Cincuenta años después. Los nietos de los activistas del año 1968 junto a sus compañeros, profesores, así como por padres y madres de los universitarios y universitarias asesinadas en los últimos años en Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y por integrantes del Comité del 68, salieron a las calles este 13 de septiembre para conmemorar los 50 años de la Marcha del Silencio, donde se expresó que el silencio sería “más elocuente que las palabras que acallaron las bayonetas”.
En respuesta a la represión del Estado Mexicano, el 11 de septiembre del año 1968, en absoluto silencio y con las bocas tapadas, más de 300 mil estudiantes y profesores marcharon en busca de una solución a su pliego petitorio, por la exigencia de un diálogo público con las autoridades y por un alto a la represión. La respuesta se desencadenó más violenta tiempo después. El gobierno mexicano de esa época saco al ejercito a confrontar las manifestaciones, dejando como saldo cientos de estudiantes asesinados y desparecidos.
Este 11 de septiembre del año 2018, en un contexto de violencia creado por grupos de choque mejor conocidos como “porros”, quienes perpetuaron un ataque contra estudiantes de la UNAM, las calles de la ciudad de México se volvieron a inundar de universitarios, las cifras oficiales contabilizan más de 23000 manifestantes."Somos herederos de ese movimiento (1968), nos unimos a esta movilización por estar en contra del porrismo. Ahora notamos que la protesta es parte de la conciencia de los jóvenes", comenta David Flores, del comité surgido tras la matanza de Tlatelolco del 2 de octubre.
La movilización partió de del Museo de Antropología hacia el Zócalo capitalino de la ciudad de México. Entre el contingente hicieron acto de presencia los familiares y padres de familia de estudiantes que han perdido la vida en las instalaciones de la UNAM, entre ellos Roberto Malagón Gaona, asesinado en 2017 dentro de la UNAM, Carlos Sinuhé Cuevas asesinado en 2011 y Mónica Guadalupe Gutiérrez Vega, asesinada en 2017. También estuvieron presentes los padres y madres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos.
El acuerdo de la asamblea interuniversitaria fue replicar una movilización silenciosa, que fue respetada como hace 50 años, pero el pase de lista con el conteo del 1 al 43, recordando la exigencia de “presentación con vida” de los estudiantes de Ayotzinapa Guerrero, irrumpió en la manifestación.
A escasos 19 días de un nuevo aniversario de la matanza de Tlatelolco de 1968, los estudiantes preparan una mayor y más concurrida movilización.
