Chiapas: Salud de presos tsotsiles en peligro tras 110 días en huelga de hambre

Foto de portada: Isabel Mateos / Cuartoscuro

Cinco indígenas tsotsiles contabilizan 110 días en huelga hambre. Ellos son: Adrián Gómez Ruíz, Juan de la Cruz Ruíz, Abraham López Montejo y Germán López Montejo están encerrados en el Centro Estatal para la Reinserción Social de los Sentenciados (CERSS) No. 5, en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, mientras Marcelino Ruíz Gómez está en el CERSS 10 ubicado en Comitán de Domínguez. Juan Pérez Álvarez, indígena tseltal que también estaba en huelga de hambre en el CERSS 10, ha sido liberado el 14 de mayo de 2019 después de 16 años en prisión.

En contexto ⇒ Chiapas: Presos anuncian huelga de hambre indefinida para exigir su libertad

La exigencia: libertad inmediata

Los cinco presos que siguen en protesta denuncian haber sido detenidos sin orden de aprehensión y que bajo tortura los hicieron confesar delitos que no cometieron. También han denunciado haber recibido tratos crueles, inhumanos y degradantes en prisión y discriminación por ser de pueblos originarios.

Según el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, los presos en huelga exigen al Estado mexicano: revisar sus expedientes penales; continuar las investigaciones de las denuncias por tortura y otras violaciones a derechos humanos; atender la solicitud de libertad inmediata y garantizar su seguridad e integridad al ejercer su derecho de libre expresión y manifestación.

Negligencia médica y acceso al agua potable negado

Desde que empezaron su huelga de hambre, los presos han denunciado en varias ocasiones omisión y negligencia en la atención a su salud. También denuncian que se les niega el derecho al acceso inmediato al agua potable, lo que les afecta en particular a nivel hepático y renal.

Susana Ruíz, hermana de Juan de la Cruz Ruíz, señaló en una entrevista para Avispa Midia que el domingo 30 de junio los presos nuevamente tuvieron problemas para acceder al agua. Cuando la solicitaron, “les dijeron que si querían agua la tenían que comprar, y no les quedó de otra que ir con el garrafón y llenarlo con el tubo, pero en el tubo está muy contaminada el agua porque hay una parte de las tuberías que están rotas y está conectado con las aguas negras de los baños. Y de ahí tuvieron que traer el agua porque llevaban muchas horas sin poder tomar su miel”, denuncia Ruíz.

Leer también ⇒ Chiapas: Pese a maltrato y agresiones, presos continúan huelga de hambre

Salud en deterioro

Esas condiciones, sumadas a los 110 días que llevan sin ingerir alimentos, hacen que su salud se este deteriorando.

Por la mañana del sábado 29 de junio, Juan de la Cruz Ruíz fue trasladado al Hospital de las Culturas en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, ya que sufría de un dolor muy fuerte en el abdomen y presentaba diarrea.

Antes de que lo sacarán del hospital, Cruz Ruíz solicitó un permiso para ser acompañado por un familiar, el cual le fue negado por el director del penal. A pesar de ello, sus familiares decidieron seguirlo al hospital. “Fuimos para verlo aunque sea de lejos y sí vimos el estado grave en el que estaba mi hermano, no podía caminar, el dolor era muy fuerte y se doblaba. Se quejaba de mucho dolor”, nos cuenta su hermana.

A pesar de su estado de salud, al llegar al hospital se le negó el ingreso a Juan, “porque no tenían la autorización”. Por lo mismo, le negaron también la posibilidad de sentarse en una silla mientras esperaba la atención médica.

Cuando por fin llegó el permiso, lo dejaron pasar junto con su hermana ya que un trabajador social dijo que necesitaba ser acompañado por un familiar que le ayudará porque el hospital no contaba con camillas disponibles.

Lo revisaron, le pusieron un suero y le realizaron una prueba de sangre y un ultrasonido. Pasó la noche en el hospital recibiendo tratamiento, “entre dolor y risa, con muchas emociones porque es la primera vez desde hace más de 12 años que estaba cerca de su familia, que pudimos estar con él”, relata su hermana.

En la mañana del domingo 30 de junio, su mamá lo acompañaba cuando lo dieron de alta entre las 11 y las 12. El diagnóstico fue que tenía salmonelosis y deshidratación y que presenta inflamación crónica en el riñón derecho y piélica leve en el riñón izquierdo. Sus familiares fueron a la farmacia a comprar los medicamentos recetados y se los entregaron para que se los llevará de vuelta al penal.

“Lo vi bastante mejorcito porque ya no tenía mucho dolor, sí estaba cansado y débil pero pues eso ya es normal con tantos días que han estado en la huelga de hambre”, relata Susana.

Por la mañana del lunes 1 de julio, Juan volvió a hablar con su hermana para avisarle que estaba mejor, pero que otro compañero se sentía mal.

“Al compañero Adrián ya lo han traído a San Cristóbal al hospital dos veces, y me comenta mi hermano que hoy amaneció mal otra vez. Y ayer, nos trasladamos al penal para ver que Juan llegará bien y me di cuenta que el compañero Germán igual está mal de la salud, tiene tos y gripa. Se han visto afectados, en periodos muy cortitos se ponen muy mal, ya no tienen de donde sacar fuerza”, explica la hermana de uno de los presos en huelga de hambre.

Sin respuesta del gobierno estatal

El riesgo a la vida de los cinco compañeros se incrementa debido a que el gobierno del estado de Chiapas no ha resuelto su solicitud de libertad, razón por la cual continúan la huelga de hambre.

“Ellos están muy decididos. Ya confiaron una vez en el gobierno pero no hubo respuesta como lo prometieron. Y difícilmente creo que vuelvan a confiar de esa manera”, nos comparte Susana Ruiz.

El 10 de abril, el secretario general del gobierno de Chiapas, Ismael Brito, había tenido una mesa de diálogo con los familiares de los presos en huelga de hambre en la que, en nombre del gobernador Rutilio Escandón, “les garantizó que revisarían a profundidad, con un sentido muy humano, cada expediente de sus familiares”.

Ver también ⇒ Chiapas: En riesgo salud de presos en huelga de hambre

En aquella ocasión, el funcionario estatal también pidió que levantarán la huelga de hambre, cosa que hicieron los huelguistas, poniéndole al gobierno un plazo de 20 días para cumplir con sus promesas. El día 15 de abril, empezaron un ayuno en el que solo comían unos días, y otros días sólo tomaban agua y miel. Sin embargo, terminó el plazo y el gobierno nunca cumplió, por lo que decidieron reanudar con la huelga de hambre.

“A más de 100 días del inicio de este proceso de lucha, la respuesta que los compañeros están teniendo por parte del Gobierno y del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Chiapas es una burla, y eso siendo generosos. El juego macabro al que están sometiendo a los compañeros en huelga de hambre y a sus familias es poco más que espeluznante. Falta de compromiso en los acuerdos, en los plazos que se comprometen a entregar respuestas e información. Juegan a tirarse la pelota entre ellos y con eso, intentan jugar al desgaste hasta la desesperación”, denunciaron integrantes del Grupo de Trabajo No Estamos Todxs en un comunicado.

En dicho documento, la organización que ha acompañado la huelga de hambre de los presos, también hacen responsable al Gobierno del Estado de Chiapas, y en especial al gobernador Rutilio Escandón Cadenas, al Tribunal Superior de Justicia del Estado, y en especial al Magistrado Presidente Juan Óscar Trinidad Palacios así como al Director de Derechos Humanos de la Subsecretaría de Gobierno, Francisco Fernando Pérez Robles, en caso de daño irreversible, o desenlace final.

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