Celestino Córdova, autoridad espiritual del pueblo mapuche, este 13 de julio, ha cumplido 71 días en huelga de hambre en la cárcel de Angol, región de La Araucanía, en Chile. Con las condiciones frágiles en su salud y con una perdida de 20 kilógramos en su peso, dijo en un comunicado: “en un posible fallecimiento le pido a mi pueblo no bajar la guardia”.
Córdoba se declaró en huelga de hambre liquida desde el pasado 4 de mayo junto a otros ocho comuneros. En sus demandas exigen al Estado Chileno que permita su traslado hacia sus comunidades, para efectos de que puedan cumplir sus penas a salvo, en el marco de la emergencia sanitaria de la Covid-19.
Córdoba actualmente se encuentra pagando una condena de 18 años de cárcel por la supuesta complicidad con la muerte del empresario Werner Luchsinger y su esposa, Vivianne Mackay, quienes fueron encontrados calcinados, tras un incendio, en enero del año 2013.
Desde octubre del año 2017, el Tribunal Oral en lo Penal de Temuco decidió absolver a 11 comuneros mapuche por su supuesta implicación en la muerte de la pareja. La determinación fue unánime y se remarcó que el Ministerio Público no logró comprobar la implicación de ninguno de los imputados en el delito. El único condenado por el supuesto asesinato del matrimonio Luchsinger es el líder espiritual, Celestino Córdova.
Cristina Romo, parte de la vocería de la huelga de hambre, hizo un llamado al resto de la Nación Mapuche a combatir con todo tipo de acciones esta injusticia. “Hacemos un fuerte y amplio llamado a continuar con las distintas movilizaciones (…) teniendo presente que cada acción de fuerza que ejercen nuestras hermanas y hermanos Mapuche, independientemente de donde se hagan, es la lucha de nuestro pueblo y nación Mapuche”, leyó la vocera en un comunicado.
Así mismo, la vocería aseguró que se ha dejado en evidencia que, “el gobierno en turno no cuenta con la voluntad para darle una salida política a la crítica situación de huelga de hambre de los presos políticos Mapuche”.
“El diálogo es urgente. Debemos destrabar la situación de la huelga de hambre, si esto termina mal se dificulta enormemente el entendimiento y la paz en la Región de La Araucanía”,
SOSTUVO EL DIRECTOR DEL INSTITUTO NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS (INDH), SERGIO MICCO.
Por su parte, Leonor Olate, médica particular del líder espiritual, aseguró que, “como médica del Machi Celestino Córdova … es necesario comunicar lo grave de su estado de salud física, deterioro a nivel cardiovascular, renal y neurológico severos. Es necesaria una pronta respuesta del gobierno a sus demandas”.
El preso político, con toda firmeza y convicción, no solo le pide a su pueblo que resista, sino que también pide “luchar hasta hacer que el Estado chileno se ponga a disponibilidad de devolver nuestro territorio ancestral Mapuche. Que los recursos naturales vuelvan a todos sus habitantes, porque hoy muchos de ellas y ellos se encuentran privadas y privados de libertad por parte del Estado chileno, provocándoles mayores daños y perjuicios en el ámbito espiritual, personal y socioeconómico”.
Córdoba se refiere la región de Temuco, donde existe la mayor presencia de comunidades y asociaciones Mapuche, conocida como la “zona roja”, un territorio donde los pueblos originarios reivindican las tierras de sus ancestros, cuya mayoría está en manos de empresarios y latifundistas.
Actualización
Hasta el día 74 de huelga de hambre liquida el Machi Celestino Córdoba fue trasladado de urgencia al hospital Imperial por la grave situación de salud en la que se encuentra.
“Esta en la fase de máxima gravedad. Tiene demasiadas secuelas físicas de la huelga de hambre del año 2018 y hoy día estamos contra el tiempo”, informó la vocera de los presos Mapuche, Cristina Romo.
A su vez la vocera hace un llamado a la solidaridad en Chile y a nivel internacional, “toda la solidaridad, toda la ayuda, todo el aporte, toda movilización, es bienvenida. Sumándose a la legitima lucha Mapuche por la defensa de la tierra y la liberación. Apoyando la digna resistencia del machi Celestino Córdoba, de los ocho presos políticos en la cárcel de Angol y de los once presos políticos de la cárcel de Lebu”.
La Refinería de Dos Bocas, Tabasco, es uno de los proyectos estrellas de la administración del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Según declaraciones del mandatario, la nueva refinería – que alcanzaría una capacidad de 340 mil barriles por día – debería inaugurarse el 1 de junio del 2022, tres años después del inicio de su construcción.
De acuerdo con informes del gobierno, la construcción de la nueva refinería permitirá bajar el precio de los combustibles, así como disminuir la dependencia energética del país hasta, a mediano plazo, “lograr la autosuficiencia en la producción de gasolinas y diésel”.
“Actualmente nuestro país importa casi 80 por ciento de los combustibles que consume. Esta dependencia energética termina por generar un mayor precio, el cual es pagado por los consumidores mexicanos. El plan es producir más gasolinas en nuestro país, modernizando las seis refinerías del país y construyendo una nueva, para reducir el costo de los combustibles”, explica la página de la Secretaría de Energía (Sener).
Además, el proyecto de la refinería es un intento para estimular a la empresa estatal productora, transportista, refinadora y comercializadora de petróleo y gas natural Petróleos Mexicanos (Pemex), que se encuentra con grandes dificultades económicas. De acuerdo con su informe financiero entregado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), Pemex perdió 346 mil 135 millones de pesos, 91.8 por ciento más que en 2018. Durante el primer trimestre del año 2020, rebasó las pérdidas del año anterior con 562 mil 250 millones de pesos faltantes. Sin embargo, para muchos críticos, el proyecto de Dos Bocas no es económicamente viable, además de poner en peligro tanto la vida de la flora, fauna y de las comunidades que habitan el territorio donde pretende ser construida.
Petróleo no muy estratégico
En un primer momento, el gobierno federal anunció que el proyecto tendría un costo máximo de 8 mil millones de dólares, lo que en ese momento equivalía a 154 mil 400 millones de pesos a un tipo de cambio de 19 pesos por dólar.
Sin embargo, la depreciación que el peso ha sufrido en las últimas semanas como efecto de la pandemia de coronavirus, aumentará el costo de la refinería hasta en un 23,3% si se toma en cuenta el tipo de cambio actual, ya que la mayoría de los contratos se firman con moneda estadounidense, relató el periódico El Financiero.
Además, antes de la crisis, especialistas y calificadoras del sector empresarial y financiero ya afirmaban que el presupuesto estimado por el gobierno federal está muy por debajo del necesario, que podría ser de entre 12 mil y 14 mil millones de dólares, tomando como base proyectos similares.
Los especialistas también han asegurado que es muy improbable que el proyecto se finalice en tres años. De acuerdo con datos del grupo financiero Citibanamex, una refinería como la planeada en Dos Bocas, para producir 400 mil barriles diarios procesando crudo pesado, costaría alrededor de 12 mil millones de dólares y tendría un tiempo de construcción de ocho años.
Tomando en cuenta los periodos de desarrollo de obras similares, se sabe que la refinería Comperj, en Brasil, tardó 15 años en construirse, mientras la de Sturgeon NWR, en Canadá, tardó aproximadamente siete años.
Más allá de los problemas de planeación, es necesario tomar en cuenta el bajo precio en que se comercializan los productos petrolíferos y, la poca demanda que hay en el mercado. Para el segundo trimestre de este año, se espera una baja de entre 15 y 20 por ciento de la demanda,como efecto del coronavirus.
Para Gonzalo Monroy, director general de la consultoría GMEC, la refinación no es un sector seguro para el futuro. “Hacer negocios con la refinación va a ser cada día menos rentable. Hay un gran error en pensar en barriles, cuando se trata de si la refinación hace dinero o no. En este momento sale más barato importar a que lo haga directamente Pemex”, opina el especialista.
“Aun así tuvieras la refinería ya lista y operando a nivel de élite, la estrategia más racional sería pararla. Esta estrategia muestra una desconexión con lo que está pasando a nivel global tanto en el mercado de crudo como de derivados”, expresó Adrián Calcaneo, director de Midstream y Líquidos para América Latina de IHS Markit.
“La idea de la soberanía energética y la seguridad energética, la idea de que las cosas deben hacerse en México, es más ideológica que económicamente racional. La idea de construir una refinería económicamente no tiene sentido “, dijo Lisa Viscidi, directora del programa de Energía en el Diálogo Interamericano, un grupo de expertos centrado en las Américas para Quartz.
Devastación de manglares impune
En cuanto a condiciones medioambientales, la Secretaría de Energía (Sener) comentó que el proyecto de Dos Bocas es un proyecto seguro para la naturaleza, ya que contará “con una infraestructura segura y confiable, que operará cumpliendo con los más altos estándares aplicables a este tipo de instalaciones”.
Más en detalle, la Sener aseguró que “en el aspecto ambiental, las afectaciones son moderadas y las acciones para su control, mitigación o compensación consisten en diferentes sistemas de control ambiental, programas de manejo, rescate y reubicación de fauna, así como programas de reforestación, que se complementan con medidas estratégicas para la reducción de emisiones y para garantizar la integridad de las comunidades. Finalmente, el proyecto fomentará y mejorará la calidad ambiental a través de la producción de combustibles limpios”.
Sin embargo, en realidad, el proyecto ya está causando daños severos en la zona donde pretende ser construida la refinería: franjas de selva y varias hectáreas de manglar han sido cortadas por una empresa externa poco después de que el presidente electo, López Obrador, anunciara el proyecto en julio de 2018, aunque el permiso para comenzar a trabajar no se emitió hasta el siguiente año.
En enero de 2019, la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos (ASEA), le dio al tercero que causó la destrucción, una empresa que hasta la fecha no ha sido identificada públicamente, una multa de 13,9 millones de pesos. La autoridad aseguró entonces que la empresa había admitido su culpa en el caso; pero a pesar de ello, la Agencia no ha cobrado la multa, la cual fue finalmente cancelada.
Además, cuando ASEA finalmente le otorgó a Pemex un permiso de construcción condicional en agosto de 2019, le impidió a la compañía interferir con el área restante de manglares. Sin embargo, desde esa orden, se han reducido más manglares, así como otro tipo de vegetación en varias áreas del sitio y, aparentemente, hay múltiples caminos creados para proporcionar acceso a vehículos donde los manglares vivían anteriormente, muestran imágenes de satélite. Varias áreas más pequeñas también fueron despejadas en el período entre ASEA que entregó la multa en enero y emitió el permiso.
Los manglares, que generalmente se encuentran en aguas costeras poco profundas, capturan de tres a cinco veces más carbono que la flora continental y ayudan a proteger contra las tormentas e inundaciones causadas por el cambio climático.
México, que tiene la cuarta área más grande de manglares en el mundo después de Australia, Indonesia y Brasil, apuntó a su conservación y recuperación como parte de los compromisos del Acuerdo de París. Sin embargo, manglares están siendo talados en todo el país. Según la Universidad de California en San Diego, si el ritmo de deforestación actual se mantiene, México podría perder la mitad de su población de manglares en los próximos 50 años.
Cabe agregar que la destrucción del bosque también está vulnerando el sitio planeado para la refinería, que ya estaba en riesgo de inundación. En efecto, fue en 2014 cuando se advirtió a Pemex que el puerto de Dos Bocas ocupaba el séptimo lugar en la lista de todas las instalaciones de la compañía más amenazadas por el cambio climático, según un documento consultado por el periódico Quartz. Dicho documento, que fue compilado por el Centro Mario Molina, una organización ambiental sin fines de lucro, calificaba el riesgo de inundación de Dos Bocas en 5 de 5.
Datos escondidos
De manera más general, que sea entorno al impacto ambiental o al impacto social que provocará la puesta en marcha de la refinería, la información detallada que salió de las investigaciones científicas está siendo ocultada.
En cuanto al impacto sobre el entorno natural, si bien la Manifestación de Impacto Ambiental presentada por Pemex indica que en la zona de construcción se encontraron 4 239 animales pertenecientes a 119 de 53 familias, el documento presenta tablas sombreadas donde supuestamente se debe de indicar el grado de impacto que se tendrá sobre las especies de la zona.
Entre los animales que habitan el territorio amenazado, 27 aparecen dentro de una lista de riesgo de desaparecer, establecidos en la NOM-059-SEMARNAT-2010, entre ellos el mono aullador o el oso hormiguero. También se encuentran otras especies clasificadas como “amenazadas” y que son aquellas que podrían desaparecer en el mediano plazo, como son el zorrito platanero, puercoespín, nutría, garza tigre, carao, vireo, jiblanco, culebra bejuquilla, perico o la iguana negra.
En cuanto a la vegetación que será desmontada para la preparación del sitio, también se ocultó la información detallada.
Pemex: una larga historia de contaminación en Tabasco
Además de la falta de información concreta en cuanto a Dos Bocas, en el estado de Tabasco, Pemex y sus proyectos tienen una historia larga que ya ha causado numerosas inconformidades dentro de la población local.
Como lo han documentado medios locales, en comunidades como Oxiacaque, Tucta o Mazateupa –que se encuentran a unos 60 kilómetros del terreno donde estará la refinería–, “los derrames y explosiones de pozos petroleros del Campo Sen de Pemex han dejado a su paso no solo devastación ambiental, también enfermedades en la gente del lugar”.
En el municipio Chontal de Tucta, en octubre de 2013, la población sufrió las consecuencias de la explosión del Pozo Terra 123, el cual provocó un incendio que duró 52 días.
En Julio del 2019, una fuga de aceite y gas en un ducto que pasa cerca del poblado contaminó severamente la zona, además de afectar la salud de los habitantes.
Habitantes de la zona, también han denunciado la escasez de servicios y “la poca capacitación e integración para que personas nativas se empleen en la misma empresa productiva del Estado”.
De hecho, cabe señalar que, en Tabasco, a pesar de la riqueza petrolera, datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política del Desarrollo Social (Coneval) revelan que en 2015, el 45 por ciento de su población estaba en situación de pobreza.
Esa realidad permite pensar la poca confianza que existe a nivel local para que la nueva refinería provoque cambios positivos para la gente.
Ley garrote: criminalización de la resistencia
Hasta la fecha, el proyecto de Dos Bocas no parece haber provocado un movimiento de protesta de gran magnitud.
Sin embargo, cabe señalar que el proyecto se está desarrollando en un Estado en el que, el 29 de julio del año pasado, el Pleno del Congreso local reformó el Código Penal avalando sanciones de entre 6 y 13 años a los ciudadanos que protesten realizando bloqueos parciales o totales a obras públicas o privadas en curso.
Así, el artículo 308 bis señala: “Al que extorsione, coaccione, intente imponer o imponga cuotas e impida total o parcialmente el libre tránsito de personas, vehículos, maquinaria, equipo especializado o similar, para la ejecución de trabajo u obras pública o privada en las vías o medios de comunicación de jurisdicción local al que se refiere el artículo 306, se le impondrá prisión de seis a trece años y multa de mil a dos mil veces el valor diario de la unidad de medida de actualización, sin perjuicio de las penas que correspondan por otros delitos que resulten.”
La llamada Ley Garrote fue propuesta por el gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, quien obtuvo su cargo en las elecciones del 2018 como representante de Morena.
El presidente Andrés Manuel López Obrador apoyó la iniciativa y, en conferencia matutina, negó que con esta ley se limiten las libertades de la ciudadanía y abundó en que es necesario que se acaben las extorsiones a empresas que estén desarrollando proyectos.
Para entender el conflicto en Libia, es importante tener presente dos aspectos; por un lado, que el país está dividido en tres grandes provincias: Tripolitania, al noroeste, donde se encuentra la capital del país, Trípoli; Fezán, al suroeste; y, Cirenaica, al este. Por otro lado, la composición étnica del país es diversa, se estima que existen —aproximadamente— 140 tribus o clanes, aunque cerca de 30 serían los que tienen alguna influencia en el país. Estas características son importantes para poder entender el difícil escenario en el conflicto libio, por cuanto la adherencia de estos clanes, no siempre estáticos, puede repercutir en el mismo.
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Muamar Gaddafi, de la tribu Qadhadhfa, fue derrocado en 2011, luego de permanecer en el poder 42 años, iniciando una reconfiguración de alianzas que buscan el poder y el control de los recursos. Recordemos que Libia tiene la mayor cantidad de reservas de petróleo de África, cuyos campos se encuentran ubicados —básicamente— entre Sirte y Benghazi.
Tras la caída y muerte de Gaddafi, el Consejo Nacional de Transición, conformado en 2011, convocó a elecciones y en julio del año siguiente es elegido el Congreso General de la Nación (CGN), que, aunque tuvo una minoría islamista, fueron, a través de alianzas, quienes finalmente tuvieron el control de este. Su función era preparar el camino para elegir una comisión que redactase una nueva constitución. Luego que el CGN prolongara su mandato, la presión internacional, y el avance del Mariscal Haftar, los obligó a convocar a elecciones, en 2014, para elegir a la Cámara de Representantes (CR). En estas últimas elecciones sólo participó el 18% de la población, lo que originó una ola de protestas que llevarían a la Cámara a trasladarse a Tobruk, provincia de Cirenaica. Los islamistas, ante la pérdida del control político, deciden no reconocer al nuevo órgano legislativo; y, desde ese momento, el país pasa a tener dos gobiernos; cada uno respaldado por alianzas militares: “Amanecer Libio”, liderada por las brigadas de Misrata, al lado del gobierno del CGN en Trípoli (Tripolitania); y, el Ejército Nacional Libio (ENL), al mando del Mariscal Haftar, defendiendo a la CR en Tobruk (Cirenaica).
Ante esta situación, las Naciones Unidas deciden impulsar un gobierno de unidad. En este sentido, se suscribe, en 2015, en Sjirat (Marruecos), un compromiso para el establecimiento de un Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN). Por algunas discrepancias con el CGN, durante tres meses, hasta marzo de 2016, el GAN no pudo establecerse y Libia llegó a tener 3 gobiernos, dado que tampoco era reconocido por Haftar y la Cámara de Representantes. Finalmente, debido al apoyo que fue ganando el GAN entre la población, los grupos de poder económico, las milicias en Tripolitania y el reconocimiento de Naciones Unidas, el CGN decide disolverse, aunque posteriormente intenta algunas acciones para derrocar al GAN. Sin embargo, su influencia en la región ha disminuido considerablemente.
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En el campo militar, el Gobierno de Acuerdo Nacional está siendo apoyado, principalmente, por la Fuerza de Protección de Trípoli (un acuerdo de cuatro milicias: la Brigada de Revolucionarios de Trípoli, el Batallón Nauasi, la Brigada Bab Tajura y la Fuerza de Disuasión e Intervención Conjunta Abú Salim) y la mayoría de las milicias de Misrata. Por su parte, Haftar cuenta con el apoyo de algunas milicias y tribus del este, antiguos miembros del ejército de Gaddafi, las milicias Janjaweed de Sudán[1], los rebeldes de Chad[2].
Se puede observar entonces la complejidad del conflicto, no sólo por la participación de múltiples milicias y tribus, muchas veces enfrentadas entre sí, aunque ahora pertenezcan a un mismo bando, sino también por la participación de milicias extranjeras. Se encuentra también documentada la participación de mercenarios rusos apoyando al ENL de Haftar (Grupo Wagner) en resguardar los campos petrolíferos. Asimismo, dado que los apoyos de las milicias/clanes están condicionados por su participación en los gobiernos, los mismos pueden cambiar. En este sentido, por ejemplo, las milicias salafistas madkhalis, que combatieron contra el Estado Islámico junto a las brigadas de Misrata, anunciaron, durante los combates en Sirte, su apoyo a Haftar. Este hecho es importante por tres motivos; en primer lugar, demuestra que los intereses de las milicias pueden sufrir modificaciones; por otro lado, porque podrían influir en otras milicias salafistas de Misrata; y, finalmente, porque supone la influencia directa de Arabia Saudí en el conflicto, donde reside el líder del clan Rabi al-Madkhali.
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En cuanto a los movimientos territoriales, desde el acuerdo firmado entre el GNA y Turquía, que incluía apoyo armamentístico, asistencia militar y mercenarios sirios contratados, las fuerzas del GNA lanzaron la denominada Operación Volcán de Furia y han comenzado a ganar posiciones. En mayo pasado recuperaron la base aérea de al-Watiya; y, a principios de junio, el antiguo aeropuerto internacional de Trípoli. Alentados por las victorias, el GNA se lanzó a desplazar de la Gran Trípoli a las fuerzas de Haftar, dando por finalizados los 14 meses de asedio desde que fuera lanzada la Operación “Inundación de Dignidad” en abril de 2019. También fueron recuperadas Tarhuona y Bani Walid. Posteriormente, a través de la Operación “Camino de Victoria”, el GNA avanza hacia el este con el objetivo de recuperar Sirte, Jufra y las ciudades de Wadi Wishka, Buerat, Jarif y Qasr Abu Haid.
En abril, el Mariscal Haftar propone un alto al fuego, argumentando el inicio del Ramadán; propuesta que fue rechaza por el ejecutivo del GNA. Sin embargo, en mayo, las partes acordaron reiniciar las conversaciones; y, la Misión de Apoyo de Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) informó, el 10 de junio pasado, que se inició la tercera ronda de conversaciones de la Comisión Militar Conjunta, en formato 5+5, según los acuerdos de la Conferencia de Berlín, con el fin de llegar a un alto al fuego. Rusia ha señalado recientemente que Haftar “está listo para firmar un documento que recoja el cese de las hostilidades”, acusando al GNA de rechazarlo. En respuesta, el primer ministro del GNA, Fayez Sarraj recuerda a Lavrov —el canciller ruso— que es Haftar quien ha abandonado la mesa de negociación cada vez que se negociaba un alto al fuego. La disposición para la firma, por ambas partes, parece depender de su posición militar.
El ENL se ha replegado para proteger los campos petrolíferos. Con el apoyo turco, la moral de los combatientes el GNA está en lo más alto; sin embargo, será dura la batalla suponiendo que las potencias implicadas podrían brindar mayores apoyos. En ese sentido, EEUU ha acusado a Rusia de enviar aviones caza, de cuarta generación, para apoyar a Haftar. La implicación de Egipto podría estar condicionada al avance hacia sus fronteras. En consecuencia, el presidente Al Sisi ha señalado que Sirte y Al-Jufra (aproximadamente a 1.500 km. de la frontera) son sus líneas rojas, y que el derecho internacional avala su intromisión directa en el conflicto.
El conflicto se volvió regional, como en Siria. Los motivos son varios; por un lado, religioso: Egipto, los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita apoyan al Mariscal Haftar en la medida que los Hermanos Musulmanes, que son parte del GNA, son considerados un grupo terrorista por los tres gobiernos (en El Cairo desde diciembre de 2013, en Abu Dabi en noviembre de 2014, y en Riad en marzo del mismo año)[3]. En este punto, recordemos lo señalado al mencionar la traición de los salafistas madkhalis a las milicias de Misrata. Por su parte, Turquía ve necesario su apoyo al “islam político” representado por los Hermanos Musulmanes.
Por otro lado, encontramos variables de influencia regional. Por ejemplo, Qatar, también suní, intenta salir de la sombra de Arabia Saudita apoyando al GNA. Tengamos presente que, en 2017, Riad acusó a Doha de financiar el terrorismo y fundamentalismo islámico, por sus apoyos a los Hermanos Musulmanes, milicias chiítas (respaldadas por Irán) y Hamas, considerado grupo terrorista por EEUU, aplicando un bloqueo que sigue vigente.
Finalmente, dentro de los motivos económicos encontramos dos instancias: el control de los campos petrolíferos, y el acuerdo firmado por Turquía y el GNA sobre la demarcación de las fronteras marítimas de sus zonas económicas exclusivas (ZEE) en el Mediterráneo oriental, lo que permitiría a Ankara iniciar la exploración de hidrocarburos. Los países vecinos, Egipto, Grecia, Chipre y Líbano, han protestado el acuerdo declarándolo ilegal. Esta situación se complica aún más por el hecho que Turquía no es signataria de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR).
Entre los europeos, Ankara ha acusado a Francia de apoyar a Haftar para mantener cierta influencia sobre los recursos naturales. Sin embargo, el gobierno de Macron ha negado estas acusaciones manifestando que apoya al gobierno reconocido por Naciones Unidas y busca una salida negociada al conflicto. Las acusaciones por ambas partes han escalado, y el próximo 15 de julio, a pedido de Francia, se tendrá una reunión de ministros de relaciones exteriores europeos para evaluar la actuación de Turquía en el conflicto. Italia —por su parte— se vincula al GNA, con quien ha llegado a acuerdos para limitar la migración hacia sus costas.
En este momento, en el que potencias extranjeras mueven sus fichas en el tablero libio, recordemos las palabras del expresidente Barack Obama: “[Mi peor error fue] probablemente no planificar el día después de la intervención en Libia, cosa que creo que había que hacer”.
Hugo Blanco, un dirigente histórico de la lucha campesina del Perú, un símbolo vivo de las luchas revolucionarias latinoamericanas. A principios de los años 50 y 60s fue protagonista de la Reforma Agraria que encarnó la insurrección de los pobres del campo de los valles de las provincias de Convención y Lares, del departamento del Cuzco. En 1963 fue perseguido y capturado. Tres años después, fue juzgado por un Tribunal Militar que intento condenarlo a muerte, tiempo después fue liberado por una amnistía. En el exilio fue elegido por la Asamblea Constituyente con una gran cantidad de votos a su favor, en 1980 asumió su cargo como diputado y en 1990 como senador. Actualmente Blanco ha estado muy cercano a la luchas indígenas, como las del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y del Congreso Nacional Indígena (CNI) en México.
TEXTO Y FOTOS: EDUARDO ABUSADA FRANCO (NOTA: ENTREVISTA REALIZADA EN ENERO DE 2015 PARA PLAZA TOMADA Y VIDEO POR AVISPA MIDIA EN 2017)
De tantos golpes que recibió, el cerebro lo tiene muy separado del cráneo y tiene que usar sombrero de ala ancha para anticipar cualquier tope, que por pequeño que sea, le puede reventar una vena. Ha visto varias veces la película ¡Viva Zapata! con Marlon Brando. Lleva su sempiterna barba bien cuidada, y unas pulseritas de colores le dan un aire festivo a su aspecto. Es una leyenda, lo quieran negar o no. Gran parte de la historia política peruana del siglo XX no puede escribirse sin mencionar su nombre.
-Don Hugo, ¿en qué ha andado en los últimos años, que ya estaba un poco desaparecido últimamente?-
-Sacamos el periódico Lucha indígena. Precisamente ahora en diciembre estamos sacando el número 100. En el exterior ha gustado mucho este periódico. Lo editamos y se imprime en Lima. Y tenemos relación con compañeros del exterior por Skype. Estuvimos en una reunión en Colombia y me programaron para que hable. Me dijeron “¿por qué no hablas de Lucha indígena?”. Me convencieron de que era importante que hable del periódico y hablé de ello. Ellos impulsaron una ‘minga’ (acción colectiva para beneficio colectivo) por Lucha Indígena, y así consiguieron para apoyo para el periódico.-
-¿Quiénes son nosotros?-
-En realidad somos cuatro personas los que editamos Lucha indígena. Está Enrique Fernández, un antiguo obrero y dirigente metalúrgico, que es el editor, y dos compañeros que viven en el Cuzco.-
-No he visto mucho ese periódico, ¿dónde se puede conseguir?-
-Lo que pasa es en que Lima no hay distribuidores honrados. Reciben el periódico y no devuelven ni un centavo. Con la ayuda económica que tuvimos del exterior hemos alquilado un local, pero recién estamos tratando de conseguir gente que atienda en el lugar-.
-¿Qué edad tiene ya, don Hugo?-
-Ochenta-.
-A pesar de la edad, está bien conservado. ¿Cómo le hace?-
-Me cuido en la alimentación. Solamente en un extremo recurro a las medicinas. Uso medicina natural y fundamentalmente buena alimentación. Por ejemplo, mi desayuno es agua con harina de coca con cañihua y con kiwicha-.
-Veo que está al día con la tecnología. Usa celular, sabe del Skype, tiene correo electrónico, usa laptop. ¿Cómo ha hecho para aprender?-
-Sí pues, he tenido que aprender. Bueno, soy analfabeto digital, pero algo he aprendido. Pregunto y me enseñan-.
EL EX ESTUDIANTE SINDICALISTA
-Cuéntame de su vida, ¿Ud. era campesino o estudiante? Pues lideró los movimientos campesinos, pero también se fue a estudiar a Argentina-
-Mi mamá era una pequeña hacendada y mi papá era abogado. Tenía un hermano que estaba estudiando en La Plata. Como me gustaba el campo, yo también fui a estudiar agronomía allá. Mi papá me pagaba. Pero como dice Eduardo Galeano, nací dos veces. El primer nacimiento fue en el que vine al mundo, y el segundo fue cuando era niño, al enterarme de que un hacendado marcó con hierro caliente la nalga de un indígena [fue el hacendado Bartolomé Paz, quien grabó sus iniciales en la nalga de un campesino]. Eso me impactó mucho y marcó mi vida. Cuando tenía 13 años éramos tres hermanos. Mi hermano tenía 19 y mi hermano 17. Yo fui el único que quedé libre, porque ellos, los dos, fueron apresados por apristas. Estaban perseguidos el Apra y el Partido Comunista. Eso también me impactó. Tenía inclinaciones hacia lo indígena porque la revolución de 1910 en México influyó en el Cuzco. (…) Entonces me fui a Argentina y había una realidad obrera. Acá se puede decir que entre estudiantes de secundaria teníamos un grupo de estudios en que leíamos a Haya de la Torre, Mariátegui, Gonzáles Prada, así en desorden. Queríamos que algún universitario nos oriente, pero ellos, por su puesto, tenían recelo de hablar con nosotros; porque como estaban tan perseguidos el Apra y el Partido Comunista, podíamos hablar y sin querer delatarlos. Pero cuando salí allá, recién puede conocer más. Pasé por Bolivia y había bastante literatura revolucionaria. No sabía yo, pero lo que pasa es que el 52 hubo una revolución en Bolivia en que derrocaron a un gobierno militar-.
-¿Qué pasó con la carrera de agronomía… la dejó?-
-Todavía no. Quería entrar a una organización de izquierda. Ahí trabajábamos con el Centro de Estudiantes Peruanos de La Plata; y mi hermano era el secretario general de la célula aprista de La Plata, porque allá sí funcionaba tranquilamente. Allí conocí a Villanueva del Campo, a Melgar, que fueron deportados. Conocí más a fondo lo que era el Apra, pero ya no me gustó, porque ya estaba comenzando a desviarse. Había leído acá El antiimperialismo y el Apra, por su puesto me gustó, pero después en La defensa continental Haya de la Torre empieza a capitular ante el imperialismo norteamericano. Y del Partido Comunista… bueno, mi hermano se encargaba de hablarme mal y los comunistas de allá no podían desmentirlo. Entonces, anduve en búsqueda de alguna organización y allí es que me conocí con los trotskistas peruanos y él me presentó a los del partido trotskista argentino y me uní a ellos. Estaba en preparación el golpe de Estado pro imperialista —por norteamericano— en la época de Perón. La clase media apoyaba el golpe. Yo no me sentía bien ya en la universidad. Por eso decidí abandonarla e irme de obrero al frigorífico de Berisso, cerca a La Plata-.
-¿Cuánto tiempo estuvo allí?-
-Como tres años. Regresé. En ese tiempo el planteamiento que era que el proletariado era la vanguardia, y como en el Cuzco no habían proletarios, vine a Lima a entrar en fábricas. Entré a una fábrica textil, pero yo estaba acostumbrado a estar en fábricas grandes, de 5 mil, 10 mil obreros. No me hallaba en una fábrica con tan poca gente, y uno era ahijado del patrón, el otro era sobrino del capataz, y no había sindicato. No se podía ni formar uno. Entonces salí de la fábrica textil y me fui a una fábrica de metalurgia, pero también era pequeña. Así que me fui a Chanchamayo para aprender soldadura. Después regresé a Lima y por fin encontré una fábrica donde ya había sindicato. Una fábrica de aceite Friol y ahí entré a trabajar. Pero en eso llegó Nixon que era vicepresidente de Estados Unidos al Perú, y entre varios grupúsculos de izquierda, donde no estaba ni el Partido Comunista ni el Apra, preparamos una contramanifestación que resultó mucho más grande de lo que imaginábamos. Y luego vino entonces la represión y tuve que abandonar la fábrica y me fui al Cuzco-.
-EL CAMPESINO BLANCO Y PROLETARIO Y REFORMISTA-
-¿Cómo entonces lo eligen a Ud. líder campesino en los levantamientos de La Convención en los 60 si no era campesino?-
-Había aprendido que el proletariado era la vanguardia y que había que impulsar al proletariado a la toma del poder y que eso resolvería los problemas de todos. Yo me sentía indígena, pero en vista de que el proletariado era la vanguardia, también era proletario. Pero cuando Nixon vino tuve que huir al Cuzco y allí organicé a los canillitas, vendedores de periódicos. Fui delegado de ellos en la Federación de Trabajadores del Cuzco. Vi que no era una federación obrera, sino fundamentalmente artesanal; y vi que la vanguardia eran los campesinos de La Convención. Entonces, pues, cuando el director del periódico del Cuzco me hizo detener [por lo de los canillitas], ahí en la comisaría estuve con un dirigente campesino, que yo ya lo había conocido en la Federación, que me dijo: “A ti te van a soltar mañana, porque no hay orden del juez; pero a mi me van a mandar a la cárcel y me preocupa porque ya tres dirigentes del sindicato estamos presos”. Él era dirigente del sindicato de Chaupimayo, y le dije: “Bueno, yo me voy a Chaupimayo”. «Anda habla con los otros dirigentes a la cárcel», me dijo. Fui, hablé y estuvieron de acuerdo en que yo vaya. Ahí fui a La Convención y comenzó mi vida de campesino-.
-¿Lo aceptaron?-
-Me aceptaron porque eran ya tres dirigentes los que estaban presos-.
-¿Pero, cómo lo aceptan? Porque usted no es precisamente cobrizo…-
-Bueno, hay muchos campesinos quechua-hablantes que andan descalzos y que son rubios. Con mi hija que ha venido de Suecia fuimos a mi distrito y me dijo “papá, estas campesinas son más blancas que yo”, y es así. Hay sectores donde la gente es rubia. El ser indígena es trabajar la tierra, hablar quechua, no sé el origen de eso [suena su celular y ve un mensaje]. Mis rasgos no son plenamente indígenas pero tengo algunas características-.
-Ud. habla quechua, además-
-Claro, por su puesto, y un poco de castellano también [bromea]. El quechua me parece un idioma más completo que el castellano-.
LA LUCHA POR LA TIERRA GRANDE Y LA REPRESIÓN DE BELAÚNDE
-En los levantamientos de La Convención y Lares en los 60, se hace conocido. En ese momento el problema del indio, como lo decía Mariátegui, era el problema de la tierra, ¿si el tema es ahora contra las mineras, el problema sigue más o menos por allí?-
-Bueno, un periodista dijo que antes yo luchaba por la ‘tierra’ con minúsculas, y ahora lucho por la ‘TIERRA’ con mayúsculas. En quechua no tenemos ese problema porque son dos palabras diferentes. La tierra cultivable es ‘jallpa’ y el planeta tierra es la ‘pachamama’-.
-Entonces, haciendo un símil y salvando enorme distancias, fue un poco en su tiempo como un Gregorio Santos en su tiempo, ¿cómo lo ve a él? [Nota: esta pregunta fue hecha antes de las sentencias de corrupción y otras que pesan sobre Santos]-
-En primer lugar, yo no creo en líderes. No me considero líder ni nunca lo he sido. En segundo lugar, siempre he respetado la característica indígena de que la comunidad es la que manda y no el individuo. Inclusive, cuando tomamos las armas, fue la masa la que decidió la autodefensa…-
-A pesar de que Ud. no se cree líder, la gente sí lo erigió como tal…-
-[Levanta la voz] Bueno, pues, me ven así porque el sistema nos ha domesticado con que hay gente que nació para mandar y otra para obedecer-.
-En su momento a Ud. lo mitificaron, las indias llevaban a sus hijos para que Ud. los toque…-
-Allá todos éramos compañeros. Pero volviendo a Gregorio Santos, entre otras cosas, él no estuvo desde el principio contra Conga, fueron los compañeros quienes le exigieron eso. Y, además, él, por ejemplo, no está en contra de la represa que van a hacer en el Marañón. Es decir, yo lo apoyo a Santos porque sé que está preso por decisión de la minera y el Gobierno, pero también la minera y el Gobierno tienen muchos argumentos para tenerlo preso por toda esa gran cantidad de dinero que había en la cuenta de su mujer y que Santos dice que es la colaboración que hacían las empresas al partido MAS-.
-En fin, como sea, en esos años se logró la reforma agraria, ¿fue gracias al levantamiento de Chaupimayo que ustedes hicieron?-
-Fue gracias a la organización del campesinado de La Convención-.
-¿Era necesario un levantamiento? Belaúnde ya había prometido la reforma y estaba en eso-.
-Belaúnde hizo una caricatura de reforma agraria, y Belaunde metió bala a los campesinos. Por eso fue el golpe-.
-¿El que mató no fue el hacendado Luna Oblitas, el que se bajó a siete campesinos…?-
-Sí, pero la política de Belaúnde era meter bala a los campesinos que tomaban la tierra en el Cuzco. ¿Qué pasó? El campesino de allá se organizó, luchó por la tierra, el Gobierno servía a los ricos como todos los gobiernos hasta el día de hoy, y mandaron la represión. La gente decidió defenderse. Después nos tomaron presos, pero ya vieron que la gente reaccionaba tan bien, que ya no continuaron reprimiendo. Sacaron un decreto de reforma agraria que no pensaban cumplir, pero solamente para La Convención y Lares; pero dos hacendados decidieron que por favor hicieran la reforma agraria en sus haciendas —en Potreros y Aranjuez—. Fueron y se hizo la reforma allí. Como la ley decía, se les dejó la mejor parte a los hacendados. Después los funcionarios del Gobierno fueron donde campesinos de otros lados, y les dijeron “venimos a entregarles la tierra por orden del Gobierno”. Los campesinos les contestaban que “acá no necesitamos la ley de reforma agraria del Gobierno, acá se hace la reforma agraria del campesinado, que dice que ni un palmo de tierra se le deja al hacendado y no se le da ni un centavo”. Solamente en esas dos haciendas se hizo la reforma agraria del Gobierno, en las otras se hizo la reforma del campesinado, cuando nosotros ya estábamos presos.
Belaúnde mató mucha gente, y los militares se inquietaron porque podía provocar una revolución y decidieron tomar el poder ellos para hacer la reforma agraria. En eso también los apoyaba la burguesía industrial que estaba avanzando y que le molestaba la existencia del latifundio semifeudal; y también porque los campesinos con su tierra iban a ser compradores del mercado. O sea, a la burguesía le convenía la reforma agraria y por eso apoyaron a Velasco-.
-Para terminar con Belaúnde, en su segundo gobierno…-
[me interrumpe]… siguió matando campesinos.
-Bueno, de acuerdo a la historia, mandó al ‘gaucho’ Cisneros a combatir a los “abigeos”, que eran terroristas, y masacró a los campesinos. Pero, ¿por qué entonces cree que Belaúnde tiene esta imagen de ‘demócrata’?-
-Porque la burguesía lo hace demócrata. La burguesía los eleva, pues. Los medios de comunicación, el Poder Judicial, las mayorías parlamentaria, las fiscalías, todo está en manos de la burguesía, pues. Entonces, la burguesía nos predica eso de que es el «gran demócrata», entre comillas-.
-La historia la escriben los ganadores-
-Así es pues. Obama también es sirviente de las transnacionales; Ollanta, peor-.
-Ya llegamos al Gobierno militar. Luego de la caída de Velasco empieza el Plan Cóndor, ¿Ud. también fue víctima de esta política que buscaba eliminar opositores?-
-Estuve preso cuando entró Velasco y vino una dirigente del Partido Comunista a decirme “tú estás menos de 7 años preso, te falta mucho tiempo para cumplir tus 25 años. Si tú quieres sales mañana mismo de la prisión”. “¿Cómo así?”, le dije. “Si te comprometes a trabajar en la reforma agraria que va a hacer Velasco, sales”, me dijo. Yo sabía que iba a ser una reforma agraria positiva frente a la otra [la de Belaúnde], pero una cosa es ser diputado, senador, parlamentario, regidor, que el pueblo te ha elegido y puedes hacer lo que tú piensas; y otra es ser funcionario de un gobierno, como el exizquierdista Yehude Simon que dijo que la masacre de Bagua estaba bien. Entonces, no iba a entrar de funcionario de un gobierno porque, además, podíamos tener a llegar diferencias como verdaderamente las tuvimos. No pensaba discutir de política con esa señorita y le dije “no gracias, ya me acostumbré acá en la cárcel”. Pero, ¿qué paso? Que otros dos presos políticos sí aceptaron trabajar con Velasco: Béjar y Tauro. Entonces, tuvo que darnos libertad a todos. Cuando estaba afuera seguían machacándome ellos con eso de que yo tenía que trabajar para el Gobierno, sino me me iba a “quedar al margen de la historia”. «La historia no me interesa», les decía. Hasta que ya dije “ganaron, voy a trabajar, pero con una condición: que no se haga la reforma agraria que me dé la gana a mí, pero tampoco la que diga el Gobierno, que se pregunte a cada sector como quieren la reforma; si ellos deciden que se parcele, se parcela; si ellos dicen comunidad, se hace comunidad; si dicen cooperativa, se hace eso; etc.”. Santo remedio, uno no le va plantear a un gobierno militar que sea democrático y me prohibieron salir de Lima y luego me deportaron a México. Por eso, cuando me preguntan cuál ha sido el mejor gobierno del Perú, digo que el menos malo es el gobierno que me deportó, el de Velasco-.
-Pero hablábamos del Plan Cóndor, ¿estuvo en la mira?-
-Yo estaba deportado por Velasco. Cuando Morales hace el golpe, era un golpe de la derecha. Pero por demagogia, dice que los deportados pueden regresar. Yo regresé y me andaban siguiendo, hasta que me deportó Morales a Suecia esta vez. Después, cuando hubo el paro del 19 de julio que estremeció al país, el gobierno de Morales retrocedió y llamó a elecciones para Asamblea Constituyente. Mis compañeros acá me pusieron como candidato. Regresé y también por demagogia dijeron que iba a haber espacio libre por televisión para que hagan propaganda política los distintos partidos. A mí me tocó el espacio justamente después de que hubo un ‘paquetazo’ y que la CGTP había llamado a un paro de dos días. Entonces, fui al espacio gratuito, y ahí dije: “Bueno, compañeros, acabamos de sufrir un terrible ‘paquetazo’. Que voten por mí o cualquiera da lo mismo, esto no se va a arreglar con las elecciones, esto se arregla con la acción directa de la gente. La CGTP ha llamado a un paro para los días 27 y 28; así que es obligación de todos nosotros estar como un solo puño en este paro. No se olviden, esa es nuestra obligación”. Fue todo lo que hice. Como el espacio gratuito no era para hacer propaganda al paro, sino propaganda electoral, a las 5 horas ya estuve preso. Se aprovecharon de eso y agarraron a otros izquierdistas como a Ledesma y Javier Diez Canseco. Nos metieron a un avión y nos mandaron a Jujuy como parte del Plan Cóndor para que nos desaparezcan allá. Al bajar, un general nos dijo “ustedes son prisioneros de guerra”; pero afortunadamente un periodista sacó una foto del avión, y la publicaron, y no podían desaparecernos-.
LA PRISIÓN, LA REVOLUCIÓN, LA VIDA…
-¿Qué tanto le enseñaron los años de prisión? ¿Cómo la pasó allí?-
-El “demócrata” Belaúnde, atropellando las leyes que dicen que el inculpado es un presunto inocente, me tenía absolutamente incomunicado durante tres años. Tenía que estar en la cárcel del Cuzco, pero me mandaron a Arequipa. Cualquier cosa que me escribía con mis familiares inclusive, tenía que pasar por la censura. Cuando iba mi familia a visitarme siempre había un sargento escuchando ahí, solo podían entrar familiares muy cercanos. Cuando mi madre fue a visitarme, como el castellano es un idioma pobre afectivamente, yo le hablaba en quechua y el sargento me lo prohibía-.
-Algo tuvo que aprender en la cárcel-
-Por su puesto. Cuando estuve en El Frontón estuve más relajado. Allí no podían tenerme vigilado porque si me revisaban la correspondencia, mandaba con otro preso. Para que la cosa se relaje tuve que hacer una huelga de hambre, porque también me querían aislar. Sí aprendí mucho en la cárcel. Leía las publicaciones de los camaradas de otros países y todo eso-.
-De otro lado, en estas luchas un tanto guerrilleras…-
-[Nos interrumpe] Eso de “guerrillas”, sí y no. Porque si guerrilla es un grupo armado móvil, sí he sido guerrillero; pero no estoy con la doctrina del ‘foco’: que para hacer la revolución hay que unirse unos cuantos valientes que van a comenzar la lucha armada y el pueblo los va a seguir. En eso también soy democrático, creo que es la gente la que tiene que decidir. Allá fue la asamblea de la Federación Provincial de Campesinos la que decidió defenderse en forma armada; y fue la asamblea general la que me propuso a mí y la que unánimemente votó para que yo organice la autodefensa-.
-Bueno, a Ud., años después, hasta se le le vinculó al MRTA.-
-Bueno, pues, si voy a estar contestando cada acusación que me hacen…-
-Pero Ud. era amigo del padre de Polay Campos-
-Sí, claro, pero él era aprista, no emerretista. Inclusive, yo he discrepado con el MIR y con el ELN que se levantaron cuando yo estuve preso. De la Puente fue a visitarme cuando estuve en Chaupimayo fugitivo, y me dijo: “¿Cuándo revientan ustedes?”. «No sé —le dije— eso lo decidirá la gente». “No debe ser así, es el partido el que debe decidir”, me decía. Yo le dije que lo respetaba mucho, pero precisamente esa es la diferencia que tenemos, «tú dices que el partido, para mi el partido puede proponer, pero quien decide es la gente». Así fue la conversación que tuvimos con él; y resultó que nosotros reventamos antes-.
-Hay que reconocer que De la Puente murió en combate, fue un valiente-
-No combatió. Lo mataron sin que dispare un solo tiro. Lo agarraron, lo rodearon, lo capturaron vivo y lo asesinaron, igual que al Che-.
-¿Y Ud. ha llegado a matar alguna vez?-
-Sí. La policía se decidió, por orden del gobierno, reprimir la reforma agraria de La Convención. Yo estaba escondido en Chaupimayo, y escuché por radio que ellos mismos dijeron que primero iban a reprimir el Cuzco y mataron campesinos, y después La Convención y luego Chaupimayo. En La Convención prohibieron las asambleas; en los sindicatos que quedaban cerca a las carreteras, entraban a las asambleas y a culatazos disolvían las reuniones y todo eso. En uno de esos atropellos un hacendado fue con un policía a capturar al secretario general del sindicato. No lo encontró y estaba un niño de trece años al que le preguntó dónde estaba su papá. El niño le dijo que no sabía, y le pidió al guardia que había ido con él su arma y amenazó al niño a corta distancia: “¡Si no hablas dónde está tu papá, te mato!”. El chiquito como no sabía se puso llorar. Disparó, pero varió el arma y le rompió el brazo al niño. Eso fue en presencia del policía que le había dado el arma. Ese campesino vino a mí a quejarse. Me preguntó a qué autoridad podía quejarse, pero todas las autoridades estaban con ellos. Le dije que se queje a sus compañeros y la asamblea acordó mandar gente para que le pida cuentas al hacendado. Decidieron mandar un grupo armado y que lo encabece yo. Teníamos que atravesar dos puestos policiales antes de llegar. A uno logramos eludirlo, pero el segundo ya no. Les dije a los compañeros que primero pasaríamos un grupo con arma corta y si nosotros pasamos, ellos también. Estaba pasando y vi que un guardia estaba en la puerta del puesto leyendo el periódico así con la nariz bien metida. Ya nos había visto. Le dije que iba a hablar con él y le conté lo que había pasado en la hacienda Cayara. Le dije: “Nos están mandando para pedirle cuentas al hacendado ese, pero como ese anda armado y nosotros no tenemos armas suficientes, estamos viniendo a sacar las armas de acá”. Mientras le iba diciendo eso, iba sacando el revolver y le iba apuntando. “Así que Ud, levante las manos. Vamos a sacar las armas, no va a haber ningún herido, y nos vamos”, dije. Pero lo que yo no sabia era que él era el guardia que había ido con el hacendado. De eso me enteré después. El hombre metió la mano al bolsillo para sacar su arma y le disparé. El alcanzó a disparar pero la bala se fue al techo. Un segundo más y era yo el muerto-.
-¿Y los otros policías del puesto?-
-Después de eso le arrebaté el arma, y comenzaron a salir disparos de otro cuarto. Salimos todos y mis compañeros rodearon el puesto. Les dije: “Ustedes tienen techo de paja, nosotros tenemos fósforos, ríndanse”. No se rendían. Hice que metieran un cartucho de dinamita a la esquina, pero tampoco se rendían. Hice que metieran una granada de mano hecha en lata de leche Gloria, y empezó a llegar gente; y el guardia salió. Yo dije “no lo toquen, un prisionero es sagrado”. Trajeron al guardia y me dijo que solo eran dos guardias y que lo deje atender a su compañero. Vi que mis compañeros ya estaban saliendo con las armas. El otro todavía estaba herido y pedí que trajeran al sanitario del pueblo, pero no querían venir; y dije que vayan con el guardia desarmado y que si se necesitan medicinas me pidan, pero lo que nos pidieron fue una vela. Yo había ido afeitado para que no me reconozcan, pero como había caído un hombre me despedí del guardia diciéndole “yo me llamó Hugo Blanco, he sido yo el que ha disparado”, para que no estén haciendo cacería de brujas. Y nos fuimos a la hacienda-.
-¿Y para qué querían la vela, para velarlo?-
-Yo no sé, esa ya es tu interpretación-.
-Ud. si mal no me han contado y según he leído, en las épocas que formaron el PUM, coincide con Nicolás Lucar, el periodista-.
-Acá formamos el PRT [Partido Revolucionario de los Trabajadores], y allí estaba Lucar; y el PRT decidió entrar al PUM-.
-¿Cómo lo ve a Lucar ahora, su excompañero de partido?-
-Todos cambian pues. Yehude Simon también ha cambiado-.
-Pero hay una foto incluso en que Lucar lo carga a Ud. en hombros. ¿Con ocasión de qué fue esa foto?-
-No se pues, allí estábamos en momento-.
-Pero vamos, ¿cree que Lucar ha traicionado las ideas de ese tiempo?-
-[Ríe] No creo, eso lo sabe cualquiera. Hasta la derecha sabe-.
-¿Pero uno no tiene derecho, acaso, a cambiar su opinión política?-
-Por su puesto, todo el mundo tiene derecho. [No se extiende en el tema]-
-Hablando de gente que ha cambiado, Ud. estuvo en la constituyente del 79, ¿cómo veía a Haya de la Torre para ese año?-
-Ah no, yo desde que tenía 19 años ya me decepcioné del Apra. Mi hermano fue el secretario de la célula aprista de La Plata, pero luego se desvinculó. Con Villanueva del Campo estuvimos en una comisión y me dijo “tú también fuiste simpatizante aprista”. “Sí, don Armando —le dije— gracias a ustedes que no llegué a ser militante”-.
-¿Pensó que podía ser presidente del Perú?-
-[Se ríe] Imposible. Nosotros, los trotskistas, participamos en las elecciones para aprovechar la campaña electoral para difundir nuestras ideas. No voy a soñar con ser presidente, es una estupidez plantear que un revolucionario va a llegar a presidente-.
-Ha pasado con Mujica en Uruguay-
-¿Qué revolucionario es él, si ha dado una ley de minería sin consulta? Hay gobiernos progresistas a los cuales nosotros apoyamos, que se enfrentan contra el imperio, contra la agresión externa, como Evo Morales, Chávez, Correa, etc., pero cuando se enfrentan con el pueblo, estamos por su puesto a favor del pueblo-.
-¿Cree que podemos hablar de la izquierda peruana actualmente con todas las divisiones, sub divisones, alianzas, contraalianzas, etc.?-
-Hace tiempo no tengo relación con la izquierda peruana, yo estoy relacionado con las luchas que hay. Por ejemplo, con la lucha anti Conga, con la lucha en Espinar contra la minería, como en la lucha que hay también en La Convención, etc. Estoy con las luchas populares-.
-¿Aún ejerce su derecho su voto?-
-No… como ya soy viejo-.
-¿Y a quién le gustaría ver de candidato en el 2016?-
-Cuaquiera de ellos. Todos son la misma porquería. A Castañeda votó la gente con eso de que “bueno, roba pero hace obra”. ¿Quién no roba? Todos están metidos con la mafia-.
-¿Qué hay de Humala? ¿Sintió una esperanza con él?-
-Yo ya sabía quién era Humala, pero me alegré cuando ganó. Cualquiera de los otros cuatro que hubiera ganado, la gente hubiera dicho “pucha, otra vez nos ganaron”. Pero con Humala sintieron que ganaron y este los traicionó y hubo la marcha del agua. Con ninguno de los otros iba a haber la marcha del agua-.
-¿Cómo sabía quién era ya Humala, lo intuía?-
-Al principio, cuando la rebelión de Locumba, pucha yo era hincha de Humala. La señora que está acá [la casa donde vive] había sido profesora de Antauro, conocía a los padres, y fui donde ellos a presentar mi solidaridad. Después de eso, con Antauro me encontré una vez en Trujillo en una emisora y le dije “tú dices que eres etnocacerista, pero ¿tú sabes que Cáceres traicionó a los campesinos guerrilleros que lucharon junto con él?”. Él me contestó: “No solo los traicionó, los hizo fusilar”. Y así él era etnocacerista. O sea que el indio tiene que ir mandado por el militar, y si un indio se sale de la raya hay que meterle bala. Luego escribí algo y dije que los Humala eran progresistas pero hasta ahí nomás. Y me contestó Antauro en el periódico que sacaron y me dijo “¿Qué es eso de democracia? Si hubiera habido democracia hasta ahora no se hubiera producido el levantamiento de Locumba”. Eso me sorprendió a mí, porque creía que Humala había arengado a los soldados y que ellos decidieron levantarse contra la dictadura. Me puse a buscar en Internet y encontré lo que cualquiera de ustedes puede encontrar, lo de Montesinos, quien lo hizo nombrar allí en Locumba. (…) Estuvo paseándose por Arequipa, Toquepala, Mollendo… un levantamiento contra el Gobierno y ¡no hubo ni un rasguñado!-
-Sí, pues, con el tiempo se ha visto un poco raro lo de Locumba-.
-Él se jactó de que cuando estaba en Madre Mía sus superiores lo felicitaron. ¿A quién felicitaban los superiores durante la guerra interna si hubo militares que tuvieron que huir del país para que no los maten a ellos porque no quisieron matar inocentes? Su hoja de servicios se perdió, y ahora el que la perdió está en un alto puesto-.
LAS DEL ESTRIBO
-De otro lado, cuando estaba en el parlamento, ¿era verdad que iba con su soguilla en lugar de correa?-
-A pesar de que ahora se puede falsificar fotos, no hay ni una foto de eso-.
-Ya se compró correa [le bromeamos]-
-Cuando más he perdido el tiempo fue de congresista, porque la prensa precisamente decía que «no se baña, que usa ojotas, que usa soga», pero no transmitían nada de lo que yo hablaba-.
-Otra cosa, Ud. era hincha de Independiente cuando estaba en Argentina creo
-Como eran los ‘diablos rojos’, y acá el Cienciano eran los ‘diablos rojos’ también, era hincha de Independiente. Mi hermano me llevó una vez a la cancha de Boca para ver un partido y ganó el Independiente, y hubo una masacre. Y como yo no soy religioso, sino ateo, y vi que el fútbol es una religión, desde esa vez ni más con el fútbol. En realidad, no he sido hincha de nada-.
-Dígame, a su edad, habiendo estado varias veces cerca de la muerte, ¿piensa en ello, le da miedo?-
-Nunca he temido a la muerte. Cuando estaba en la cárcel de Arequipa en que me tuvieron tres años incomunicado, decían “ya lo hemos ablandado a este”. Dijeron que iba a haber audiencia, que debió ser en el Cuzco pero la llevaron a Tacna. “Usted está entre los 25 años y la pena de muerte”, me dijeron. “Sí, mi abogado me ha dicho”, contesté. Me dijeron que había una forma en que me salve haciéndome el enfermo y ellos me deportarían al país que elija. “Gracias, gozo de perfecta salud”, dije. No me iba perder esa audiencia donde había que desenmascarar lo que era el latifundismo, el rol de la Policía y todo eso. No me dejé sobornar. En la audiencia hacían propaganda por radio de que se iba a juzgar a los “criminales”. En el cuartel de la Guardia Civil fue la audiencia. Ya a mis compañeros les habían dicho: “Para ustedes es fácil salir. Lo único que tienen que decir es que ‘somos campesinos semianalfabetos y el comunista Hugo Blanco nos ha engañado”. Cuando entré a la sala de audiencia y vi a mis compañeros después de tres años grité: «¡Tierra o muerte!», y ellos contestaron: «¡Venceremos!» O sea, que se fue a la mierda eso de echarme la culpa. El Tribunal estaba compuesto por oficiales de la guardia Civil. Nuestro choque había sido con ellos, así que eran juez y parte. Yo me paré y dije: “En esta sala los únicos criminales que hay son los que están sentados como Tribunal. No solo son criminales, sino también cobardes, porque no se han atrevido ellos a combatir sino que han mandado a los cholitos”. ¡Siéntese!, me gritaban, y entre dos guardias no podían hacerme sentar porque yo era Tarzán… pero los mismos guardias cuando se retiraba el capitán me decían «grítales de nuevo ‘tierra o muerte’». (…) Yo les dije que si los cambios sociales de la La Convención merecen la pena de muerte, entonces que me maten pero que sea “éste el que me mate con su propia mano, que no ensucie con mi sangre las manos de los guardias civiles y republicanos porque ellos son hijos del pueblo y por lo tanto mis hermanos”. Lo dije señalando al que pidió la pena de muerte. La última que vez que grité «¡tierra o muerte!», no solo mis compañeros, sino toda la sala contestó «¡venceremos!”. Y no se atrevieron a sentenciarme a muerte. Luego volvieron a pedir la pena de muerte, y escribí a mis familiares y compañeros que por favor, si me sentencia a muerte, que nadie pida clemencia, porque Belaúnde quería hacerse el ‘perdona vidas’. Mis compañeros dijeron que “si lo que Blanco ha hecho merece la pena de muerte, que nos fusilen a notros también, porque eso no lo ha hecho él solo, eso ha sido una acción colectiva”. No se atrevieron-.
-En fin, ¿cómo le gustaría que le llegue la muerte?-
-En primer lugar, no me gusta morir. Por eso es que mi cuarto exilio fue voluntario, pues acá estaba sentenciado a muerte por el Servicio de Inteligencia y por Sendero Luminoso. Decidí salir del país y me fui a México a estar con mis hijos. Yo quiero vivir porque hay que terminar con el sistema actual para que la especie humana sobreviva. Pero cuando llegue, llegará pues, y listo-.
Una versión de este texto fue publicada en Plaza Tomada
El pueblo Kokama, que habita las orillas del río Solimões, en el estado de Amazonas, Brasil, está compuesto por una población de apenas 800 personas dispersas en varias comunidades. Es uno de los pueblos más afectados por el avance de los contagios del SARS-CoV-2 (Covid-19). Hasta la segunda semana de junio se registraba un total de 57 indígenas Kokama muertos. En la región, la pandemia avanza a una velocidad alarmante aumentando el número de contagios y muertes, afectando ya al menos 75 pueblos.
Fue en el mes de marzo cuando se identificó el primer caso y el primer deceso en Manaus, capital del estado de Amazonas, con el fallecimiento de un empresario. De una forma ascendente, el virus se esparció por más de 25 comunidades indígenas.
De acuerdo con el secretario ejecutivo del Consejo Indigenista Misionario (Cimi, por sus siglas en portugués), Antônio Eduardo Cerqueira de Oliveira, “en la tercera semana de ese mes, se identificó el primer caso entre los pueblos originarios. Se dice que una joven del pueblo Kokama, del pueblo de São José, en el municipio de Santo Antônio do Içá, ubicado a 879 kilómetros de Manaus, contrajo la infección a través del contacto con un médico”.
En cuestión de unas cuantas semanas, los casos se extendieron rápidamente hacia la región de Alto Solimões, formada por nueve municipios, con una población de aproximadamente 70 mil indígenas de diferentes pueblos. “En esa región, los Kokama fueron las personas más afectadas, con un número de muertes que llegó a 57 personas, según una encuesta realizada por los pueblos indígenas hasta la fecha del 13 de junio”, dijo para Avispa Midia el secretario Cerqueira de Oliveira.
En Vale do Javari, ubicado en el oeste del estado del Amazonas, segunda región con mayor presencia indígena de Brasil, habitan por lo menos 7.000 personas de siete pueblos diferentes, entre ellos, al menos 15 son tribus jamás contactadas. En esta región se identificaron servidores públicos, pertenecientes a la institución gubernamental Distritos Especiales de Salud Indígena (DSEI, por sus siglas en portugués), infectados por Covid-19.
“Fueron retirados rápidamente de la aldea São Luis. Esta medida no impidió que los indígenas de esa aldea también se infectaran”, señaló Cimi, a través de la misionera Adriana María Huber Azevedo.
De acuerdo con los registros del Consejo Misionario, hasta el 9 de junio, la Coordinación de Organizaciones Indígenas de la Amazonía Brasileña (Coiab), en el área donde estaban operando los funcionarios de DSEI, había registrado 218 muertes y por lo menos 2.642 infectados en 75 pueblos. El último registro de Cimi, del 23 de junio, documentó un total de 314 muertos en la región amazónica. Aunque, la Secretaría Especial de Salud Indígena (SESAI), órgano gubernamental, reportó tan solo 107 defunciones, pero las organizaciones indígenas han documentado que “los casos confirmados son alarmantes. SESAI tuvo un total de 3,487, a los que se sumaron otros 1,938 registrados por organizaciones indígenas, este número sumaría 5 mil 435 casos de contagios”, denunció el secretario del Cimi.
Este subregistro de casos fue señalado, más de una vez, por varios segmentos de la sociedad civil. El día 6 de junio, el presidente de la República de Brasil, Jair Bolsonaro, suspendió la información diaria sobre los casos de Covid-19 en todo el país. Esto “motivó a los medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil, basadas en información de los gobiernos estatales, a producir sus propias estadísticas diarias”, agregan los miembros de Cimi.
Marzo, 2020. Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y el almirante Craig Faller, comandante del Comando Sur estadounidense, reunión en Miami.
Ayuda humanitaria de EEUU
Hasta este 29 de junio en EEUU se contabilizaban 2 millones 505 mil casos confirmados de COVID-19 y 125 mil 484 fallecidos según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Este repunte de casos en diversos estados de este país “podría alcanzar hasta el 70% de la población”, en la medida en que se reactiven las actividades económicas y laborales, según Michael T. Osterholm, director del Centro de Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota.
En medio de este escenario y sin una estrategia contundente para contener el avance de la Covid-19 en los Estados Unidos, el gobierno de Donald Trump, se ha empeñado en desplegar su política de “ayuda humanitaria” en el Cono Sur, principalmente hacia Brasil.
“Combatir la COVID-19 en Brasil es nuestra principal prioridad en este momento. Trabajando con todo el gobierno de EEUU y colaborando estrechamente con empresas estadounidenses en Brasil, estamos movilizando millones de dólares para ayudar a los brasileños que lo necesitan”, dijo el 2 de junio el embajador de EEUU en Brasil, Todd Chapman.
No obstante, desde el 1º de mayo, la Embajada de los Estados Unidos en Brasil ya había anunciado que el gobierno de Trump destinaría un total de 12.5 millones de dólares para mitigar los impactos socioeconómicos y en la salud, generados por la pandemia de la COVID-19, con especial atención en la Amazonía.
Mientras tanto, los contagios y las muertes van en aumento en Brasil. Hasta el día 30 de junio, este país sudamericano aún se mantenía como el segundo con más casos de coronavirus en el mundo, con un registro de más de 1 millón 353 mil casos activos y más de 57 mil muertes confirmadas, de acuerdo con los datos de worldometers.
El financiamiento económico que EEUU ha desembolsado hacia este país, se ha distribuido en diversos momentos durante todo el mes de mayo y junio para varios fines, ejecutados con la participación de diversas instituciones estadounidenses con presencia en Brasil.
“Incluye asistencia humanitaria para intervenciones de emergencia de salud y agua, saneamiento e higiene en Brasil (6 millones de dólares). También incluye apoyo a comunidades vulnerables, con un enfoque en la región amazónica (2 millones de dólares) y para refugiados (de Venezuela) en Brasil (500,000 dólares)”, anunció la embajada.
No obstante, si es que el objetivo era ayudar a las personas más vulnerables, en la Amazonía “parece que esta ayuda no llegó a tiempo hacia las comunidades indígenas, especialmente a las más alejadas de los centros urbanos”, donde las muertes aumentan drásticamente señaló para Avispa Midia la integrante de Cimi, la misionera Huber Azevedo.
Dentro del paquete de ayuda humanitaria, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (USAID) se comprometió a entregar también alrededor de 1,000 ventiladores. Pero, además, ya había anunciado que desde el mes de mayo se habían “entregado dos millones de dosis de hidroxicloroquina (HCQ) para ponerla a disposición de los profesionales médicos para uso profiláctico y, para aquellos infectados que la requirieran como tratamiento terapéutico”, de acuerdo con lo anunciado por la embajada estadounidense.
Aunque el ingeniero agrónomo brasileño, Sebastião Pinheiro, afirma que la donación de este medicamento es mera publicidad. “Es un negocio de Trump para beneficiar a las empresas Bayer-Sanofi, que son las que producen este medicamento. Pero no hay ningún fundamento científico que sostenga que sirve para contener el virus (Covid-19). Es aún más vulnerable desde el momento en que la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) retiró su respaldo al medicamento y, de la misma forma, en Brasil la sociedad lo ha rechazado. El único que lo promueve es el gobierno de Bolsonaro”, dijo el ingeniero.
Acertadamente, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sin evidencias científicas tangibles sobre la eficacia de la hidroxicloroquina, como tratamiento en pacientes con COVID-19, lo comenzó a promover desde que la embajada estadounidense donó estos medicamentos. “Nosotros sabemos que no tiene una comprobación científica, pero hay muchos informes de médicos sobre personas con comorbilidad que tomaron hidroxicloroquina al comienzo (de la pandemia) ¡y están vivas!”, señaló el 21 de mayo el mandatario de Brasil.
Este fue uno de los motivos que llevó a que dos ministros de Sanidad renunciaran: Henrique Mandetta, quien renunció en abril, y Nelson Teich en mayo. Ambos funcionarios del sector salud se negaron a recurrir a este medicamento para el tratamiento de la COVID-19.
Cimi, en asociación con organizaciones y cooperadores internacionales, entregó 303 canastas básicas de alimentos a los pueblos indígenas de Goiás y Tocantins. Foto: Regional Goiás / Tocantins do Cimi.
La Amazonía
Mientras la realidad en Brasil se convulsiona tras el avance de la pandemia, no solo ha intervenido la embajada estadounidense, USAID, sino que también uno de los seis comandos unificados de EEUU, el Comando Sur (USSOUTHCOM , por sus siglas en inglés), que abarca el área relativa al sur del continente americano, América Central y el Caribe.
Desde el 27 de mayo, el Comando Sur anunció oficialmente una donación de 45 mil dólares en equipo de protección para personal médico y alimentos para la región. Un monto que se sumó a los 2 millones de dólares que había donado USAID para la región amazónica, “para prevenir la transmisión, apoyar el tratamiento y ayudar a mitigar los impactos del virus en la salud”, de acuerdo el embajador de EEUU en Brasil, Todd Chapman.
Durante la entrega de esta ayuda por parte del USSOUTHCOM para la Secretaría Municipal de Salud y la Defensa Civil de Manaos, así como al Hospital Delphina Aziz, participó Todd Chapman quien dijo: “estas donaciones demuestran nuestro compromiso con la gente de la región amazónica y con Brasil”.
El SOUTHCOM ha tenido presencia desde años atrás en esta zona. Por ejemplo, en el año 2017, participó con el proyecto denominado AmazonLog2017, realizado entre la frontera con Brasil, Perú y Colombia. Un evento que sirvió como ejercicio militar y como muestra de productos de la industria armamentista, realizado en tres fases – en el periodo entre 28 de agosto y 13 de noviembre del año 2017 -, donde participaron más 2000 elementos del ejercito brasileño, de Colombia, Perú y de los países invitados, entre ellos, el Comando Sur de los Estados Unidos.
El ingeniero Pinheiro se muestra escéptico sobre los objetivos de la presencia estadounidense en el Amazonas. “Si en los EEUU el impacto del Coronavirus ha sido principalmente hacia personas pobres, latinos y afroamericanos, por no haber un sistema de salud pública, ¿será que les interesa la vida de las personas pobres o indígenas en la Amazonía?”, cuestiona el ingeniero durante una entrevista realizada por Avispa Midia.
Pinheiro sostiene que la presencia de los Estados Unidos tiene otros objetivos. “Bolsonaro prometió a EEUU y a los empresarios estadounidenses expulsar a los indígenas de sus territorios para permitir la ocupación de las tierras públicas para la expansión de la frontera agrícola y ganadera, minería, generación de energía, entre otros, incluso, para ello sirvieron los incendios de 2019 y, de la misma forma está funcionando el Coronavirus”, agrega Pinheiro.
Efectivamente, como sostiene el ingeniero, desde septiembre de 2019, mientras se intensificaban los incendios en diversos puntos de la Amazonía brasileña, el gobierno de los Estados Unidos y de Brasil, reafirmaron promover “el desarrollo del sector privado en la Amazonía”.
Este acuerdo se dio a conocer oficialmente desde Washington por parte del secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, y su par brasileño, Ernesto Araujo, quienes anunciaron, en conferencia de prensa, la estrategia de cooperación que sería implementada en la Amazonía como parte del compromiso de los mandatarios de ambos países.
“Equipos brasileños y estadounidenses avanzarán en el compromiso que nuestros presidentes hicieron en marzo (2019) para un fondo de inversión de impacto de 100 millones de dólares por 11 años para la conservación de la biodiversidad amazónica”,
ANUNCIÓ POMPEO.
Por su parte, Araujo dijo, en la misma conferencia de prensa, emitida el 13 de septiembre del 2019: “Queremos estar juntos en el esfuerzo por crear desarrollo para la región amazónica. Estamos convencidos de que es la única forma de proteger realmente la selva”. Y agregó: “Necesitamos iniciativas, nuevas iniciativas productivas, que generen empleos, que generen ingresos para las personas en la Amazonia. Ahí es donde nuestra asociación con Estados Unidos será muy importante para nosotros”.
Estas declaraciones se desprenden de la reunión que sostuvieron los mandatarios de EEUU y Brasil en marzo de 2019, dónde, además, de traer el tema de Venezuela, el terrorismo, el crimen organizado transnacional, así como el lanzamiento de cohetes y satélites desde Brasil, también aseveró Trump, “el presidente (Bolsonaro) y yo estamos facilitando las inversiones y buscamos reducir las barreras particularmente en la energía, en la agricultura, en tecnología. La visión de Bolsonaro para liberar el sector privado y abrir la economía es lo correcto para EEUU, para que nuestras empresas estén preparadas para incursionar cuando el terreno esté listo”, señaló Trump en conferencia de prensa el 19 de marzo de 2019.
En esta misma conferencia, el mandatario de Brasil, confirmó que se ampliaba la cooperación militar entre Brasil y EEUU abriendo el acceso a la base militar en Alcántara, el intercambio de tecnología y agregó que es “el sector privado de ambos países el que debe continuar siendo protagonista de las relaciones de ambos países.
El sector privado y la Covid-19
De acuerdo con la embajada de los EEUU con sede en Sao Paulo, al menos “cuatrocientas de las quinientas empresas más grandes de los Estados Unidos están en Brasil, muchas desde hace varias décadas, compartiendo y desarrollando soluciones para Brasil y para el mundo”.
Parte de estas empresas, con inversiones en diversos sectores productivos y de servicios en Brasil, se han sumado a la estrategia que viene implementado el gobierno de Trump a raíz de la pandemia de la Covid-19. Hasta el 2 de junio, las autoridades de EEUU en Brasil anunciaron que aproximadamente 40.5 millones de dólares habían sido donados por empresas de origen estadounidense para apoyar a los brasileños durante la pandemia.
Para esta operación, junto al sector privado, EEUU destinó 53 millones de dólares para combatir los impactos de la COVID-19 en Brasil. Una acción conjunta dónde participa la Cámara de Comercio Americana de Brasil (Amcham), la Embajada de los EEUU y el grupo + Unidos.
El grupo +Unidos es un fondo colaborativo de inversión social, resultado de una asociación entre la Misión Diplomática Americana, a través de USAID, y diversas multinacionales.
“El gobierno de los Estados Unidos y el sector privado están firmemente comprometidos a ayudar al pueblo brasileño a combatir la COVID-19 en Brasil”, dijo el embajador Chapman.
Entre las empresas donantes, preocupadas por resolver el avance de la pandemia, figuran algunas como las gigantes de la industria agropecuaria como Bunge, Cargill, ADM, Dupont, McDonald’s, CocaCola, Pepsico, BurgerKing, entre otras, quienes han incentivado directa e indirectamente a la deforestación de la Amazonía, según lo ha documentado Amazon Watch en su informe titulado Complicity en Destruction II.
Tan solo en la producción de Soja, según la organización ambientalista Greenpeace, por los menos 35 mil millones de hectáreas, un área del tamaño de Alemania, está destinada a la producción de soja en Brasil.
Las tres principales multinacionales que se perfilan como las gigantes de la soja en Brasil, en orden de importancia son, Cargill, Bungue y ADM. Estas empresas también suministran soja a numerosas compañías internacionales, incluidas las marcas de comida rápida McDonald’s, KFC, Burger King.
De acuerdo con el informe de Greenpeace llamado, Bajo Fuego: Cómo la demanda de carne y lácteos está impulsando la violencia contra las comunidades en Brasil, en la próxima década (2020-2030), se tiene proyectada aumentar la plantación de soja en Brasil, en una dimensión que equivaldría a tres veces más el tamaño de Bélgica. “En Brasil, la producción de soja se ha cuadruplicado en las últimas dos décadas y se prevé que aumente un tercio más en los próximos 10 años”.
La soja también es utilizada como alimento para ganado, otro factor de la deforestación de la Amazonía brasileña. De acuerdo con Jorge Camardelli, presidente de la Asociación Brasileña de las Industrias Exportadoras de Carnes (ABIEC), Brasil rompió su récord en 2019 con un aumento en las exportaciones de carne de vacuno, alcanzando 1,867 millones de toneladas, con un valor total de 7 mil 590 millones de dólares, 12,5% más que en 2018. Esta producción se sostiene con más de 213 mil 068 millones de cabezas de ganado distribuido en las zonas más estratégicas de Brasil, como la Amazonía.
Es posible que las empresas estadounidenses se muestren preocupadas por contener el avance de la pandemia, pero tienen con certeza, como principal interés, retomar el ritmo de su producción y, junto a ello, los proyectos que están detenidos. Mientras tanto, la pandemia viene afectando a las poblaciones más vulnerables en Brasil, como los pueblos originarios que habitan la Amazonía que, no solo han sido diezmados por la Covid-19, sino también, por los proyectos a mediana y gran escala de minería, soja, cría de ganado, proyectos energéticos y de infraestructura como la creación de hidrovías en los ríos más caudalosos de la región.
En poco más de un mes y en medio del movimiento de protesta en contra de la violencia policial y el racismo que sacude los Estados Unidos, seis personas negras han sido encontradas colgadas de árboles en los estados de California, Georgia, Nueva York, Oregon y Texas.
En todos los casos, las autoridades declararon las muertes como suicidios. Sin embargo, familiares, amigos, activistas y miembros de la sociedad en general dudan de esas conclusiones: para muchas y muchos, es difícil creer que en cuestión de semanas, seis personas negras hayan decidido ahorcarse en público, colgándose de árboles.
Uno de los casos más recientes ocurrió el 16 de junio, cuando un adolescente negro fue encontrado muerto colgado en el estacionamiento de una escuela en Spring, al norte de Houston, Texas. Cabe señalar que la muerte del adolescente ocurrió justo después de que la policía encontrará el cuerpo de otro hombre identificado como “hispano” colgado de un árbol en un “aparente suicidio” en el vecindario Shady Acres de Houston, Texas, el 15 de junio.
En la tarde del 27 de mayo, agentes de policía de Portland, Oregón, encontraron el cuerpo de Titi Gulley, de 31 años, colgando de un árbol en Rocky Butte Park.
El cuerpo de Malcolm Harsch, de 37 años, fue encontrado colgado de un árbol en un campamento para personas sin hogar en Victorville, California el 31 de mayo.
El habitante del Bronx, Dominique Alexander, de 27 años, fue encontrado colgado en un parque de Manhattan, Nueva York en la mañana del 9 de junio.
“Queremos la verdad”
“Queremos descubrir la verdad sobre lo que realmente sucedió. Todo lo que nos han estado diciendo no fue correcto. Mi hermano no era suicida, era un sobreviviente”, declaró Diamond Alexander, hermana de Robert Fuller en una manifestación.
El 10 de junio, el cuerpo de Robert Fuller, de 24 años, fue encontrado colgado de un árbol en la ciudad de Palmdale, California.
“Los negros no hacen eso. No se cuelgan de un árbol en un parque público”, dijo Terry L. Scott, para el New York Times, expresando un sentimiento compartido por muchos pobladores en la región.
El psicólogo y director del Instituto de Investigaciones Urbanas de la Universidad Estatal Morgan (Morgan State University), Raymond Winbush, abunda en el mismo sentido afirmando que “es muy raro que los jóvenes negros se suiciden, y aún más ahorcándose”.
Según datos del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EEUU, en la población negra la tasa de suicidio es 60% más baja que la de la población blanca. La Asociación Estadounidense de Suicidología informa por su parte que las armas de fuego son el método predominante de suicidio entre los afroamericanos (como lo son para la población estadounidense en general), seguido de la asfixia y la inhalación de gas.
Para Jamon R. Hicks, abogado contratado por la familia del señor Fuller y quien está trabajando para organizar una autopsia independiente, “lo que es muy preocupante es que hay una historia que no están considerando. Mi primer pensamiento no sería un suicidio: mi primer pensamiento es que este es un linchamiento moderno”.
Esa pista es la que muchas y muchos parecen compartir en el país. De hecho, en redes sociales, numerosas personas negras han empezado a compartir mensajes tales como: “Con cuerpo y mente sanos, estoy aquí para decirte ahora, si mi cuerpo se encuentra colgado de un árbol, NO cometí suicidio, fui asesinado”.
Una larga historia de linchamientos
Entre la Guerra Civil Estadounidense (1861-1865) y los años 1970, miles de afroamericanos fueron linchados en los Estados Unidos, con una mayoría de casos sufridos entre 1880 y 1940. Ciudadanos blancos eran responsables de esos actos de violencia que cobraron la vida de hombres, mujeres y niños negros, colgándoles de árboles a la vista de todas y todos.
Como lo señala la investigación “Linchamientos en América: enfrentando el legado del terror racial”, la historia de los linchamientos dejo huellas profundas y todavía visibles hoy en día en la sociedad estadounidense. “Los linchamientos de terror provocaron la migración masiva de millones de personas negras del sur hacia los guetos urbanos del norte y el oeste durante la primera mitad del siglo XX. El linchamiento creó un ambiente de miedo donde la subordinación racial y la segregación se mantuvieron con una resistencia muy limitada durante décadas. Más allá, esos linchamientos reforzaron el legado de desigualdad racial que nunca ha sido hablado ni trabajado adecuadamente en Estados Unidos. La administración de la justicia penal en particular está enredada con la historia del linchamiento de manera muy profunda, y sigue contaminando la integridad del sistema de justicia del país”, detalla el informe.
El documento establece un vínculo claro entre diferentes tipos de violencia racial que se observan hoy en día en EEUU, en particular el encarcelamiento masivo, el castigo penal excesivo, la sentencia desproporcionada y el abuso policial contra “personas de color”, y lo que llama “la era del terror”.
Por otro lado, la investigación subraya como el linchamiento fue usado como herramienta para hacer cumplir las leyes de segregación racial y mantener el control sobre la población negra. “Nuestra investigación confirma que muchas víctimas de linchamientos de terror fueron asesinadas sin ser acusadas de ningún delito; fueron asesinadas por transgresiones sociales menores o por exigir derechos básicos y un trato justo”, detalla.
Disuadir y debilitar el movimiento antirracista actual
Tommy Curry, autor de “The Man-Not” y profesor de filosofía y estudios negros en la Universidad de Edimburgo expresa una opinión similar y detalla que “el espectáculo de exhibir el cadáver negro pretende disuadir la acción política y la resistencia. Le dice a la población subyugada que podemos matar a sus hombres sin consecuencias, por lo que su causa, su resistencia, su intento de derrocar la regla actual es inútil”.
Otro incidente que ocurrió en junio en la ciudad de Oakland, California, parece confirmar esa idea.
El 16 de junio pasado, se encontraron varias sogas colgadas de cinco árboles en el parque del lago Merritt. En el marco de una investigación previa, residentes afirmaron que las cuerdas se habían usado para hacer un ejercicio, según un comunicado de prensa del Departamento de Policía de Oakland. “Un miembro de la comunidad reclamó la propiedad de las cuerdas y declaró que las colocó intencionalmente en las ramas de los árboles para hacer un ejercicio y jugar hace varios meses”, dice el comunicado.
La alcaldesa de la ciudad, Libby Schaaf, contestó los argumentos de la policía declarando que “los informes que establecen que esas cuerdas eran parte de un ejercicio no eliminan ni excusan sus tortuosos y terroríficos efectos. Todos somos responsables de conocer la historia y la realidad actual de los linchamientos, los crímenes de odio y la violencia racial. Los objetos que invocan tal terror no serán tolerados en los espacios públicos de Oakland”. Por otro lado, el FBI abrió una investigación por crimen de odio.
Sin embargo, al día siguiente, se informó que un “cuerpo falso colgado de una soga” había aparecido en la misma área. El “material relleno en forma de cuerpo humano con una cuerda atada alrededor del torso y el cuello, con una bandera estadounidense al lado” fue encontrado colgado de un árbol cerca del lago Merritt el jueves 18 de junio por la mañana por un residente. El residente retiró la efigie del árbol y llamó a la policía, según un comunicado de prensa del Departamento de Policía de Oakland.
La alcaldesa inmediatamente tuiteó una declaración diciendo que la efigie fue “un intento deliberado y vil de traumatizar y dividir a los habitantes de Oakland”.
Mientras tanto y a pesar de la represión, el movimiento de protesta antirracista continúa en muchas ciudades de los EEUU.