedras, cohetones, botellas de vidrio, palos y varillas. Varias personas resultaron lesionadas y dos resultaron muertas.
En el momento de los hechos ya mecionados, Miguel Peralta se encontraba en la Ciudad de México, pero aún así fue acusado por homicidio, detenido arbitrariamente y trasladado irregularmente al penal de de Tlaxiaco, Oaxaca, tras su captura el 30 de abril de 2015, sin que correspondiera a su jurisdicción.
Posteriormente fue trasladado a Cuicatlán hasta ser liberado más de cuatro años después y finalmente vió la revocación de su libertad en marzo del 2022. Es importante enfatizar el retroceso en el caso de Miguel, puesto que no le permite regresar a su comunidad ni desarrollarse plenamente ante el permanente peligro de detención.
Evitar el racismo judicial
Actualmente, la familia de Miguel, su abogada Araceli Olivos, el Grupo de Apoyo en Solidaridad con Miguel Peralta y el colectivo de Mazatecas por la Libertad, persisten en la exigencia al Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal de Oaxaca, para que emita ya un resolutivo en el amparo directo 631/2022 promovido por Miguel, luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación le devolviera el caso en noviembre de 2024 (amparo directo en revisión 6535/2024) para ser juzgado con una perspectiva intercultural.
Arte en resistencia con plastilina y otros materiales creada por Valentin Peralta y David Peralta
Olivos -defensora del antropólogo mazateco-, explicó el pasado lunes (5) en conferencia de prensa, que el Tribunal Colegiado aceptó incluir una nueva prueba clave en el caso: un peritaje antropológico de contexto. Para realizarlo, detalló la abogada, se designó a un perito oficial del Consejo de la Judicatura Federal, quien elaboró un dictamen. Estos documentos constituyen pruebas nuevas que el tribunal deberá analizar y considerar antes de emitir una resolución definitiva.
Nuevas pruebas
A partir de la apertura a esta prueba antropológica, los peritajes realizados para contextualizar el conflicto en Eloxochitlán de Flores Magón evidenciaron: cómo la persecución penal contra Miguel es consecuencia de una lucha sociopolítica prolongada; la marcada oposición entre la Asamblea Comunitaria y su Sistema de Usos y Costumbres frente al cacicazgo local; y la asimetría de poder que deja en desventaja a la comunidad ante el grupo caciquil que goza de su posición económica y vínculos políticos externos para someter al pueblo.
Sin embargo, frente a la posibilidad de obtener la libertad de Peralta, quienes acompañan de cerca al caso, afirman que el Tribunal pretende reponer el procedimiento, lo cual significaría “otra década de lucha en un contexto en el que el propio sistema de justicia penal ha acentuado las asimetrías entre el grupo caciquil y las familias perseguidas” menciona el Grupo de Apoyo a través del boletín de la conferencia.
Llamado a la solidaridad
Mañana, 10 de octubre a las 9:30 am, familiares de Miguel Peralta, así como compañerxs de lucha, el Grupo de Apoyo en Solidaridad con Miguel Peralta y el colectivo de Mazatecas por la Libertad realizarán una acción política de protesta a las afueras del Tribunal Colegiado en Materia Penal y de Trabajo en San Bartolo Coyotepec, Oaxaca, a la que invitan a todo el público a estar atentos y a sumarse.
La acción política de mañana y las que tendrán lugar en fechas posteriores tienen como objetivo que los Magistrados escuchen su reclamo de justicia y se dispongan inmediatamente a estudiar a fondo las pruebas que lleven hacia una pronta y efectiva libertad para Miguel Ángel Peralta Betanzos, esta vez, sin la mínima probabilidad de un retorno a la prisión.
(Original Caption) 12/20/1985-San Francisco: One of science fiction's leading authors, Ursula K. LeGuin has been writing for years while raising a family in Portland, Oregon, and seems mildly astonished that she's credited with more than 20 books. LeGuin is shown during recent interview in San Francisco. Though she has written poetry, and even a very earthbound travel piece, most of her books are filed under science fiction. UPI Photo: M. Klimek
por Nysaí Moreno
En portada: Ursula K. Le Guin, autora estadounidense de ficción especulativa, literatura fantástica y ciencia ficción. Foto: M. Klimek
En un planeta donde las palabras “mío” o “propiedad” fueron abolidas del habla cotidiana, las personas que se llaman a sí mismas odonianas intentan, generación tras generación, vivir sin Estado, sin castas, sin dinero y sin cárceles. Pero lo que parecía una utopía anarquista perfecta, pronto se revela como una sociedad desgastada por el miedo a la disidencia, la hipocresía de la moral pública y una creciente rigidez ideológica.
En Los desposeídos, Ursula K. Le Guin construye —en sus propias palabras— una “utopía ambigua”. Un experimento narrativo que no glorifica ni demoniza ninguna ideología, pero que sí apuesta por una forma de anarquismo poco comprendida: no el “libertarismo” de derecha que idolatra el mercado y la competencia darwinista, sino el anarquismo cooperativo y ético, prefigurado por el taoísmo y desarrollado por Shelley, Kropotkin, Emma Goldman y Paul Goodman.
Como señala la propia Le Guin:
“El odonianismo es el anarquismo, no el darwinismo social del ‘libertarismo’ económico de la extrema derecha; sino el anarquismo tal y como aparece prefigurado en la filosofía taoísta temprana y lo exponen Shelley y Kropotkin, Goldman y Goodman. El blanco principal del anarquismo es el Estado autoritario (capitalista o socialista); su objetivo práctico-moral principal es la cooperación (solidaridad, asistencia mutua). Es la más idealista, y para mí la más interesante, de todas las teorías políticas…”
Los desposeídos no es una fábula moral ni un tratado político. Es una grieta en la lógica de los imperios —sean dorados o desérticos—. En un tiempo donde las ideologías se fosilizan o se venden al mejor postor, Le Guin nos recuerda que la utopía no es un destino, sino un verbo: habitar, cuestionar, abrir. Como Shevek —el personaje principal—, no para poseer la verdad, sino para liberarla.
El anarquismo como ciencia ficción vivida
Ursula K. Le Guin no escribió Los desposeídos como un tratado ideológico, sino como una posibilidad encarnada. La ciencia ficción, en sus manos, se vuelve laboratorio ético, espacio de hipótesis políticas. En este caso, la hipótesis no es otra que el anarquismo vivido: no como caos ni como desorden, sino como la posibilidad de una vida organizada sin jerarquías coercitivas, sin Estado, sin propiedad privada, sin castas.
Esta apuesta narrativa se enraíza en una tradición anarquista profunda, que va más allá de los clichés culturales. No nace en el siglo XIX, sino que puede rastrearse, como la propia Le Guin reconocía, en la filosofía taoísta. En el Tao Te Ching, Lao Tse propone una forma de gobernar sin imponer, de actuar sin forzar.
La no-acción (wu wei) no es pasividad, sino confianza en el equilibrio natural del mundo sin intervención autoritaria. Este principio reaparece, transformado, en las ideas de William Godwin, Proudhon, Bakunin, Emma Goldman y Piotr Kropotkin, entre otros.
A diferencia del libertarismo neoliberal, que se autodenomina “anarquista” mientras defiende el individualismo, la competencia, la libre empresa, y el mercado desregulado, el anarquismo que sostiene Le Guin —el odonianismo— es cooperativo, comunitario y anticapitalista. No busca maximizar la libertad de unos pocos a costa de la precariedad de los muchos. Busca abolir las estructuras que perpetúan la dominación: el Estado, el patriarcado, el ejército, el castigo.
En este sentido, Emma Goldman, figura clave del anarquismo moderno, escribió en 1910:
“La anarquía es la negación de toda autoridad, no del orden, sino del orden impuesto. La anarquía significa la libertad de cada individuo para expresarse a sí mismo sin restricciones artificiales.”
Emma Goldman, escritora anarquista
Goldman defendía con vehemencia que las palabras eran armas en el sentido transformador: la palabra podía desobedecer, desmoronar ficciones, abrir otros mundos. Frente a la máquina de obediencia del Estado —que impone orden desde la violencia, el miedo o la rutina—, el anarquismo propone una ética de la responsabilidad voluntaria, de la autonomía como tejido social y no como soledad liberal.
Le Guin recoge esta tradición y la proyecta al espacio. En Anarres, el pueblo odoniano vive según los principios fundados por Odo, una pensadora revolucionaria que escribió en prisión —como Goldman— y cuyos textos fueron proscritos en su planeta natal, Urras. La historia de Odo remite a las luchas de tantas mujeres exiliadas, encarceladas, silenciadas. En el universo de Le Guin, el pensamiento anarquista es peligroso porque desnaturaliza la obediencia y desnuda el poder.
Pero Le Guin no idealiza: Anarres no es el paraíso. Es una sociedad tensa, contradictoria, donde la moral colectiva se endurece y las decisiones no siempre son justas. La revolución, parece decirnos, no es un punto de llegada, sino un equilibrio precario que debe reinventarse constantemente. Por eso su ciencia ficción es tan vital: porque no ilustra un dogma, sino que ensaya un modo de habitar la utopía con sus dudas, límites y fugas.
Anarres y Urras: el muro como gramática política
El muro que rodea el puerto espacial de Anarres es uno de los símbolos más potentes de Los desposeídos. No es una simple barrera física. Es un signo —casi una puntuación ideológica— que separa mundos, subjetividades y formas de vida. “El muro era la única estructura erigida por los habitantes de Anarres para mantener afuera a alguien”, dice la narración, y con ello Ursula K. Le Guin pone en marcha una crítica aguda: incluso en las sociedades que se dicen libres, igualitarias o solidarias, hay límites, exclusiones, cercos invisibles.
Desde las primeras páginas, la novela presenta este muro como ambivalente. Para los odonianos, es una defensa: protege su proyecto anarquista del contagio capitalista, patriarcal y estatal de Urras. Para los urrastis, es un confinamiento: un gesto de aislamiento y pureza ideológica. Pero para Shevek, es un umbral existencial: la frontera entre la fidelidad a un ideal y el estancamiento de ese mismo ideal convertido en dogma.
Anarres y Urras representan dos extremos de un mismo fracaso. Urras es la cara conocida del poder: un planeta donde reina la abundancia, pero también el patriarcado, la desigualdad extrema, la explotación del trabajo y la mercantilización de todo. Su belleza es deslumbrante, pero bajo ella se oculta una violencia estructural. En contraste, Anarres es austero, igualitario, autogestionado. Pero la libertad colectiva se ha vuelto vigilancia moral, y la solidaridad, en ocasiones, conformismo coercitivo. La disidencia no es castigada con prisión, sino con el silencio, el aislamiento, la invisibilización.
En este paisaje, el lenguaje cobra un papel fundamental. El idioma odoniano ha sido diseñado para eliminar posesivos y estructuras jerárquicas. No existen expresiones como “mi cama” o “mi pareja”: todo es común, todo es prestado. Sin embargo, Le Guin muestra que la opresión puede sobrevivir incluso sin posesivos. La represión no sólo opera en el plano material, sino en lo simbólico: cuando Shevek —un físico teórico impulsado por una profunda curiosidad y un compromiso con la verdad, que busca transformar la sociedad a través del conocimiento y la reciprocidad—, cuestiona las decisiones del Sindicato de Física o propone ideas científicas demasiado radicales, es etiquetado como “egoísta”, “excesivo”, “ambicioso”. La colectividad, en su forma más dogmática, se convierte en una nueva forma de exclusión.
El lenguaje, entonces, no es neutro. Aunque haya sido construido con fines igualitarios, puede serinstrumento de control simbólico. La gramática de Anarres, al eliminar el “yo”, también restringe la singularidad. Shevek lo percibe con claridad: no hay cárceles visibles, pero sí muros invisibles que delimitan lo decible, lo pensable, lo aceptable. De ahí que su travesía —cruzar físicamente el muro, salir de Anarres, regresar con otra mirada— sea también una operación lingüística y epistemológica.
Le Guin sugiere que la verdadera libertad no radica en un modelo político fijo, sino en la posibilidad constante de repensar el lenguaje, las reglas, los límites. Shevek no quiere destruir Anarres, ni entregar sus descubrimientos a los poderosos de Urras. Quiere abrir un nuevo espacio: uno donde las ideas no sean propiedad, donde la comunicación no sea monopolio, donde la ciencia no esté al servicio de la guerra ni de la moralidad. Su revolución es semántica, ética y estructural. Y comienza, simbólicamente, cruzando el muro.
El apoyo mutuo como ética narrativa y científica
En el corazón de Los desposeídos late una convicción radical: que la cooperación no es una utopía, sino una forma de vida posible. Esta idea, encarnada en el personaje de Shevek y en la estructura social de Anarres, conecta profundamente con la tradición anarquista, pero también con una lectura alternativa de la biología. Frente a la narrativa dominante de la evolución como “supervivencia del más apto”, Le Guin recupera una visión del mundo donde la simbiosis, la mutualidad y la interdependencia no son anomalías, sino fundamentos.
Ya a finales del siglo XIX, Piotr Kropotkin —geógrafo, naturalista y anarquista ruso— escribió El apoyo mutuo como una crítica frontal al darwinismo social. Tras observar durante años a comunidades animales y humanas en Siberia, Kropotkin afirmó que la lucha por la existencia no era la regla absoluta de la naturaleza:
“En innumerables especies animales y humanas, el apoyo mutuo es mucho más importante que la lucha mutua”.
Kropotkin, teorico ruso del anarquismo
Su propuesta no negaba la existencia de competencia, sino que cuestionaba su centralidad. La vida, para Kropotkin, se sostenía y evolucionaba sobre redes de cooperación. Y lo más audaz: extendía este principio a la ética, proponiendo que una sociedad anarquista —como la de Anarres— debía basarse en la ayuda mutua, no en la coerción ni en el contrato.
Un siglo después, la bióloga Lynn Margulis tomaría esa intuición y la haría estallar desde el laboratorio. En Captando genomas, coescrito con Dorion Sagan, Margulis desmonta el relato de que la especiación es producto exclusivo de mutaciones aleatorias acumuladas por selección natural. En cambio, propone que los grandes saltos evolutivos ocurrieron gracias a la simbiosis entre especies distintas. La célula eucariota, por ejemplo, surgió de la fusión entre dos organismos completamente diferentes:
“Los grandes episodios de especiación, aquellos que verdaderamente fundaron grandes reinos, se basaron en la simbiogénesis más que en las mutaciones aleatorias”
Desde esta mirada, la vida no es una guerra permanente sino una historia de fusiones, pactos y alianzas. La simbiosis no es la excepción: es la arquitectura misma de la vida.
Al situar a Shevek —científico, anarquista y exiliado— como protagonista, Le Guin subvierte el arquetipo del héroe conquistador. Shevek no conquista, no somete, no impone. Él conecta. Desarrolla una teoría científica (la Teoría de la Simultaneidad) que permitiría unir mundos distantes, y decide liberarla como bien común. Su gesto final no es una revolución armada, sino la entrega de su conocimiento a todas las sociedades, sin fronteras, sin patentes, sin privilegios.
El acto de Shevek es profundamente anarquista, pero también profundamente biológico. No impone, se acopla. No domina, convive. En este sentido, Le Guin no sólo narra una utopía política, sino que insinúa una ontología alternativa: la cooperación como principio generativo del universo, desde la célula hasta la comunidad.
¿Es posible otra forma de revolución?
La historia de Anarres no es una utopía triunfante. Es una advertencia: incluso las sociedades nacidas del sueño de la libertad pueden coagular en normas que excluyen, en moralismos que castigan, en estructuras que sofocan la posibilidad misma del cambio. El odonianismo, fundado sobre la negación del poder autoritario, se vuelve —en el curso de la novela— un sistema cerrado, donde las decisiones colectivas se confunden con unanimidad, y donde la disidencia se castiga no con represión abierta, sino con aislamiento simbólico.
Este “fracaso” del ideal no es un accidente, sino el núcleo filosófico de la obra. Le Guin no está interesada en mostrar un mundo perfecto, sino en poner en escena la tensión permanente entre utopía y estructura, entre libertad y orden, entre creación y conservación. La revolución, nos dice, no se acaba nunca. Si se detiene, se traiciona a sí misma.
En ese contexto emerge Shevek como figura ambivalente: ni héroe ni traidor, sino hacedor. Su revolución no es una ruptura violenta, ni un retorno a Urras, ni una toma del poder. Es un gesto simbólico, epistemológico, narrativo.
Shevek encarna un tipo de acción que podríamos llamar desobediencia creativa. Su viaje no se inscribe en las categorías clásicas de la revolución (pueblo contra tirano, toma del palacio, derrocamiento de un sistema), sino en un plano más íntimo y más radical: el cambio del lenguaje, de las relaciones, de la ciencia, del deseo. Al negarse a patentar su teoría del tiempo, al escribir en un idioma común para compartirla libremente, al dialogar con los disidentes de otros mundos, Shevek realiza una revolución sin proclamas: una revolución por la escucha y por la entrega.
El propio concepto odoniano de “hacer” —opuesto a “poseer” o “mandar”— se vuelve aquí central. Shevek no busca tener razón, ni acumular poder, ni imponer su visión. Quiere hacer un puente, abrir una puerta. Su acción final, al entregar su descubrimiento al “colectivo humano”, sin pertenencias ni bandera, es profundamente anarquista y profundamente poética.
Frente a la violencia estructural de Urras y a la rigidez simbólica de Anarres, Le Guin propone una tercera vía: la revolución incesante del pensamiento. No hay mapas para ella. No hay programa. Es una revolución que se hace y se rehace, cada vez que alguien se atreve a imaginar otro mundo posible —y a encarnarlo, aunque sea en soledad.
Pensar desde la fisura
Lecturas como las del libro colectivo Repensar el anarquismo en América Latina, compilado por Javier Ruiz García, abonan esa misma inquietud planteada en Los desposeídos: ¿cómo imaginar una transformación política sin caer en la lógica de la conquista o de la pureza? Aunque el texto no menciona directamente a Shevek ni a Le Guin, su reflexión sobre la revolución como disidencia ética, como fisura en la estructura simbólica, sintoniza profundamente con la propuesta narrativa de la novela.
En lugar de oponer “lo viejo” y “lo nuevo”, el libro insiste en la potencia de interrumpir el sentido común desde lo común. No desde una identidad totalizante ni desde una voluntad de poder, sino desde una práctica compartida de pensamiento, de palabra y de escucha. Lo que en Los desposeídos se encarna en el gesto de Shevek —abrir su teoría al uso libre, imaginar una ciencia que no se posea ni se explote— aquí se piensa como una ética de la interrupción y de la comunalidad.
Este tipo de reflexión resuena también con la praxis zapatista: “preguntar caminando”, hacer mundo sin tomar el poder, construir autonomías sin dogma, sin pureza, sin vanguardia. En el corazón de esta praxis late la idea de lo común: como territorio vivo, compartido y cuidado colectivamente. El común es tierra, agua, palabra, memoria y futuro; es la base material y simbólica de una vida que no se mide en propiedad ni en obediencia, sino en vínculos.
Así como los zapatistas se niegan a imponer una receta revolucionaria, Le Guin tampoco ofrece un modelo cerrado: su anarquismo literario es tentativo, ambiguo, vivo. En ambos casos, la apuesta está en sostener el horizonte abierto, en cuidar el espacio común, en defender la posibilidad de una vida que no esté mediada por la propiedad, la obediencia o la exclusión.
Estas lecturas colectivas, críticas, no dogmáticas, son en sí mismas una forma de práctica anarquista: no imponer, sino invitar. No cerrar el texto, sino prolongarlo. No dar respuestas definitivas, sino sostener la pregunta.
Fuentes consultadas
Le Guin, Ursula K. Los desposeídos. Traducción de Matilde Horne. Ediciones Minotauro, 2006 (primera edición en inglés: The Dispossessed, 1974).
Kropotkin, Piotr. El apoyo mutuo como factor de evolución. Varios editores. (Edición consultada: digital, dominio público)..
Goldman, Emma. La palabra como desobediencia: escritos anarquistas. Selección y traducción consultada de diversas ediciones en dominio público.
Margulis, Lynn y Sagan, Dorion. Captando genomas: una teoría sobre el origen de las especies. Editorial Kairós, Barcelona, 2003.
Ruiz García, Javier, et al. Repensar el anarquismo en América Latina: historias, epistemes, luchas y otras formas de organización. 115 Legion Press / Sinking City Comms, 2019. ISBN: 978-1-948501-08-8. [Incluye textos de Silvia Rivera Cusicanqui, Daniel Montañez, Sergio Reynaga, Benjamín Maldonado, Makame Lara, Marcos Aurelio, Camilo Restrepo, Alfredo Gómez Muller.]
La palabra de los zapatistas. Escritos del EZLN (1994–2005). México: Ediciones Rebeldía, 2005.
Gutiérrez Aguilar, Raquel. Horizontes comunitario-populares. Producción de lo común más allá de las políticas estado-céntricas.México: Traficantes de Sueños / Pez en el Árbol, 2017.
El domingo 28 de septiembre el comunero ecuatoriano Efraín Fuerez fue brutalmente asesinado por las Fuerzas Armadas del Ecuador, en Cotacachi, provincia de Imbabura, mientras se encontraba junto a miles de comuneros, sosteniendo el Paro Nacional que para ese entonces tenía cinco días de haber iniciado. Las protestas actuales recuerdan al estallido social ocurrido 6 años atrás, en octubre del 2019 cuando la población ecuatoriana tomó las calles en un contexto similar al actual.
El hecho que a finales del mes pasado llevó a decenas de comunidades a ‘parar’, fue que el pasado 13 de septiembre el gobierno de Ecuador liderado por Daniel Noboa, eliminó el subsidio al diésel -vigente desde 1974-, elevando el precio de 1,80 dólares a 2,80 dólares por galón (3.785 litros). Según Carolina Jaramillo, -portavoz de la Presidencia ecuatoriana- esta acción representará un ahorro de 1,100 millones de dólares anuales, que serán destinados a proyectos sociales y productivos para quienes más lo necesitan, así como para reducir el déficit fiscal y combatir el contrabando.
En contraste, la población -especialmente los sectores más vulnerables- considera que esta medida provocará el progresivo aumento económico en los productos de primera necesidad. La Asociación Nacional de Trabajadores de la Energía y el Petróleo (ANTEP), desmintió el análisis gubernamental y señaló que los únicos beneficiados con la eliminación del subsidio serán los empresarios del sector de importación de combustibles.
La supresión del subsidio tan sólo fue el detonante de la indignación. Noboa, de apenas 37 años de edad, asumió la presidencia ecuatoriana en noviembre del 2023 por un periodo de 18 meses para completar el mandato inconcluso de Guillermo Lasso, quien anticipó su salida antes de un juicio que lo culpara de corrupción.
Durante el primer periodo de gobernatura, Noboa realizó cortes sistemáticos de electricidad, aumentó la pobreza y el empleo informal, elevó el IVA y ha aprobado proyectos de construcción que amenazan la vida en territorios indígenas.
Debido a esa serie de medidas que han afectado a los sectores más vulnerables de la población ecuatoriana, el 22 de septiembre -cinco días después de que el subsidio fuera eliminado- inició el Paro del Pueblo.
Organizaciones populares, convocadas por el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), y Frente Popular, Unión Nacional de Educadores (UNE), entre otras a las que se les sumó el movimiento indígena y los partidos de izquierda, protestaron en 22 de las 24 provincias de Ecuador y decidieron no retirarse de las calles sino por el contrario, mantener bloqueadas las principales vías terrestres de comunicación.
Represión
A 9 días del paro nacional, en una sesión de consejo ampliado, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) resolvió mantener el Paro Nacional. Decisión que significa que los 18 pueblos, las 15 nacionalidades indígenas que conforman el Ecuador, comunas, comunidades, centros y asociaciones que, a su vez, integran esta Organización, permanecerán -hasta nuevo aviso- en las calles. Al igual que el gobierno de Noboa, Marlon Vargas, presidente de la CONAIE , afirmó que el diálogo no es una opción para la Confederación.
12 días después de que el paro inició, la única respuesta de Noboa ha sido la represión y criminalización de manifestantes. La revista Crisis informó el pasado jueves (2) que desde el inicio del Paro el Gobierno Nacional ha impuesto una serie de medidas en un intento de disuadir la organización popular, tales como el congelamiento de cuentas en un 12,5%, de acuerdo con la Alianza por los Derechos Humanos Ecuador, a varios dirigentes de organizaciones de la sociedad civil como del Movimiento Indígena y del Frente Nacional Anti-minero, entre otras.
El 23 de septiembre, en 22 puntos de Ecuador hubo movilizaciones que terminaron con 12 personas detenidas y heridos de bala, por fractura y golpes. En días posteriores, los 12 detenidos han sido reivindicados por los comuneros como luchadores sociales del pueblo kichwa de Otavalo. Aunque ha habido múltiples protestas en exigencia de su liberación, fueron declarados como ‘terroristas’ y trasladados hacia la cárcel de Esmeraldas y Portoviejo.
Otra de las medidas ha sido la militarización del territorio nacional para disuadir a las organizaciones movilizadas, específicamente en la región de la Sierra y la ciudad de Latacunga, lugar donde el medio comunitario TV MICC del Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi (MICC), fue clausurado arbitrariamente por 15 días. La Red de Medios Alternativos (RMA), en solidaridad con TV MICC, calificó el acto de “persecución política contra la comunicación comunitaria y los pueblos que se organizan y resisten”.
Las estrategias represivas por parte del gobierno de Noboa han incluido la aprobación del uso de armas y municiones letales en las manifestaciones. Muestra de lo anterior es lo sucedido la mañana del 28 de septiembre en el marco de este Paro Nacional.
Efraín Fuerez, comunero indígena de 46 años de edad falleció en el hospital de Cotacachi, luego de ser ingresado por un impacto de bala que perforó su espalda. De acuerdo a sus compañeros, además de que las Fuerzas Armadas dispararon contra Fuerez, cinco militares lo golpearon y patearon por varios minutos. En suma, como producto de la represión, una persona más permanecía en estado crítico, informó la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (INREH).
Frente al asesinato de Fuerez, el 30 de septiembre se realizó una Asamblea Comunitaria que contó con la presencia de defensores de derechos humanos, abogados, autoridades municipales y pobladores. En la Asamblea, 13 militares fueron procesados de manera comunitaria y posteriormente entregados a la “defensoría del pueblo, la Cruz Roja y a sus familiares”, donde los soldados pidieron disculpas por las acciones que llevaron la ejecución extrajudicial del comunero, solicitaron también la liberación de las 12 personas detenidas a lo largo del paro y además reafirmaron que “los indígenas no son terroristas”, de acuerdo con el grupo Crisis.
Al cierre de esta edición, la Alianza por los Derechos Humanos de Ecuador ha emitido el noveno reporte respecto a los hechos ocurridos en lo que va del Paro Nacional. Con corte del 3 de octubre a las 19 horas se han registrado: 196 reportes de vulneraciones a derechos humanos, 105 personas detenidas, 110 heridas, 12 temporalmente desaparecidas y una fallecida.
De igual forma, la Alianza comunica que el derecho a la integridad personal es el principal derecho afectado por las acciones de las Fuerzas Armadas pues aparece en 62 de todos los reportes recibidos junto a otros derechos afectados como: el derecho a la resistencia y a la protesta, el derecho a la opinión y expresión, el derecho a la autodeterminación y el derecho a defender derechos.
Exigencias
El 29 de septiembre en conferencia de prensa, Marlon Vargas, presidente de la CONAIE informó 10 puntos que integrantes de la Confederación le exigen a Noboa, entre ellos están:
la derogatoria al Decreto 126 -una de las demandas principales- para reactivar el subsidio del diésel. La defensa de la tierra y el agua. El fortalecimiento de la educación y salud pública. La reducción del IVA del 15% al 12%, pues de acuerdo con las organizaciones, dicho incremento fue impuesto por el gobierno para financiar la guerra contra el narcotráfico y “enfrentar la crisis económica” sin considerar a los sectores más vulnerables. El alto la represión y criminalización del pueblo ecuatoriano, así como la exigencia permanente de justicia para las víctimas de la represión como el comunero Efraín Fuerez.
Hasta el momento, bajo la premisa de ¡Somos indígenas, no terroristas!, varias comunidades integrantes de la CONAIE, así como colectividades artísticas y estudiantiles se encuentran movilizadas para exigir el cumplimiento de sus demandas incluyendo la renuncia de Noboa, mientras que la única respuesta por parte del gobierno ecuatoriano sigue siendo el uso de las fuerzas armadas para contener y reprimir a los manifestantes.
Ha sido un largo mes desde que partió la Global Sumud Flotilla (GSF), el 31 de agosto, desde distintos puertos hacia Gaza, Palestina. Su objetivo era llevar ayuda humanitaria a niños, mujeres y hombres civiles que están muriendo, ya no solo por los ataques de Israel, sino por inanición. Los barcos que apuntalaban la ruta se encontraban a escasas 40 millas náuticas para cumplir con el objetivo, cuando diversos grupos de fuerzas especiales del ejército israelí, fuertemente armados, los tomó por asalto.
El radar satelital marcaba 42 pequeñas embarcaciones navegando hacia Gaza. La primera intervención israelí fue a la mitad de la fila que llevaba la Flotilla, en aguas internacionales. Una a una fueron secuestradas junto con sus tripulantes. En un último mensaje que logro emitir Carlos Pérez Osorio, uno de los siete mexicanos que se había sumado a esta iniciativa, alertó, “Israel nos ha secuestrado en aguas internacionales. Poco a poco perdemos contacto con las demás naves, no sabemos cuánto tiempo va a pasar todavía para que lleguen a la nuestra”, dijo el activista que viajaba en la embarcación Hio.
Israel se ha quedado sin argumentos al catalogar esta iniciativa como “terrorista”, ya que su propio Manual de Derecho Internacional -guía que autoriza las acciones del ejército israelí-, establece que los actos de terrorismo se definen como “el uso de la fuerza o la violencia”, y “con la intención de causar muerte o daño físico grave a civiles”. No obstante, la Flotilla navegaba en aguas internacionales, cumpliendo con todos los requisitos legales y remarcando que era una acción “pacifica” para brindar ayuda humanitaria a la población civil de Gaza.
“Están cometiendo un genocidio y una limpieza étnica”, dijo el mexicano Pérez antes de ser detenido. El también documentalista pidió no dejar hablar de Gaza, ya que se encuentra “bajo asedio y con un bloqueo marítimo, aéreo y terrestre, durante casi 20 años. Gaza ha sido una prisión abierta”, fueron sus palabras antes de que su nave fuera interceptada por las fuerzas israelíes.
Toda la acción de Israel hacia esta iniciativa humanitaria fue transmitida en tiempo real, viralizando el tema en las redes sociales de todo el planeta. Nadie de la Flotilla opuso resistencia, lo que contradijo el discurso para catalogarlos como “terroristas”.
Pero este es solo el primer puente que la Flotilla ha creado, ampliando la comunicación y enlazando redes de solidaridad en todo el mundo que hoy hablan de Gaza y Palestina, así como del genocidio que esta sufriendo. Tras el asalto, miles de personas se congregaron en las plazas de España, Italia, México, Colombia, Brasil y cientos de diversas ciudades y comunidades en el mundo han sumado su palabra de rechazo hacia el genocidio y el secuestro de las embarcaciones que conformaban la iniciativa humanitaria.
Al final, la Flotilla logró llegar a Gaza
Los integrantes de la GSF mostraron una preparación sin precedentes en comunicación, documentando y transmitiendo todos los sucesos en tiempo real. Pero el hecho más trascendental ocurrió lejos de las cámaras, con el navío "Mikeno".
El barco "Mikeno" logró burlar el bloqueo naval y con coraje y determinación, sus tripulantes marcharon sin parar, alcanzando las costas de Gaza. Uno de los últimos mensajes en la radio que recibieron sus compañeros en las demás embarcaciones fue enviado por el capitán quien delcaró: “vemos tierra”.
Lo único que se afirmo es que el Mikeno había entrado en aguas territoriales de Gaza, rompiendo así el bloqueo. Un miembro de la delegación turca, Ramazan Tunc, confirmó esto a la agencia turca anadolu. “Esto significa concretamente que el bloqueo se ha roto. Durante años, se ha dicho que era infranqueable, que Israel impuso a Gaza un asedio terrestre y marítimo con un poder considerable. Hoy compartimos con ustedes la alegría de haber logrado que nuestro barco Mikeno entrara en Gaza ”, afirmó Tunc, pese a que desde ese momento no se sabe más del barco y de la tripulación.
Hasta el momento no hay una declaración oficial sobre el Mikeno, su destino es incierto. Según el rastreador satelital, el barco fue “presuntamente interceptado”, pero, su llegada a territorio de Gaza, ya es considerada como una victoria en las redes sociales y se comienzan a crear gráficas y mensajes sobre su heroísmo.
Una de las últimas declaraciones del ministerio de asuntos exteriores israelí confirmó que “queda un último barco provocador a lo lejos” y añadió: “Si se acerca, también se impedirá su intento de entrar en una zona de combate activa y romper el bloqueo”.
Muhammed Küçüktigin, el capitán civil turco del buque Mykeno, logró deshonrar a la flota sionista de miles de millones de dólares, escapó de su captura y entró en aguas de Gaza.
A bordo de esta nave iba el activista turco Muhammed Küçüktigin, abogado y capitán civil de la nave, quien se convirtió instantáneamente en un héroe popular en las redes sociales turcas, simbolizando la determinación inquebrantable —el “Sumud”, en lengua árabe— del pueblo palestino y sus aliados. Él profesor de la Universidad Internacional de Sarajevo en Bosnia y Herzegovina y también jurista, comenzó a ser tema de conversación en las redes sociales.
La participación de Turquía en esta iniciativa ha sido, más que simbólica, es un pilar fundamental, pues es el país euroasiático que ha otorgado un respaldo importante a Gaza. El gobierno turco no solo coordinó el suministro de alimentos y medicinas para la flotilla, sino que declaró abiertamente su vigilancia sobre la misión, advirtiendo que intervendría con unidades de rescate y buques de guerra si era necesario.
Amnistía Internacional
La respuesta de la comunidad internacional de derechos humanos ha sido contundente. Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional, calificó la interceptación de la GSF como "un ataque descarado contra activistas solidarios que llevaban a cabo una misión humanitaria totalmente pacífica".
En una declaración demoledora, Callamard subrayó, "al seguir bloqueando activamente una ayuda vital para una población contra la que Israel está cometiendo un genocidio, Israel demuestra su total desprecio por las órdenes legalmente vinculantes de la Corte Internacional de Justicia".
El secuestro de embarcaciones en aguas internacionales y la detención ilegal de civiles en una misión humanitaria constituyen crímenes que no pueden quedar en la impunidad. Por tanto, Amnistía Internacional exigió la liberación inmediata e incondicional de la tripulación, denunciando que su detención es ilegal. "Esta interceptación no sólo bloquea ayuda humanitaria: es un acto calculado de intimidación que tiene como fin castigar y silenciar a quienes critican el genocidio israelí y su bloqueo ilegal de Gaza", sentenció Callamard.
Actualización
Al parecer no todos los barcos fueron secuestrados. Durante la habitual conferencia de prensa matutina de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, este 2 de octubre, informó que seis mexicanos fueron detenidos por las fuerzas israelíes. Pero, eran 7 mexicanos que viajaban en la GSF, una de ellas es Miriam Moreno Sánchez, quien aún se encuentra navegando en la embarcación Shireen. Esta mexicana, que es parte del apoyo legal, informó a primeras horas de este mismo día, desde la nave en la que viaja, que "la misión sigue. Varios barcos siguen adelante en su travesía y están cada vez más cerca de Gaza".
La mexicana se refiere a otra parte de esta Misión que venía en la retaguardia. Esta es la Freedom Flotilla Coalition (FFC Coalición Flota de la Libertad), quienes anuncian que son un "movimiento popular de solidaridad entre pueblos compuesto por campañas e iniciativas de diferentes partes del mundo, que trabajan juntas para poner fin al bloqueo ilegal de Gaza por parte de Israel".
La FFC afirma que siguen los mismos objetivos de romper el bloqueo que ha impuesto Israel desde hace más de 17 años, pero, ademas, pretenden "dar a conocer la complicidad de otros gobiernos y actores globales que permiten el bloqueo. En particular, el gobierno de los Estados Unidos que ha respaldado la violencia de Israel contra los palestinos durante décadas", anuncian en su sitio oficial.
Seguimiento en vivo de la Freedom Flotilla Coalition
En el rastreador de la FFC que sigue su ruta en tiempo real, donde figuran embarcaciones más grandes que las que formaron parte de la GSF, destacan al menos 9 embarcaciones que partieron de los puertos de Catania y de Otranto en Italia.
Es por ello que la Mexicana Miriam pide que no se deje de hablar de Gaza y, entre una mezcla de alegría y llanto, tambien anunció que "a pesar de todas las noticias devastadoras, hoy, por primera vez en mucho tiempo, los pescadores de Gaza han logrado salir a pescar, debido a los esfuerzos del ente sionista de detenernos".
Del mismo modo, en distintas redes sociales de Turquía han anunciado otra Flotilla más, pero aún no hay confirmación oficial.
En portada: Protestas impidieron acto presidencial en Ushuaia, Tierra del Fuego, el pasado lunes 29 de septiembre. Foto: La Trocha Digital.
Los recortes de presupuestos de salud y educación pública generan movilizaciones masivas en Argentina, las que sumadas al malestar por evidencias de corrupción en el círculo presidencial ponen en crisis el gobierno de extrema derecha de Javier Milei.
Los pronósticos incluso desde medios de comunicación afines al régimen ultraliberal apuntan a un probable fin anticipado del mandato de Milei, en un contexto, además, de derrota del partido oficialista, La Libertad Avanza (LLA), en las elecciones legislativas de Buenos Aires este mes y de una inminente caída en la votación nacional de diputados que se realizará en octubre.
Con una eventual mayor presencia opositora en la Cámara de Diputados y ex aliados que se distancian de la administración de Milei, este podría ser sometido a un juicio político que ponga fin a su presidencia por anticipado.
Dos semanas antes de los comicios en Bueno Aires, la prensa independiente difundió un audio -validado por un juez federal- en el que se escucha al ex abogado de Javier Milei y entonces titular de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), Diego Spagnuolo, decir que Karina Milei, hermana del jefe de Estado y secretaria de la Presidencia, ordena sobreprecios en compras de medicinas de la Andis y cobra como soborno el 3% de cada contrato.
El impacto de la revelación se tradujo en los resultados: LLA perdió por una diferencia de trece puntos y cedió a la coalición de izquierdas el apoyo en localidades conservadoras de la capital, que concentra al 40% de votantes del país.
Causa judicial abierta
El segundo revés del gobierno libertario fascista es la investigación judicial abierta a raíz de los indicios de irregularidades en la Andis, entre estas la multiplicación de contratos del Estado con la Droguería Suizo Argentina, señalada en los audios como parte del entramado de corrupción, que pasó de licitaciones por 3,900 millones de pesos a 108,000 millones entre 2024 y 2025.
Fueron allanadas las sedes de la Andis, la farmacéutica y propiedades de sus dueños -los hermanos Kovalivker-, cuyos secretos bancarios y fiscales se levantaron. En el auto de uno de los empresarios se encontró 266,000 dólares y siete millones de pesos en efectivo.
Asimismo, la Cámara de Diputados decidió interpelar a Karina Milei por este caso -aún sin fecha establecida-, a la vez que estaba programada para este martes (30) su interpelación por el escándalo de la estafa de la criptomoneda en que participó Javier Milei.
Karina Milei no asistió a la primera fecha de citación, el pasado martes 23 de septiembre, por encontrarse en Estados Unidos, a donde la cúpula del gobierno de Argentina acudió para concretar un paquete de ayuda económica de Washington, tras un nuevo endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Es decir, el país asumió una deuda para pagar otra.
La calle contra los vetos
La tercera derrota de Milei fue en el Senado, que el 18 de este mes aprobó, con votos de su bancada, los aumentos de presupuestos -vetados por el presidente- a la salud pediátrica, las universidades públicas y los gobiernos provinciales.
Contra la decisión del Senado, con el escándalo de corrupción y la derrota electoral a cuestas, Milei insistió en bloquear las partidas, lo que terminó por movilizar a la población masivamente a las calles. Convergieron demandas de trabajadores de la salud y el campo, estudiantes universitarios, jubilados y todos los sectores populares.
En respuesta, la Cámara de Senadores reafirmó su posición, lo que obligó al mandatario a promulgar las normas de financiamiento el pasado lunes 22 de septiembre. No obstante, en una última maniobra por encima de la ley, Milei ha dejado suspendidas sus aplicaciones. Se esperan más protestas en las próximas semanas.
En este panorama el gobierno autodenominado anarcocapitalista se dirige a las elecciones legislativas intermedias nacionales del 26 de octubre. Con el control de las dos cámaras del Congreso perdidas por La Libertad Avanza, la renovación de la mitad de los diputados y un tercio de los senadores llevará a la oposición a convertirse en mayoría parlamentaria.
El siguiente paso sería el juicio político a Javier Milei. Los sustentos que se han barajado en el Congreso para este procedimiento son varios, desde los decretos de urgencia de ajustes y entrega de los territorios al inicio de su gestión, pasando por el desfinanciamiento de medicamentos ontológicos y comedores populares, hasta la venta de tierras vírgenes de la Patagonia y el endeudamiento con el FMI. Los últimos acontecimientos suman nuevas causas probables.
Todo indica que el experimento libertario de la casta dominante de Argentina, entregada a los intereses de Estados Unidos en la región, se verá obligado a cambiar de rostro antes de tiempo.