En portada: AMLO sostiene reunión con legisladores e integrantes del gobierno de Estados Unidos
Tras un jaloneo diplomático entre los Estados Unidos (EEUU) y el gobierno de México, el domingo 19 de marzo arribó a territorio mexicano una comitiva de 12 legisladores de ambas cámaras del congreso estadounidense. Entre las temáticas a resolver figuró en primer plano el fentanilo y sus precursores, la migración irregular y el tráfico de armas. También se abordó el Corredor Interoceánico y las perspectivas de como aprovechar las oportunidades que surgen del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Esta visita se da justo días después del secuestro de cuatro estadounidenses en la ciudad fronteriza mexicana de Matamoros. Las autoridades de México actuaron de forma inédita y se logró la localización de 2 estadounidenses muertos y los 2 restantes con vida.
En entrevista para Avispa Mídia, Josefina de León, de la Red de Desaparecidos en Tamaulipas comparte, “que bueno que los estadounidenses fueron localizados; lamentablemente, los familiares de más de 12 mil desaparecidos en Tamaulipas hubieran querido lo mismo”, pero agrega, “nuestros desaparecidos no son prioridad para el gobierno”.
Tras este trágico evento, el senador republicano Lindsey Graham, próximo al expresidente Donald Trump, amenazó con introducir un proyecto de ley para tipificar a los cárteles de la droga como organizaciones terroristas y así justificar una intervención militar en México.
El mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador, quien recibió a la comitiva estadounidense en el Palacio Nacional, se limitó a compartir que, “ya no lo hicieron (la propuesta de ley de intervención), por respeto, porque ya quedó claro que no lo aceptamos”.
Mientras que el canciller Marcelo Ebrard aseveró que la propuesta de ley no tuvo eco en el parlamento de EEUU, por el contrario, “yo no vi ninguna intervención de senadora o senador de Estados Unidos apoyando de ninguna manera lo que había dicho el senador, que por cierto hoy no vino; nadie de ellos (los 12 senadores) lo planteó, al contrario, nos dijeron que querían cooperación, colaboración, y trabajo conjunto", dijo.
La delegación estadounidense omitió argumentar públicamente sobre las amenazas de invadir México. Contrario a ello, la embajada de EEUU resaltó que se dio “un diálogo respetuoso, franco y abierto”.
Presión
De la parte de México, el Jefe de Unidad para América del Norte, Roberto Velasco Álvarez, destacó el avance de la política migratoria que ha implementado el gobierno de López Obrador, al asegurar que “México celebra las nuevas vías de movilidad y acceso al mercado de trabajo de Estados Unidos. El trabajo de las personas migrantes beneficia a las empresas estadounidenses y también es positivo en el contexto inflacionario actual”.
Sin embargo, no hubo avance en la agenda sobre la posible legalización de más de 11 millones de mexicanos indocumentados que se encuentran en la unión americana, cuyo esfuerzo se refleja en las remesas enviadas a México. Tan solo en 2022 el flujo de divisas de los trabajadores indocumentados en EEUU alcanzó la cifra de 58 mil 500 millones de dólares, reportó el Banco de México (Banxico).
Mientras tanto, el Instituto Nacional de Migración (INM) ha documentado que más de 60% de expulsados de EEUU bajo el Título 42 son mexicanos. Esta medida retomada por el gobierno estadounidense desde marzo del 2020, ha expulsado a más de 2 millones 700 mil personas en las distintas fronteras de ese país.
Previó al arribo de Joe Biden a la presidencia de EEUU, Trump implementó una estrategia de presión económica para que México endureciera aún más su política migratoria y fue cuando se intensificó la militarización de la frontera sur de México y, junto al Título 42, forman parte del paquete de medidas que ha tomado México en materia de política migratoria.
El gobierno de López Obrador ha sido flexible con EEUU, incluso, después de décadas de no hacerlo, se permitió que militares estadounidenses pisaran territorio mexicano. En mayo del 2022 se realizó, junto a la Secretaría de Marina de México, los ejercicios militares llamados “Tradewinds 2022”.
De esta forma la nueva agenda diplomática de EEUU ya no habla abiertamente de sus inversiones millonarias con la llamada Iniciativa Mérida con la que buscaba contrarrestar a los carteles de la droga en México que hoy son de alcance transregional. A través de este programa los distintos gobiernos mexicanos recibieron, desde 2007 hasta 2021, al menos 3 mil 500 millones de dólares para desplegar una ofensiva contra el crimen organizado. Parte de estos recursos fueron usados para Financiación Militar Extranjera (FMF).
El Servicio de Investigación, en un documento producido para el Congreso estadounidense llamado Ayuda exterior de EEUU a América Latina y el Caribe 2023, arguye que los esfuerzos y prioridades bilaterales de cooperación en materia de seguridad han cambiado con el nuevo acuerdo. Aunque se retoman parte de los viejos objetivos de la Iniciativa Mérida, ya que estará enfocado, principalmente, para “asegurar las fronteras y los puertos; y combatir la delincuencia organizada transnacional, incluido el cultivo de adormidera y la producción de heroína, fentanilo y metanfetamina”.
Frontera del siglo 21
Como de costumbre, el embajador estadounidense en México, Ken Salazar, muy entusiasmado ha anunciado que ambos gobiernos están comprometidos a construir “una frontera del siglo 21”. Por ello los Estado Unidos realizarán una inversión de 3 mil 400 millones de dólares.
Por su parte, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval González, soslayó que los proyectos considerados prioritarios para este gobierno giran en torno a la infraestructura fronteriza de México y Estados Unidos, que suma con una cantidad de 17 mil millones de pesos.
“Nos complace que el gobierno de México haya tomado la decisión de seguir fortaleciendo nuestra cooperación y coordinación en la frontera”, arguye Ken Salazar al referirse a la licitación que fue otorgada a la empresa estadunidense Rapiscan Systems, propiedad de OSI Systems, la cual suministrará equipos de revisión fronteriza como sistemas de inspección por rayos X, diseñados para escanear vehículos en movimiento, cargas y objetos de tamaño similar en busca de objetos sospechosos.
Potencia económica
Dentro de la agenda entre autoridades mexicanas y estadounidenses, también hubo espacio para la congregación de empresas de la American Chamber of Commerce México (AmCham), quienes dan rumbo al T-MEC. “Nos brinda (el tratado) una gran oportunidad para que América del Norte se consolide como la principal potencia económica del mundo y que nuestra integración brinde mayor bienestar y esperanza a nuestros pueblos”, ha manifestado la embajada de EEUU.
Por su parte, el secretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán, detalló las acciones y los planes de rehabilitación e inversión de infraestructura en el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT).
Tras los diversos diálogos, “la delegación bipartidista de ambas cámaras del Congreso de los Estados Unidos y sus equipos regresan a Washington, D.C. para trabajar en nuestros principales retos e impulsar nuestra integración bilateral y regional”, declaró la comitiva estadounidense.
David Hernández Salazar, agente comunitario de Puente Madera, comunidad binizaá ubicada en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, fue detenido el pasado 17 de enero por elementos de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), acusado de supuestos daños a las vías públicas de comunicación.
En el trasfondo, la persecución contra el agente binizaá se debe a la persistente lucha de la comunidad de Puente Madera para defender las tierras de uso común de El Pitayal, donde se pretende la construcción de uno de los 35 parques industriales que conformarán el megaproyecto del Corredor Interoceánico.
Ante la detención, fue la movilización de su comunidad la que consiguió ejercer la presión necesaria para su liberación, después de permanecer privado de su libertad durante horas. Ahora, Hernández enfatiza que no es el único en la mira de la represión. Otras 17 personas, todas habitantes de la comunidad Puente Madera, tienen órdenes de aprehensión en su contra.
Para Hernández ya no es ninguna sorpresa las estrategias ejecutadas por el Estado. Desde el año 2021, habitantes de la Asamblea de Comuneros de San Blas Atempa, municipio al cual pertenece Puente Madera, han denunciado la simulación y falsificación de firmas para la aprobación de la instalación de uno de los parques industriales, denominados “Polos de Desarrollo para el Bienestar”.
Pese a las movilizaciones que se han sucedido desde entonces para desconocer la aprobación simulada, no ha cedido lacriminalización contra representantes y habitantes de la comunidad de Puente Madera, quienes exigen una resolución al juicio de nulidad presentado en el Tribunal Unitario Agrario de Tuxtepec para la cancelación de la construcción del parque industrial en las tierras de uso común del monte El Pitayal.
Cabe resaltar que, en el caso concreto de las inversiones que aterrizan en el Istmo de Tehuantepec, la comunidad binizaá señala la injerencia de los EEUU en la reconfiguración del sureste mexicano, particularmente por su valor geoestratégico.
Como reflexiona Ana Esther Ceceña, coordinadora del Observatorio Latinoamericano de Geopolítica: “Cuando por el Corredor Interoceánico pasen los contenedores de China y EEUU, las fuerzas de seguridad que estarán cuidando serán las de América del Norte, no solo la de México. Es importante observar este riesgo militar”.
Esta publicación forma parte de una serie de diálogos con participantes de la Asamblea del Congreso Nacional Indígena, realizada los días 4 y 5 de marzo en Tehuacán, Puebla. También puedes consultar las entregas pasadas sobre los procesos en Michoacán y Quintana Roo. A continuación, compartimos los extractos de la entrevista con David Hernández Salazar, de la comunidad de Puente Madera.
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Avispa Mídia: ¿Cuál es el estatus de la demanda contra la asamblea donde se impuso la aprobación a la construcción del parque industrial en El Pitayal?
David Hernández, agente comunitario de Puente Madera (DH): En el mes de marzo del año pasado fue la última audiencia que tuvimos donde el suplente del Comisariado de Bienes Comunales, Gregorio Salva, y el titular de la Procuraduría Agraria, que era el Licenciado Paredes, contestan que no se aprobó el parque industrial en esa fecha del 14 de marzo de 2021. Entonces, ahí nos quedamos, ellos reconocen que no se aprobó, pero pues, el gobierno del Estado y el federal siguen metiendo al monte, a El Pitayal, para la construcción de ese parque.
AM: ¿Hubo una resolución judicial?
DH: Todavía es lo que hace falta. También tuvimos una plática con la Procuraduría Agraria Nacional, nos atendieron en la Ciudad de México, en donde pues yo presenté todas las pruebas del proceso de la demanda, las irregularidades que se han visto en este proceso. Ellos dicen que mientras no haya un dictamen que diga que no se puede entrar al monte, ellos van a continuar. Entonces, la respuesta que yo les dije fue: ‘pues entonces nosotros vamos a defender’. Pues estamos igual, ustedes entran, nosotros defendemos mientras no haya una resolución del Tribunal Agrario.
AM: Eso fue el año pasado y después ocurre tu detención …
DH: Exactamente, de ahí saltamos a mi detención… y ahí se vio el respaldo de la población, que al final de cuentas esta lucha es de la comunidad, no nada más es de unos cuantos, ni mucho menos de un líder social, sino que es de una comunidad.
AM: ¿De qué es lo que te estaban acusando?
DH: De ataques a la vía de comunicación, daños materiales y de quema de vehículos, es lo que me acusan. Debería no ser de esa manera, pero pues igual para nosotros son delitos fabricados, delitos que no tienen un argumento, no tienen una base de que realmente es lo que sucedió.
Es un ataque hacia nosotros para fabricar delitos y pues, prácticamente así, detener esta lucha de defender la tierra de uso común del monte de El Pitayal. Además, existen todavía 17 órdenes más de aprehensión contra los compañeros, todos de Puente Madera. Pues igual, delitos fabricados, no hay una base para las demandas de que realmente haya sucedido eso que dicen ellos, pero más que nada es para intimidar a la comunidad con 18 órdenes de aprehensión. La mía ya procedió, están pendientes las de los compañeros, pero igual ya se están preparando para un amparo, para que de esa manera también los compañeros se sientan protegidos y respaldados por la comunidad.
AM: ¿Que importancia tiene esta lucha frente a la imposición del Corredor Interoceánico?
DH: Sabemos que es uno de los proyectos prioritarios del presidente de la República, pero sabemos también que hay líderes políticos que quieren asegurar esos espacios de tierra y territorio, y se basan en las imposiciones a través de falsificación de firmas, a través de mentiras hacia las comunidades.
En este momento, el Corredor Interoceánico ha tenido muchos problemas. Por ejemplo, menciono el grupo de Ucizoni (Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo) que ya lleva varios días deteniendo, obstruyendo las vías del tren, por asuntos de incumplimiento hacia esas comunidades.
Por otro lado, está el municipio de Santiago Astata. Igual, un bloqueo que ya lleva cinco días también porque la empresa no ha cubierto el pago del material pétreo que están extrayendo ahí, que rebasa los 11 millones de pesos ya.
En el caso particular del parque industrial de San Blas de Atempa, algunos de los problemas: asambleas amañadas, tanto de comuneros como de las asambleas de las comunidades indígenas, por parte del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), pero todo esto en complicidad con el Presidente Municipal en turno, el Comisariado de Bienes Comunales y por, supuesto, con el gobierno del Estado y también el gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador.
El mensaje es claro: nosotros vamos a seguir defendiendo nuestras tierras y territorios. Es un derecho que tenemos como comunidades indígenas. Las tierras no se venden. Desde este posicionamiento que tenemos en Puente Madera, vamos a continuar defendiéndolas, aunque traten de intimidarnos con esas órdenes de aprehensión. Podrán encerrar a uno, dos, tres, los que quieran, pero como la lucha es del pueblo, vamos a continuar luchando por las tierras de uso común.
AM: ¿Que lectura tienen del impulso de los EEUU con el anuncio de más inversiones en la región del Istmo?
DH: Tenemos conocimiento de que, en marzo, el día 21, llega el embajador de los Estados Unidos al Istmo y, por supuesto, tenemos conocimiento también de que vienen proyectos más grandes. Imagínese, son 10 parques industriales, que tienen que tener un abastecimiento de energía eléctrica, entonces, van para allá, van para la privatización de las tierras de uso común y en particular de San Blas Atempa, porque contamos con casi 10,000 hectáreas, cantidad suficiente para poner ahí un parque eólico para alimentar a las empresas. Por eso, nosotros estamos en alerta, para reforzar este movimiento, para impedir que sigan avanzando más en las tierras de uso común.
David Hernández recalca que el encuentro del CNI reúne a pueblos que, con sus diferencias, comparten problemáticas similares como la actuación de gobiernos y autoridades agrarias corruptas o la militarización de proyectos para intimidar a la población. “Y cuando ya no pueden ellos, pues ya interviene la delincuencia organizada”, subraya el indígena binizaá.
“El mensaje que llevamos para nuestra comunidad es de reforzar nuestra lucha. No es nada más en la región de Istmo, sino que en todo el país se vive esa situación”, ataja el miembro de la comunidad de Puente Madera.
En portada: Avance de las obras de construcción del tren maya provocan la deforestación de centenas de hectáreas de selva
Es más que una consigna. La frase, “la tierra no se vende”, reiterada en los testimonios compartidos por participantes de la más reciente Asamblea del Congreso Nacional Indígena (CNI), realizada durante los días 4 y 5 de marzo, encarna la férrea defensa de pueblos originarios en el sureste de México, donde ya se viven los efectos negativos de la imposición de uno de los proyectos estrella de la denominada Cuarta Transformación: el Tren Maya en la península de Yucatán.
En su avance, vincula una serie de megaproyectos para ofrecer los territorios de las comunidades indígenas a los mercados: parques industriales, centrales energéticas, infraestructura para la circulación de mercancías y cuarteles militares, por mencionar sólo algunos.
Como ha documentado Avispa Mídia, desde el inicio de la administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se evidenció el uso de diversas tácticas para implementar, a cualquier costo, tanto el Corredor Interoceánico en el Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca, como el Tren Maya en los territorios de la península de Yucatán.
En esta entrega, retomamos el testimonio de procesos organizativos de Quintana Roo desde donde hacen un llamado a develar las estrategias y la imbricación de actores, legales e ilegales, quienes promueven los motores de la reconfiguración en el sureste mexicano.
Es de resaltar el papel de las Fuerzas Armadas quienes, con el pretexto de ejecutar las obras, han extendido su presencia en los territorios indígenas. Al mismo tiempo del avance en la militarización, acusan las comunidades, también se abre paso la delincuencia organizada y, con ello, la violencia a través de las ejecuciones, desapariciones y otros crímenes dentro de las poblaciones originarias.
La Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch' Xíinbal, que celebró cinco años de existencia el pasado mes de enero, se define como una Asamblea itinerante mediante la cual distintas comunidades de la península de Yucatán comparten los problemas en torno a los megaproyectos que aterrizan en sus territorios para, con ello, construir acuerdos sobre las estrategias para su defensa.
Integrada por ejidatarios y campesinos de comunidades mayas, uno de los principales acuerdos de la Asamblea Múuch' Xíinbal es no vender ni rentar la tierra ante los “megaproyectos implementados por empresas que, al clásico modo conquistador, llegan a arrebatar nuestras tierras para desarrollar su negocio”, sostienen sus integrantes.
Ante ello, la organización maya ha denunciado los efectos negativos desatados por la avalancha de proyectos extractivos, incluidos aquellos maquillados de “verde”, entre los que se encuentran los planes para erigir 25 parques, eólicos y fotovoltaicos, en la península. Además, han alzado la voz ante la proliferación de centenas de granjas de cerdos que amenazan con contaminar la mayor reserva de agua subterránea del país y, por supuesto, contra la devastación causada por las obras del Tren Maya.
A continuación, presentamos extractos de la conversación con Alexis Juuj, perteneciente a la comunidad de Chunhuhub e integrante de la Asamblea Múuch' Xíinbal. Él nos platica sobre el avance del tramo 6, el cual va de Tulum a Chetumal, y cuya construcción está a cargo del ejército mexicano, lo cual, acusa, ha provocado la militarización de las comunidades.
Avispa Mídia (AM): ¿Puedes compartirnos una actualización del avance en las obras del megaproyecto del tren en tu región?
Alexis Juuj (AJ): Para el proyecto del tren mal llamado maya, prácticamente han abierto el camino dentro de la selva. A pesar de que han estado cambiando constantemente las vías donde va a pasar el tren, porque pues realmente no cuenta con un proyecto ejecutivo.
Han estado improvisando, pasando sobre cenotes, cuevas, que han estado rellenando con material pétreo y con basura. Desde el principio nosotros lo mencionamos, el suelo no es apto para un proyecto de esa magnitud.
Actualmente el proyecto del tren mal llamado Maya ya está muy avanzado. Esto ha llevado también que las comunidades se llenaran de militares, que son los que justamente están encargados de algunos tramos de la construcción del tren.
AM: La Asamblea del CNI que nos convoca hoy propone reflexionar sobre la relación entre violencia, militarización y megaproyectos, ¿cómo se expresa esto en el caso concreto del tren?
AJ: Desde que empezó la construcción del tren y que empezó la militarización en la zona, hay algo bien marcado: el índice de violencia se disparó desde la llegada de los militares en las comunidades, cuya presencia se justificó por la necesidad de mayor seguridad. Sin embargo, es todo lo contrario.
Acá hay algo bien interesante, porque anteriormente en las comunidades pequeñas de Quintana Roo y de Yucatán no se escuchaba nada sobre desapariciones o sobre levantones, sobre enfrentamientos con el narco. Sin embargo, desde el inicio de la construcción se empezó a escuchar mucho sobre esto. Y está sucediendo justamente en las comunidades, ya no en las grandes ciudades como era anteriormente: Cancún, Playa del Carmen, Tulum. Ahora ya están dentro de las comunidades. Entonces, están desapareciendo mujeres, niños y hombres, pero lo interesante es que los hombres jóvenes y hombres adultos que desaparecen, en la mayoría, aparecen ejecutados y las mujeres no aparecen, tampoco los niños, lo que nos lleva a pensar que realmente es trata de blancas y de niños. Eso es lo que ahora está sucediendo en las comunidades. Además, hay un vínculo entre la Guardia Nacional con el crimen organizado, que es algo que ya sabemos. El crimen organizado ha inundado las comunidades con droga para enlistar en sus filas a los jóvenes de las comunidades, que pues utilizan como carne de cañón en el narcotráfico.
AM: ¿Qué otros actores aterrizan en los territorios y cuáles son los efectos con el avance de las obras?
AJ: Dentro del proyecto no se mencionan los efectos secundarios que traerá el tren. Hay comunidades ahorita donde están llegando empresas, sobre todo de energías, a querer instalarse en ejidos que están cercanos a donde va a pasar el tren.
En mi comunidad de Chunhuhub, hay un poblado muy cerca donde ahorita se está instalando una subestación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). El Fonatur (Fondo Nacional de Fomento al Turismo) presentó el proyecto de la subestación, que exclusivamente se está haciendo para alimentar a la estación del Tramo 6 que va a estar en Felipe Carrillo Puerto, a 60 kilómetros de donde va a pasar el tren. En ese mismo ejido se pretende instalar un parque solar de 2,000 hectáreas.
En esa zona, por ejemplo, en mi comunidad, hay 400 personas que no son de la península, que están trabajando en esas obras de energía. Esto ha ocasionado una violencia contra el tejido social, por las formas que han traído esas personas. La gente que trabaja allá se está involucrando también con las mujeres de las comunidades y ha provocado problemas familiares.
Además, en otras zonas, donde ya avanzó mucho más la construcción del tren, como es en la zona de Izamal, no solo hay trabajadores de todo el país, sino que también están llegando centroamericanos que están migrando para los EEUU. Se está contratando a mucha gente para avanzar lo más rápido posible con las obras, independientemente que sea indocumentada. Eso también ha traído problemas de drogadicción dentro de las comunidades, porque pues mucha de esta gente trae otras formas de vida, que va contagiando a la comunidad.
Además de compartir los testimonios sobre las violencias que recaen en los distintos territorios, los 25 pueblos originarios presentes en la Asamblea del CNI acordaron mantener los trabajos para la defensa de sus territorios, y entre las distintas acciones, se convocaron a movilizaciones como la que se efectuará el próximo 21 de marzo en solidaridad con la defensa del Istmo y en el contexto de la visita de funcionarios norteamericanos en la región.
Para Alexis Juuj, la importancia de los espacios construidos en la red del CNI radica en la compartición de las experiencias que se viven en diferentes regiones, lo cual ayuda al análisis y la organización para enfrentar los megaproyectos.
“En la península, es una región que no había sido explotada a esta magnitud, con proyectos como el tren. En otras zonas del país, en norte y el centro, ese tipo de proyectos ya han sido implementados y los efectos ya se conocen en las comunidades, entonces esa experiencia de organización, es importante llevarla nosotros al sur, donde todavía está empezando y donde todavía hay muchas desinformación en las comunidades”, reflexiona el integrante de la Asamblea Múuch' Xíinbal.
por CrimethInc / En portada: La ciudad kurda de Saqqez, ciudad natal de Jina, conmemorando los 40 días de su muerte bajo custodia.
Con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, Somayeh Rostampour explora los orígenes y las implicaciones del lema que se convirtió en la consigna del levantamiento en Irán en 2022. El siguiente artículo fue originalmente publicado en persa el 27 de octubre de 2022, durante las fases iniciales del movimiento. Fue traducido del persa al inglés por Golnar Narimani y comparado con la traducción de un camarada anónimo. El texto ha sido editado y finalizado por Morteza Samanpour. Agradezco a todos ellos, así como al consejo editorial de CrimethInc., que hayan puesto este extenso texto a disposición de los lectores ingleses. Traducido al castellano por A Planeta.
Prefacio
El levantamiento revolucionario asociado al lema “Jin, Jiyan, Azadi” (“Mujer, vida, libertad”) comenzó en Irán hace casi seis meses, el 16 de septiembre de 2022, cuando la policía de la moralidad de la República Islámica asesinó a una mujer kurda de 22 años, Jina (Mahsa) Amini. Desde entonces, todo el país está en llamas. Esta revolución feminista no es simplemente una respuesta al hiyab obligatorio; pretende poner fin a 44 años de apartheid de género, patriarcado, dictadura militar, neoliberalismo, nacionalismo y teocracia islamista. Al igual que la llamada Primavera Árabe, el movimiento Jin, Jiyan, Azadi exige “la caída del régimen” con la vista puesta en un cambio social sistémico.
Durante los tres primeros meses del movimiento, más de 18.000 activistas y manifestantes fueron detenidas, miles resultaron heridas y más de 500 personas murieron por disparos o torturadas, entre ellas 70 niños. Más de 100 personas siguen expuestas a ser ejecutadas. Los y las presas han sido sometidos a diversas formas de brutalidad, como veredictos infundados en juicios amañados celebrados sin abogados independientes y torturas físicas y psicológicas destinadas a obligar a las personas cautivas a firmar confesiones falsas. Las mujeres y los presos homosexuales, en particular, se enfrentan a amenazas de violación y acoso sexual. En la fase más reciente de la represión, el régimen se está vengando de la insurrección de las mujeres envenenando sistemáticamente a alumnas y niños con gas químico en más de 200 escuelas de todo el país, lo que ha provocado la muerte de al menos dos niños y la hospitalización de cientos más.
A pesar de ello, o gracias a ello, el movimiento sigue vivo. Las clases oprimidas siguen luchando en la calle, en las cárceles y las escuelas, en el trabajo, en las plataformas de las redes sociales, en la conmemoración de los mártires durante las ceremonias fúnebres y en solidaridad con las madres y las familias que han perdido a sus hijas e hijos. La República Islámica ha llegado a un punto irreversible; las ruedas de la historia no pueden retroceder mediante la represión. Cuando las jóvenes gritan en las universidades: “Esto es una revolución de mujeres, ya no lo llaméis protesta”, quieren decir que “esta vez es diferente”, que están decididas a derrocar el régimen. Actualmente, el ritmo de las protestas callejeras es reducido; las militantes han aprovechado este intervalo para organizarse, recuperarse y reflexionar.
Introducción
Después de que la llamada “policía de la moralidad” asesinara a Jina Amini el 16 de septiembre de 2022, “Jin, Jiyan, Azadi” se convirtió rápidamente en el lema central de una oleada de protestas que se extendió por todo Irán. El eslogan fue coreado por primera vez el día del entierro de Jina por la indignada población de Saqqez, su ciudad natal en el Kurdistán: miles de valientes expresaron su solidaridad con su familia y arruinaron el plan del régimen de enterrar a Jina en secreto.
Como parte de su cultura política, el pueblo kurdo celebra colectivamente el martirio en los funerales de los militantes que sacrificaron sus vidas, transformando la muerte en un arma de resistencia. El día del entierro de Jina, alguien gritó “Jin, Jiyan, Azadi”, que todas los demás personas repitieron inmediatamente, según una mujer que presenció el acto. El lema era claro, familiar e intuitivamente comprensible de memoria. Este eslogan se utilizó después en Sanandaj, otra ciudad kurda, y luego por los estudiantes de Teherán, para finalmente extenderse por todo el país a todas las ciudades, pueblos y calles.
¿Cómo llegó este eslogan a Saqqez? ¿Por qué se convirtió en el lema central de distintas partes del Kurdistán y del resto de Irán? ¿Cómo se convirtió en el nombre con el que se identifica el movimiento revolucionario en Irán? ¿Qué significados sociales y políticos puede revelar la genealogía del eslogan?
Los orígenes históricos de “Jin, Jiyan, Azadi” (Mujer, vida, libertad)
El lema “Jin, Jiyan, Azadi” no se convirtió en la consigna del levantamiento en Irán por accidente. No cayó del cielo; surgió de una larga historia de luchas sociales. Este lema es el legado del movimiento de mujeres kurdas en la parte del Kurdistán que se encuentra en Turquía, una zona conocida por los kurdos como “Bakur”.
En septiembre de 2022, Atefeh Nabavii, compañera de prisión de Shirin Alamholi (miembro del PJAK, la rama kurda iraní del PKK), escribió en su Twitter:
“Fue de Shirin Alamholi de quien oí por primera vez el lema de “Jin, Jiyan, Azadi” en la prisión de Evin; estaba escrito en la pared, junto a su cama.
Shirin Alamholi fue ejecutada en mayo de 2009 por ser miembro del PJAK, partido considerado “terrorista” por el régimen. Sólo tenía 28 años; nunca devolvieron su cuerpo a su familia.
Tanto el PJAK de Rojhilat (la parte del Kurdistán en Irán) como el movimiento de mujeres kurdas de Bakur están influidos por la filosofía política de Abdullah Öcalan, fundador y líder carismático del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Öcalan fundó el partido en 1978 con un pequeño grupo de compañeras y compañeros; tras el golpe militar represivo de 1980, el partido incluyó la lucha armada en su programa en 1984 y desde entonces se ha convertido en la fuerza de oposición más importante de Turquía. Öcalan lleva en régimen de aislamiento desde 1999, encerrado en la prisión de İmralı, en una isla cercana a Estambul. En su fase marxista y nacionalista, Öcalan intentó entrelazar las ideas de Mao Tse-Tung y Frantz Fanon con la reivindicación de la liberación kurda para formar un movimiento socialista unido. Desde el principio, animó a las mujeres a participar en el movimiento nacional del Kurdistán con el lema principal de que “la liberación del Kurdistán no es posible sin la liberación de las mujeres”1.
Con este eslogan, el PKK se distinguió de otras organizaciones de izquierda de la época en Turquía y Oriente Medio en general. El PKK puso de relieve la cuestión de la mujer en el marco del nacionalismo kurdo moderno, que se entrelazaba sobre todo con la preservación de la patria, del propio suelo y de la cultura y la lengua kurdas.
Sin embargo, tras el colapso de la Unión Soviética, a partir de 1995 el PKK experimentó una revolución intelectual. Comenzó a alejarse del marxismo ortodoxo y de la reivindicación de un Estado kurdo independiente, abandonando la idea del “Gran Kurdistán”, y se orientó hacia ideas políticas centradas en la “democracia” y no en la “clase” en el sentido marxista clásico del término. En esta nueva fase del movimiento kurdo liderado por el PKK, la subjetividad política no se identifica únicamente con los trabajadores como “vanguardia”, sino también con las mujeres y los activistas ecologistas. Esta tendencia alcanzó su punto álgido tras la detención de Öcalan y los textos que publicó desde la prisión turca como defensa ante los tribunales. En estos libros, escritos en condiciones desesperadas y enviados a sus seguidores por fax, así como a sus abogados, Öcalan se inclina por una forma de autogobierno del consejo denominada “confederalismo democrático” constituido por tres pilares principales: “comunas, mujeres y ecología”2. En esta nueva fase, la cuestión de la mujer pasó a ser central para el PKK y el movimiento femenino del partido fue adquiriendo cada vez más independencia, tanto práctica como teórica3.
En la primera fase del PKK, cuando prevalecían las ideas nacionalistas y marxistas-leninistas, Öcalan se refirió a las antiguas mitologías de Mesopotamia (la región histórica de Asia occidental que incluye a los habitantes geográficos del pueblo kurdo y otros), enmarcándolo como el “glorioso pasado antiguo” del pueblo kurdo y proponiendo que las sociedades mesopotámicas eran matriarcales durante ese tiempo4.
Öcalan empleó mitos locales y femeninos contra las historias del imperialismo, el colonialismo y el patriarcado. Destacando el antagonismo mítico entre Enkidu (el dios masculino) como encarnación del Estado e Ishtar (la diosa de la guerra, el amor romántico y la libertad femenina) encarnada en las guerrilleras, Öcalan intentó animar a las mujeres kurdas a unirse a la lucha armada. En este marco teórico, se considera que las mujeres fueron las primeras en crear la vida y cultivar el conocimiento y las herramientas para vivir, que luego los hombres robaron a las diosas.
Öcalan asociaba los poderes creativos de las mujeres con su capacidad única para la maternidad y el parto, es decir, con sus características corporales y fisiológicas distintivas. Aquí es donde parte de su marco vincula la superioridad de la mujer con sus características físicas distintivas de forma esencialista, y en su interpretación del género, un enfoque mitológico e inmaterial sustituye a un enfoque materialista. El objetivo, sin embargo, era claramente político. Como declaró el propio Öcalan, su objetivo era devolver a las mujeres la confianza perdida en sí mismas y demostrar que el patriarcado no era un principio eterno y natural de la historia, sino el resultado de prácticas históricas5. El patriarcado, por tanto, puede transformarse. En otras palabras, puesto que en Mesopotamia existió una vez un mundo basado en la igualdad de género, podría haberse hecho realidad de nuevo.
A partir de la década de 1990, especialmente en los años 1994 a 1998, Öcalan utilizó “Mujer” y “Vida” juntas muchas veces. Especialmente porque la raíz de las palabras mujer (Jin) y vida (Jiyan) es la misma en kurdo, el uso de mujer y vida juntas se difundió fácilmente en Kurdistán. Por ejemplo, en 1999, el PKK publicó un folleto titulado “Jin Jyian” (“Mujeres-Vida”), y a partir del año 2000, aproximadamente, el lema “Jin, Jiyan” fue muy utilizado por los movimientos de mujeres kurdas de Bakur. La expresión “mujer-vida” (Jin, Jiyan) es mucho más antigua que “Jin, Jyian, Azadi” (“Mujer, vida, libertad”).
La libertad (Azadi) es también una de las palabras clave del PKK en el contexto del género. De hecho, fue la idea de la “libertad de las mujeres” la que las movilizó inicialmente para participar en la acción política y en la lucha armada. Según el PKK, la “libertad” es la liberación de las mujeres de las relaciones de poder y dominación, concretamente del capitalismo, el Estado y el patriarcado (incluida la institución de la familia). Por ejemplo, en la primera conferencia celebrada en Estambul (en 1999) por activistas kurdos en apoyo del PKK, el lema “La mujer es libre, la patria es libre” desempeñó un papel central.
Como parte del proceso más amplio a través del cual el pensamiento de Öcalan se transformó en prisión, utilizó estas tres palabras juntas por primera vez en el cuarto volumen de sus escritos en prisión, La crisis civilizatoria en Oriente Medio y la solución de la civilización democrática (2016). Pero hasta 2008, su uso fue muy limitado. Fue a partir de 2013 cuando el eslogan se escuchó en Rojava y Bakur, extendiéndose a otras partes del Kurdistán. En una carta escrita en 2013, Öcalan subrayó el poder político del lema “Jin, Jyian, Azadi” para perseguir una “vida digna” y crear una sociedad utópica. Curiosamente, Öcalan calificó el eslogan de “fórmula mágica” para la revolución de las mujeres en Oriente Medio que debería ser un modelo para las mujeres de Rojava y para todas las mujeres de Oriente Medio6. Hoy en día, el eslogan es coreado por las mujeres en numerosas ciudades de América Latina, Europa y Estados Unidos.
Sin embargo, ni la historia del PKK, ni la historia de las mujeres en este movimiento, ni la historia de este lema pueden reducirse a su líder. El PKK es a la vez un movimiento social y político que se ha abierto camino no sólo en la política, sino también en la vida cotidiana de millones de personas a lo largo de sucesivas generaciones. El PKK no puede controlar ideológicamente la escena política del Kurdistán por mucho que lo desee, porque, al final, las acciones de los sujetos políticos determinan el destino de las ideas: si son aceptadas, consolidadas y promovidas o rechazadas y abandonadas.
Las mujeres del PKK (tanto guerrilleras como activistas civiles) son los sujetos que han hecho de “Jin, Jiyan, Azadi” la idea central del movimiento. Su lucha simultánea tanto contra el patriarcado nacionalista del Estado turco como contra el patriarcado dentro del propio partido ha sido un gran logro histórico, una fuente de inspiración para nosotras, las mujeres kurdas, y para las mujeres de la región y de todo el mundo. Especialmente después de 1995, llevaron a cabo una serie de esfuerzos, haciendo numerosos sacrificios y realizando muchos experimentos. Aunque está fuera del alcance de este texto ofrecer una historia detallada del movimiento de mujeres del PKK, cabe señalar que fueron las mujeres quienes “feminizaron” la política en el Kurdistán y la transformaron drásticamente en Turquía7. El hecho de que la nueva ideología del partido situara a las mujeres en el centro influyó sin duda, pero fueron las acciones políticas conscientes de las mujeres y sus luchas interseccionales contra el capital y el Estado (que es el símbolo del patriarcado, según el PKK) las que hicieron que las consignas se popularizaran y traspasaran fronteras.
Las activistas que trataron de hacer frente a la violencia contra las mujeres en Bakur desempeñaron un papel encomiable. Crearon diversas instituciones para luchar contra la violencia; ellas mismas portaron los ataúdes de las mujeres asesinadas a causa de la violencia y las enterraron con sus consignas, canciones y ululaciones femeninas. Se relacionaron con las mujeres “corrientes”, yendo de puerta en puerta y de barrio en barrio para que la cuestión de género dejara de ser una preocupación de las “élites” y se convirtiera en una cuestión que afectaba a todos los oprimidos. Al criticar el feminismo elitista, consiguieron que las cuestiones de la mujer fueran relevantes para todas las clases de la sociedad.
Según una de las mujeres que entrevisté, en 2002, durante una ceremonia celebrada por partidarias del PKK para enterrar a una mujer que perdió la vida en un supuesto “crimen de honor”, las mujeres corearon “Jin, Jiyan, Azadi”. Algunas activistas se refirieron a estas víctimas como “mártires”. Más tarde, esto se convirtió en una tradición política muy extendida entre los partidarios del PKK.
Más recientemente, en Bakur y especialmente en Rojava, las mujeres víctimas de violencia doméstica o asesinadas por el Estado turco y el ISIS han sido enterradas con el lema “Jin, Jiyan, Azadi.”
Por lo tanto, lo que ocurrió el 17 de septiembre de 2022 en Saqqez durante el entierro de Jina Amini no fue un acontecimiento nuevo y sin precedentes. Más bien fue la continuación de una larga tradición política que surgió del PKK y se había convertido en una tradición revolucionaria en varias partes del Kurdistán. El entierro de Jina se convirtió en una manifestación en el cementerio de Saqqez precisamente por esta tradición de politizar la muerte que se practica desde hace años en Bakur y Rojava, y que ha sido inspiradora para el pueblo kurdo de Irán.
Las madres Dadkhaah del Kurdistán, las justicieras que perdieron a sus seres queridos, también desempeñaron un papel fundamental en la difusión de “Jin, Jiyan, Azadi” en Bakur. Consiguieron despojar a la vida de la mujer de sus asociaciones esencialistas y darle un significado más político. Estas madres actuaron como la memoria del Kurdistán desafiando al olvido y a la muerte. Desafiaron la muerte de sus seres queridas politizando la justicia, convirtiéndose así en sujetos políticos y mensajeros de la “vida”. En un movimiento que ha sufrido más de 40.000 bajas hasta la fecha en su lucha contra el Estado fascista turco, las madres Dadkhaah han sido las pioneras de la paz, especialmente aquellas madres que buscan la justicia y que perdieron a sus hijos en la lucha contra el Estado turco y ni siquiera pudieron enterrar sus cuerpos.
Uno de los grupos clave entre los que buscan justicia en la parte del Kurdistán en Turquía son las “Madres del Sábado”. Protestaron todos los sábados en la plaza de Galatasaray de 1995 a 1999 durante 200 semanas, en busca de justicia para sus hijos e hijas desaparecidas, que formaban parte de las más de 17.000 víctimas. Tras ser reprimidas, las “Madres de la Reconciliación” siguieron organizándose a partir de 2008 con el objetivo de sensibilizar a la población hacia una solución pacífica de los problemas del pueblo kurdo. Procedían de diversas clases sociales; la mayoría tenía escasa formación y trabajaba en varias ciudades del Kurdistán. Por ejemplo, una de las integrantes de Madres de la Paz (Makbulaa), que había perdido a sus hijos, participó en reuniones internacionales a pesar de no haber asistido nunca a una escuela.
Tanto Madres del Sábado como Madres de la Paz utilizaron el lema “Jin, Jiyan, Azadi” en sus protestas de diferentes maneras. Gracias a ellas, a partir de 2006, el lema llegó a las manifestaciones en Turquía para celebrar el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo, y después a Rojava a partir de 2012.
Miles de madres que se han convertido en activistas políticas debido a la trágica y brutal opresión en la parte del Kurdistán que se encuentra en Turquía están politizando cada vez más su vida cotidiana tanto en el espacio privado como en el público. Esto representa otra similitud con la situación en Irán. Los asuntos privados bajo el yugo de la opresión han creado una profunda crisis que inevitablemente se extiende a las esferas públicas, de modo que ambas se transforman mutuamente. Comprendiendo estas similitudes, podemos identificar las múltiples significaciones de Jin, Jiyan, Azadi en un contexto transnacional.
Las madres justicieras intentaron ocupar el espacio público a su manera durante estas protestas y especialmente en los funerales, mediante la ululación (Zılgıt), expresiones de alegría y danzas kurdas colectivas con las que convirtieron espacios no políticos dominados por hombres en espacios políticos de mujeres.
Las luchas de las madres en busca de justicia pronto cruzaron la frontera turca, extendiéndose aún más con la revolución en Rojava y en respuesta a los asesinatos de tres mujeres que eran miembros del PKK en París en 20138. La coincidencia de estos asesinatos con la participación de mujeres activistas en lo que se denomina la “Revolución de las Mujeres de Rojava” dio a las cuestiones de la mujer, como el feminicidio, más protagonismo en la política de todo el Kurdistán. Las YPJ (Unidades de Protección de la Mujer) emplearon cada vez más el lema “Jin, Jiyan, Azadi” en los entierros de las mujeres mártires que lucharon contra el Estado Islámico. En consecuencia, el lema se convirtió en un símbolo de lucha y sacrificio en el esfuerzo por construir una nueva sociedad centrada en la mujer. Más recientemente, este eslogan se ha convertido en un arma de resistencia contra cualquier forma de violencia; simboliza especialmente la celebración de la vida contra el asesinato cotidiano de mujeres debido a su género9.
Así pues, este lema es el fruto de más de cuatro décadas de lucha incesante contra todas las formas de autoritarismo, capitalismo, colonialismo, intervenciones extranjeras, gobiernos nacionalistas y cuasi coloniales, islam político, extremismo religioso y violencia sociopolítica sexual. Ahora, ha traspasado las fronteras locales, convirtiéndose en una fuente de inspiración no sólo para activistas de izquierdas que valoran las luchas revolucionarias de las mujeres, sino también para mujeres de diversas geografías que han vivido experiencias similares. En 2020, mujeres catalanas y españolas que habían viajado a Rojava publicaron un libro sobre el movimiento de mujeres en el Kurdistán, titulado “Mujer, Vida, Libertad” (Jin, Jiyan, Azadi).
Este lema ha tenido vida propia, encontrando nuevos significados en diferentes geografías. Por ejemplo, desde 2014 hasta ahora, durante las protestas del 8 de marzo en Francia, “Jin, Jiyan, Azadi” se ha escuchado en algunos bloques de izquierda; algunas feministas lo han ajustado a la nueva combinación “Mujeres, Lucha, Libertad” [Femmes, Lutte, Liberté] para hacerlo más inclusivo. Hicieron plural “mujer” para integrar una diversidad de orientaciones sexuales, y sustituyeron “vida” por “lucha” porque la palabra “vida” podía encerrar a las mujeres en papeles biológicos naturalistas, según algunas interpretaciones. Otros creen que este eslogan no basta para expresar las reivindicaciones de las mujeres, porque no identifica la opresión de clase.
En relación con el levantamiento de Jina en Irán, es vital reconocer las raíces de este eslogan desde una perspectiva feminista porque hace visibles a las mujeres del PKK que crearon el eslogan, mujeres que han sido marginadas como sujetos políticos por el aparato del nacionalismo tanto estatal como no estatal, así como por los rivales del PKK en el Kurdistán. Esto afirma sus luchas feministas y nos ayuda a desafiar la apropiación derechista de “Jina, Jiyan, Azadi” por parte de partidos kurdos y no kurdos. Hacer hincapié en las raíces de este lema también refleja la historia distinta de los hombres y las mujeres del PKK. Esta historia es ignorada por la mayoría de los rivales del PKK en Irán y el Kurdistán (especialmente por las instituciones y partidos masculinos), porque sólo buscan ganar competiciones políticas, no lograr la liberación de las mujeres y la igualdad de género.
Esta negación también dificulta la identificación de las similitudes entre las mujeres del PKK y otras mujeres kurdas y de Oriente Medio de la región, al margen del PKK como partido político. De hecho, la experiencia compartida de opresión patriarcal bajo gobiernos autoritarios y una sociedad patriarcal conecta al movimiento de mujeres kurdas de Bakur y Rojava y su lema “Jin, Jiyan, Azadi” con las luchas de otras mujeres de la región -hoy en Irán y mañana en otros países. Por eso hemos visto a mujeres de Bakur y Rojava llevar a cabo numerosas acciones de solidaridad con las mujeres de Irán en los últimos cinco meses.
Puede que Turquía no sea considerada autoritaria para muchos ciudadanos turcos, pero los kurdos siempre la han vivido como un Estado autoritario, donde incluso el uso de las palabras “kurdo” y “Kurdistán” o las letras que están en el alfabeto kurdo pero no en el turco (Q, W, X) se consideraban un delito desde principios del siglo XX hasta hace muy poco. Después de que el Estado turco militarizara Diyarbakır (considerada por muchos kurdos la capital de Turquía), el alcalde Cemal Gürsel declaró: “En este país no hay kurdos. A quien diga que es kurdo, le escupiré a la cara”. Esto muestra las similitudes entre la estructura autoritaria del Estado turco en la parte del Kurdistán gobernada por Turquía -un Estado que siempre ha expuesto al pueblo kurdo a la amenaza del genocidio y la masacre- y la despótica dictadura iraní. Estas similitudes se están haciendo más evidentes con el ascenso del Partido de la Justicia y el Desarrollo (Adalet ve Kalkınma Partisi) en Turquía y el intento de recodificar las cuestiones de género según las doctrinas islámicas.
Esto también ha dado lugar a similitudes entre las luchas en Turquía e Irán. La difusión del lema “Mujeres, vida y libertad” es tanto el producto de la inspiración transfronteriza como el resultado de las tradiciones políticas en Rojhilat (la parte del Kurdistán en Irán). La magnífica actuación de las mujeres kurdas el día del funeral de Jina en el Kurdistán (punto de partida del levantamiento revolucionario de 2022), en la que agitaron sus pañuelos y convirtieron el símbolo de la opresión estatal en una bandera de lucha feminista, fue el resultado de una larga historia de luchas, resistencia y organización política en Rojjilat.
Esto se ha transmitido de generación en generación a pesar de la brutal represión estatal. Desde la República del Kurdistán en Mahabad (1946) hasta la Revolución de 1979, desde la dinámica social de la sociedad kurda hasta las actividades de los partidos políticos con el lema “democracia para Irán y autonomía para el Kurdistán”, con la participación de consejos populares en algunos casos, esta tradición política ha establecido una especie de radicalismo en el Kurdistán, cuyo legado ha llegado hasta la juventud actual. Las semillas de estos colectivos y movimientos políticos, la mayoría de los cuales pertenecían a la izquierda, quedaron enterradas con el ascenso del movimiento contrarrevolucionario de las fuerzas islamistas en la revolución de 1979.
Estos movimientos fueron de los primeros en luchar contra el anuncio de la República Islámica del hiyab obligatorio en 1979, oponiéndose a las narrativas sexistas y nacionalistas en medio de los numerosos campos de opresión y explotación a los que se enfrentan las mujeres kurdas. En algunas ciudades del Kurdistán (Sanandaj, Marivan y Kermanshah), miles de mujeres se manifestaron con motivo del 8 de marzo para protestar contra el hiyab obligatorio en Irán. Al igual que sus hermanas de otras ciudades, corearon los mismos eslóganes que se escucharon durante el levantamiento de 2022: “No al hiyab obligatorio, no a la humillación, muerte a la dictadura”. Esto ha afianzado una tradición radical en torno al 8 de marzo en el Kurdistán iraní.
El vacío de poder provocado por la caída del régimen dictatorial de los Pahlavi también dio lugar a la formación de organizaciones de mujeres. En medio de la apertura de este espacio político, por primera vez en la historia de la lucha del pueblo kurdo, incluso antes del PKK, un grupo de mujeres revolucionarias del Kurdistán tomó las armas y se unió a las filas de la fuerza Peshmerga de Komala (1979-1991), un partido maoísta10. Durante y a causa de estas luchas, en 1979-1980 se crearon numerosas organizaciones de mujeres independientes y principalmente de izquierdas, como el Consejo de Mujeres (Kurdas) de Sanandaj, la Unión de Mujeres de Marivan y la Comunidad de Mujeres Activistas de Saqqez. A pesar de la represión, las activistas del Kurdistán, especialmente las socialistas, continuaron por este camino durante los años siguientes, luchando contra las desigualdades impuestas por razones de género, etnia y clase.
Ha llegado la hora
Mientras que durante las décadas de 1980 y 1990, los nacionalistas turcos (tanto en el gobierno como en los movimientos políticos) negaban la existencia de la cuestión kurda y los nacionalistas kurdos quitaban prioridad a las cuestiones de la mujer, el PKK hacía hincapié en la cuestión del género. En los años ochenta y noventa, estas organizaciones solían estar influidas por la ideología antiimperialista, que a veces reproducía una oposición al feminismo e impedía el avance de las actividades independientes de las mujeres. En aquella época, la mayoría de los movimientos de izquierda de Turquía creían que los esfuerzos por la liberación de la mujer debían abandonarse hasta la realización de la revolución de clases11.
En este contexto, el PKK rechazó la concepción convencional de la izquierda turca, que creía que “la cuestión de la mujer debía suspenderse hasta la victoria del socialismo” o que “los esfuerzos por la liberación de la mujer debían abandonarse hasta la realización de la revolución de clases”. La organización también rechazaba la idea de que el socialismo hubiera resuelto suficientemente los problemas de las mujeres en el pasado. Con ello, el PKK se distinguía tanto de la izquierda turca como de los nacionalistas kurdos. El PKK criticaba el patriarcado, especialmente la institución de la familia y el sistema de honor en el Kurdistán, al tiempo que acusaba a los izquierdistas turcos de hacer la vista gorda ante el colonialismo interno de Turquía contra los kurdos, que constituían el veinte por ciento de la población del país.
Desde finales de la década de 1980, las mujeres kurdas trabajaron por una política basada en el autogobierno de las mujeres dentro del PKK, que las distinguía de las corrientes dominantes del feminismo en Turquía y de los hombres dentro de otras organizaciones revolucionarias12. A partir de 1995, llevaron a cabo una lucha interseccional en la que la cuestión de las mujeres, la liberación del Kurdistán y la clase y la ecología adquirieron la misma importancia. Daban a entender que había llegado el momento de resolver la cuestión de la mujer durante la revolución, no después: deberíamos ser capaces de llevar a cabo una revolución social por la igualdad de género junto con una revolución política y una lucha armada para construir un Kurdistán socialista. En este sentido, se adelantaron mucho a su tiempo e instaron a una política progresista a todo el partido13.
La importancia de este enfoque interseccional queda más clara cuando comparamos al PKK con sus homólogos de izquierda, especialmente las organizaciones políticas que existen desde la década de 1990. Por ejemplo, en los movimientos de izquierda de Palestina, hasta hace poco, la cuestión de las mujeres siempre ha permanecido al margen. La campaña Tala’at (un movimiento feminista palestino) se puso en marcha en 2018, tras el llamado asesinato por “honor” de mujeres palestinas a manos de sus familias, con el objetivo de abordar la cuestión de la violencia contra las mujeres junto con la cuestión de la ocupación israelí de Palestina. Las mujeres palestinas salieron a la calle bajo el lema “No hay patria libre sin mujeres libres”, una consigna que ya se coreó hace tres décadas en la parte del Kurdistán gobernada por Turquía. Sin embargo, los hombres palestinos criticaron duramente a estas mujeres, afirmando que el principal problema en estos momentos es el colonialismo israelí y “no es el momento” de que las mujeres celebren protestas callejeras. Creían que las mujeres palestinas retratan una imagen “primitiva” de los hombres palestinos que proporciona justificaciones a la derecha israelí, cuando es el Estado israelí el que utiliza la violencia más brutal contra el pueblo palestino. Pero estas mujeres no vacilaron; hicieron hincapié en que la solución de los problemas de las mujeres no debe posponerse tras la liberación de las fuerzas colonialistas israelíes14.
Como mujeres kurdas, turcas, baluchis y árabes de Irán, nos hemos enfrentado a problemas similares durante muchos años. Siempre se ha dado prioridad a la lucha contra el opresivo gobierno central, como principal enemigo que ha militarizado nuestro lugar de residencia. Dado que el nacionalismo impulsado por el Estado ha puesto a las regiones marginadas del país en un estado de emergencia permanente, algunos activistas nacionalistas kurdos, turcos, árabes y baluchis nos han pedido que no demos a los nacionalistas y centralistas la oportunidad de aprovechar las protestas de las mujeres contra la violencia para tergiversar a los hombres. “Ahora no es el momento adecuado”, insinuaron. Después de la liberación, tendremos tiempo suficiente para abordar los problemas de las mujeres. Hay problemas supuestamente más urgentes que los que afrontan las mujeres, que pueden posponerse o abandonarse por completo.
Pero a las mujeres de Irán, como a las de muchos otros países, les ha quedado claro que las luchas contra el patriarcado y contra la opresión nacional y de clase deben llevarse a cabo simultáneamente. De lo contrario, tras la liberación de la nación y la realización de las revoluciones socialistas, las mujeres podrían ser enviadas a sus casas o apartadas del espacio público. Esta era una lección importante que las mujeres kurdas del Kurdistán Bakur habían aprendido de la historia de las luchas socialistas anteriores a ellas. Colocaron la libertad de las mujeres en su agenda política junto a la libertad del Kurdistán y la liberación del capitalismo. Como resultado, este movimiento produjo muchos eslóganes sobre la mujer y su importancia. Intentaron introducir la cuestión de la igualdad de género en la agenda del partido al tiempo que luchaban contra el nacionalismo patriarcal representado por el gobierno excluyente represivo y otorgaban un nuevo valor a las mujeres de clase baja15. Cambiaron lo que significaba ser mujer en el imaginario colectivo y obligaron a los partidos kurdos, tradicionalmente dominados por hombres, a dar más importancia al género.
Las mujeres no sólo participaron en el movimiento, sino que se convirtieron en sus pioneras. Fueron las portadoras de la vida libre en una situación en la que la represión del gobierno turco había convertido la vida cotidiana en una crisis permanente. En consecuencia, el eslogan “Jin, Jiyan, Azadi” implica sobre todo que “Ha llegado el momento” de conseguir hoy una vida mejor y más libre, de abordar los problemas de las mujeres, de no posponer la opresión de género dando prioridad a la opresión de clase o nacional.
“Jin, Jiyan, Azadi” es el resultado de la lucha de mujeres que han estado luchando en varios frentes al mismo tiempo. Con varias décadas de resistencia constante, han llevado a las mujeres de la sombra al escenario político del Kurdistán, han llevado la igualdad de género de un futuro desconocido al presente, y del espacio privado al discurso público. Aunque esto pueda parecer obvio a primera vista, no ha sido plenamente aceptado en el ámbito de la lucha, al menos en Irán. Dejando a un lado el enfoque derechista y sexista de la mujer en Irán, todavía hay muchos en la izquierda que piensan que abordar la opresión de género puede crear divisiones dentro de la clase trabajadora, que la opresión de género no es tan importante como la opresión de clase. Por supuesto, la clase y el género no existen independientemente el uno del otro, ya que el capitalismo se reproduce a través de las desigualdades de género, raciales y étnicas. Para muchos, sin embargo, la intersección entre ambas no es segura.
La conexión de la opresión nacional (étnica) con la opresión de género y de clase es aún más desafiante y ha creado más interrogantes. Los pueblos no persas de Irán han sido doblemente explotados y colonizados durante más de un siglo, viviendo bajo el dominio de un poderoso sistema de represión que no necesariamente actúa con la misma intensidad en las regiones “centrales” -como podemos ver cuando observamos el viernes sangriento en Zahedan y el sábado sangriento en Sanandaj en septiembre y octubre de 2022 y los asesinatos masivos de noviembre de 2018 en las zonas marginales del país16.
No podemos imaginar un futuro libre sin formular una comprensión política de cómo encajan entre sí todo tipo de opresiones. Mientras los activistas no sean capaces de abordar la opresión étnica y el derecho a la autodeterminación en Irán, contribuirán a que las minorías desconfíen de los progresistas en el núcleo urbano. Irónicamente, la mayoría de ellos se ven empujados hacia el “separatismo”, que históricamente nunca ha sido el deseo de los kurdos, el pueblo baluchi u otros grupos minoritarios, pues se dan cuenta de que no pueden esperar la aprobación y el reconocimiento del centro urbano, sino que deben transformar su vida social por sí mismos. Esta tendencia podría suponer un gran reto para el futuro de la política en Irán. Irónicamente, lo que más fuerza le da son quienes niegan la importancia de la autodeterminación, no las minorías étnicas (como alegan la propaganda de la República Islámica y la derecha iraní). Las minorías étnicas siempre han mostrado su deseo de unirse a los centros urbanos de acuerdo con las condiciones políticas legítimas. Durante el reciente levantamiento revolucionario, esto culminó en el canto de consignas en defensa de la unidad en las ciudades marginales del país, especialmente en Kurdistán y Baluchistán.
Durante años, los izquierdistas orientados hacia las “luchas obreras” han negado la importancia del feminismo y la necesidad de dar prioridad a la cuestión de género. Los nacionalistas kurdos también intentaron difundir el mito de que el patriarcado no existe en el Kurdistán y que, si hay algún tipo de violencia, tiene su origen sobre todo en la opresión del gobierno central colonialista. Incluso hace poco, durante el levantamiento de Jina, algunas activistas kurdas iraníes publicaron un vídeo en el que mujeres kurdas decían de diferentes maneras que “¡el hiyab no es un problema de las mujeres kurdas!”. Mientras tanto, cada día aparecen noticias de los conflictos de las mujeres kurdas con sus familias y la estructura patriarcal de la sociedad por cubrir sus cuerpos y controlar su sexualidad.
La amplia aceptación del lema “Jin, Jiyan, Azadi” demuestra la necesidad de esta forma de política interseccional en el Irán actual; representa una alternativa potencial a la República Islámica. En contraste directo con el régimen dominado por los hombres y represivo, que ha negado a varios grupos cualquier derecho -especialmente a las mujeres y a las personas queer, pero también a los organizadores sindicales, a los y las activistas étnicas y medioambientales y a otros grupos marginados- “Jin, Jiyan, Azadi” ofrece una alternativa unificadora que abarca opresiones plurales. Por esta misma razón, los nacionalistas sexistas y los reaccionarios, a menudo próximos a los monárquicos, intentan sustituirlo por otros lemas, incluidos lemas populistas y chovinistas como “Hombre, Patriota, Prosperidad”. Del mismo modo, durante las primeras semanas sangrientas del levantamiento de Jina, las fuerzas militares del Kurdistán borraron el lema “Mujer, vida, libertad” de los muros de las ciudades kurdas, escribiendo “Mujer, castidad, honor” u “Hombre, gloria, autoridad”, lo que demuestra lo asustado que está el régimen por el carácter feminista e interseccional del lema revolucionario.
En vista de las implicaciones políticas del lema, parece vital preservarlo en este momento histórico de Irán. Si cualquier otra forma de unidad no refleja su pluralismo, sólo podría ser una estrategia hipócrita y oportunista para obtener un poder homogeneizador y eliminacionista en el futuro de Irán.
Las mujeres y las minorías étnicas han recorrido un largo y difícil camino para conseguir que esta sociedad acepte que la opresión de género y étnica no es sólo “su problema”, sino una cuestión social que debe abordarse por el bien de todas las personas. Deshacerse de la opresión de clase exigirá abolir simultáneamente otras formas de opresión que han convertido a algunas personas en “minorías” (no necesariamente cuantitativas) y “periféricas” (no necesariamente geográficas). Al igual que para las mujeres del Kurdistán turco, “Jin, Jiyan, Azadi” implicaba que no había que quitar prioridad a las preocupaciones de las mujeres, la traducción de este eslogan al contexto iraní propone que no pospongamos abordar la opresión de género y étnica u otras formas de dominación hasta que caiga la República Islámica. Esta consigna puede ayudarnos a impedir que los reaccionarios se apropien de nuestros movimientos y los manipulen.
Para aumentar nuestra sensibilidad ante la supresión de las voces de las mujeres de etnias marginadas, podemos utilizar la versión kurda del lema “Jin, Jiyan, Azadi” incluso más que la persa, que todo el mundo ya entiende y repite. Se trata de una acción simbólica, pero en estos momentos críticos puede reforzar la unidad que necesitamos y sentar las bases para consolidar la confianza mutua.
La gente ha coreado eslóganes en farsi muchas veces en las regiones no persas del país; ahora es el momento de que las regiones centrales se muestren más abiertas a los eslóganes no persas. Del mismo modo, el empleo consciente de Jina, el nombre kurdo, en lugar de Mahsa (un nombre persa) hace visible la opresión estatal que nos ha privado de nuestra lengua materna en diversos ámbitos, incluidos los nombres que podemos dar a nuestros hijos. A esto se han enfrentado durante años los habitantes de las regiones no persas. No sólo Jina se convirtió en el nombre en clave del levantamiento revolucionario del pueblo iraní, sino que su nombre se convirtió en un código de resurrección a pesar del dominio de un nacionalismo iraní que ha criminalizado a las personas no persas hasta tal punto que incluso los nombres no persas se consideran una amenaza17.
Su familia la llamaba “Jina”. La lloraban con ese nombre. Su madre le escribía en espacios virtuales con ese nombre. En su lápida se lee “Jina Amini”. Sin embargo, la mayoría de los persas identifican a Jina como “Mahsa Amini”, y este último nombre se ha convertido en tendencia. No es casualidad. El nombre de Jina, al igual que su muerte, representa las opresiones simbólicas a las que se enfrentó como mujer no persa. Si consideramos que una de las tareas de los movimientos revolucionarios es poner de relieve y articular múltiples formas de opresión relacionadas internamente, el movimiento “Mujeres, Vida, Libertad” puede lograr la unidad reconociendo las diferencias ahora, no después. Esta es la única manera de construir una alternativa armoniosa pero inclusiva. Quienes luchan por la libertad, la igualdad y la justicia en Irán deben luchar en varios frentes al mismo tiempo, a diferencia de la oposición de derechas que ha eludido esta responsabilidad bajo el falso paraguas de “Ettehad” (“unidad”), poniendo en su programa una política excluyente.
1. Abdullah Öcalan, Guerra y paz en el Kurdistán (Iniciativa Internacional, 2012 [2008]).
2. Somayeh Rostampour, “Género, conocimiento local y militancia revolucionaria. Movilizaciones políticas y armadas de las mujeres kurdas en el PKK después de 1978”, tesis doctoral, septiembre de 2022, Universidad de París 8, Francia.
3. Ibid.
4. Abdullah Öcalan, Prison Writings: Las raíces de la civilización (Transmedia Publishing, 2007).
7. Por ejemplo, cuando Turquía ingresó en la Unión Europea en torno al año 2000 con la condición de conceder ciertos derechos políticos a las “minorías étnicas”, las mujeres aprovecharon la oportunidad, mientras que el PKK empezó a perseguir sus objetivos por medios distintos de la lucha armada, como la participación en elecciones parlamentarias y la extensión de su influencia política en movimientos civiles como los consejos.
8. Una de las tres mujeres asesinadas en París fue Sakine Cansız, una de las fundadoras del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, la figura femenina más importante en la historia del PKK. Pasó más de ocho años en cárceles turcas, donde le cortaron los pechos bajo tortura. Lea esto para obtener más información sobre Sakineh Jansez.
9. Por ejemplo, “Jin, Jiyan, Azadi” fue el lema principal en la batalla que las mujeres de Rojava libraron contra el Estado Islámico en Afrin (un cantón de Rojava, que ahora está ocupado por el Estado turco) de diciembre de 2017 a marzo de 2018. De 2018 a 2021, 83 mujeres fueron asesinadas, 200 mujeres fueron secuestradas y 70 mujeres fueron violadas en Afrin bajo la ocupación militar del gobierno expansionista turco.
10. Por la misma razón, tras iniciarse el levantamiento de Jina, la agencia gubernamental Fars news publicó un texto en su página web el 7 de octubre de 2022 titulado: “Hace 40 años, Komle cantaba ‘mujer, vida, libertad’, pero de otra manera”.
11. Para algunas organizaciones socialistas conocidas, como el MLKP (Partido Comunista Marxista Leninista), los debates sobre la lucha de las mujeres comenzaron a mediados de la década de 2000. Muchas otras organizaciones (por ejemplo, el DHKP-C o el TIKB) creían que no tenían problemas con el sexismo y, por tanto, no tenían necesidad de reflexionar sobre ello.
12. A pesar de la tendencia del PKK a plantear la cuestión de la igualdad de género, hasta casi 1995, este partido seguía teniendo una estructura dominada por los hombres; su líder era un hombre influyente, y la desigualdad de género se reproducía de diversas formas dentro del propio partido. Las mujeres de este partido, tras adquirir experiencia y aumentar su número desde principios de la década de 1990, llegaron a la conclusión de que su lucha no podía centrarse únicamente en la liberación del Kurdistán, porque aunque éste se liberara, ellas seguirían bajo el dominio de los hombres. En consecuencia, unieron sus fuerzas para crear organizaciones exclusivamente femeninas en las que pudieran fortalecerse y tomar decisiones de forma independiente para impulsar el autogobierno de las mujeres junto con el autogobierno del Kurdistán.
13. Si hoy en día el PKK es conocido por la importancia que ha dado a las cuestiones de género, eso se debe a las continuas actividades de las mujeres del partido, que comenzaron desde las guerrillas en Shakh (las montañas de Qandil) y siguieron en Shar (ciudades) por partidarias feministas y queer con un enfoque diferente.
14. Esta campaña fue un gran paso adelante. Continuó durante ocho meses, convirtiéndose en la base de una ola de protestas en los países árabes en 2019. Las participantes incluso hicieron un llamamiento transfronterizo a las mujeres palestinas de los campamentos de Líbano y otros países, pidiéndoles que se unieran a la campaña. En consecuencia, en 2018 asistimos por primera vez a manifestaciones de mujeres en estos campos, a las que se unieron mujeres inmigrantes no palestinas en algunos países. Las mujeres inmigrantes residentes en países occidentales que se unieron a la campaña tenían sentimientos contradictorios similares: temían que si hablaban de violencia doméstica de forma pública y colectiva, estarían dando una excusa a la derecha antiinmigrante de Occidente.
15. Aunque en teoría el PKK se ha distanciado del maoísmo, en la práctica siempre ha dado mucho espacio a las mujeres “corrientes”, sobre todo a las de clase baja. Por ejemplo, la alcaldesa de Mardin (Sürgücü), en el Kurdistán turco, que fue apoyada y elegida por un partido pro-PKK, era una mujer de cuarenta años que tenía ocho hijos y muy poca educación. Al mantener un contacto constante con las mujeres y con las diferentes clases, el PKK pudo convertir lo que hasta entonces se consideraba “excepcional” en un modelo común en el Kurdistán.
16. Rostampour, Somayeh. “Escisiones étnicas en el movimiento de protesta iraní”. Multitudes 83, nº 2 (2021): 112-119.
17. Aunque aún no está claro por qué la propia Jina (Mahsa) Amini tenía dos nombres, en general, muchas personas del Kurdistán tienen dos nombres: uno en farsi para utilizarlo en su partida de nacimiento y otro en kurdo para llamarse en su comunidad. Esto se debe a que algunos registradores se niegan a inscribir nombres kurdos, alegando que “este nombre no es iraní”; en otros casos, las familias prefieren nombres en farsi en los certificados de nacimiento, para que sus hijos no sean discriminados o humillados por su identidad kurda.
En portada: Clientes del Banco del Valle de Silicón esperan para retirar su dinero de la institución financiera que reportó la quiebra el pasado viernes 10 de marzo.
El pasado viernes (10), el Banco del Valle de Silicón de Estados Unidos (Silicon Valley Bank) sufrió un descalabro financiero que empujó inmediatamente a las autoridades a lanzar salvavidas para su rescate y evitar que impactará al resto de sus instancias financieras, ya que este banco formaba parte del Sistema de la Reserva Federal estadounidense.
Cuatro días antes de la quiebra, Silicon Valley Bank celebraba por quinta ocasión su inclusión en el ranking anual de los mejores bancos de Estados Unidos que publica la revista Forbes. Fue entonces que los festejos se convirtieron en tragedia financiera y el pánico de los ahorradores se encendió al no haber recibido una notificación previa, mientras el Departamento de Protección e Innovación Financiera de California (DFPI, por sus siglas en inglés), de conformidad con el artículo 592 del Código Financiero de California, tomó posesión del banco, alegando falta de liquidez e insolvencia.
Mientras tanto, se designó a la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés) como administrador judicial del banco en banca rota, quien aseguró que su papel es proteger a los depositantes asegurados, quienes tendrían pleno acceso a sus depósitos a más tardar este lunes 13 de marzo de 2023 por la mañana. No obstante, la mayoría de las bolsas de valores sufrieron pérdidas este lunes (13) por la incertidumbre que ya ha provocado esta quiebra y por la memoria fresca que dejó el crack financiero del 2007-2008.
Para rematar, Moody's Investors Service calificó a la baja la salud crediticia de First Republic Bank y otros cinco bancos prestamistas estadounidenses.
First Republic, con sede en San Francisco, cayó un 62% este mismo lunes, mientras que Western Alliance, con sede en Phoenix, se desplomó un 47%, una cifra sin precedentes. Comerica, con sede en Dallas, cayó un 28%.
Por otra parte, la incertidumbre de los depositantes no asegurados de Silicon Valley Bank va en escalada, ya que no correrán con suerte, solo se les emitirá un dividendo hasta dentro de la próxima semana por medio de un certificado de administración judicial por el importe restante de sus fondos no asegurados. Asumiendo que, a medida que la FDIC venda los activos de Silicon Valley Bank, se podrán efectuar futuros pagos.
Los vientos son turbulentos y soplan a contrapelo de la economía estadounidense, ya que Silicon Valley Bank es la primera entidad asegurada por la FDIC que quiebra este año, pero además es considerada la mayor entidad en quebrar desde el estallido de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos y el colapso del banco Lehman Brothers.
Cabe resaltar que en aquella ocasión también se tuvo que rescatar a corporaciones como: Bear Stearns, JP Morgan, Fannie Mae/Freddie Mac, American International Group, Citigroup y Bank of America.
Mientras, la última institución asegurada por la FDIC en cerrar fue Almena State Bank, ubicada en la ciudad de Almena, Kansas, el 23 de octubre de 2020. Esto ha provocado especulaciones de crisis más severas en Wall Street y con los depositantes de otros bancos, ya que podría provocar el retiro de sus fondos en escalada y esto provocaría un colapso del sistema financiero estadounidense que golpearía a las economías dependientes.
El senador Bernie Sanders declaró que este escenario es resultado de un absurdo proyecto de ley de desregulación bancaria implementado en 2018 y firmado por el expresidente estadounidense Donald Trump. “Durante el debate sobre la legislación dije: ¿Tan corta es nuestra memoria que no hemos aprendido nada del crack de Wall Street de 2008? ¿No hemos aprendido nada del desastre de Savings and Loan de principios de los noventa o del robo de Wells Fargo en los últimos dos años o de la deshonestidad de Equifax o del fraude contable de Enron y Arthur Anderson o del fracaso de Long-Term Capital Management o de los miles de millones de dólares en multas que institución financiera tras institución financiera ha pagado por actividades ilegales o engañosas?", cuestiona el Senador.
Para Sanders no es el momento de que las autoridades financieras tomen el dinero de los contribuyentes estadounidenses para entrar al rescate de Silicon Valley Bank. “Si hay un rescate de Silicon Valley Bank, debe ser 100 por ciento financiado por Wall Street y las grandes instituciones financieras. No podemos seguir por el camino de más socialismo para los ricos e individualismo a ultranza para todos los demás. Tengamos el valor de plantar cara a Wall Street, derogar la desastrosa ley de desregulación bancaria de 2018, acabar con los bancos demasiado grandes para quebrar y atender las necesidades de las familias trabajadoras, no las arriesgadas apuestas de los capitalistas buitre”, agregó el senador.
Por su parte, el teórico David Harvey, quien ha documentado profundamente la crisis del 2008, en un comentario en sus redes sociales, palabras más palabras menos, hace alusión de esta quiebra a lo que el economista Carlos Marx tipificó como “El capital ficticio”, con el cual funcionan las bolsas de valores al proyectar que ciertos activos financieros se materializarán en algún momento en capital real, es decir, producirá un valor y una ganancia en el futuro cuando sea invertido en la economía productiva.
La realidad es que hay una burbuja que esta a punto de reventar, porque este tipo de capitales no encuentran en términos reales donde realizar esa ganancia prometida y entonces se provocan las quiebras.
La crisis derivada del llamado “capital ficticio” es derivada del desarrollo del sistema crediticio y especulativo a través de títulos y valores imaginarios que no producen nada, solo representan imaginariamente un valor futuro.
“Vemos circular cantidades cada vez mayores de capital ficticio que aún no se han convertido de un estado imaginario a un estado real (...) Hasta que llega un punto en el que el capital ficticio se vuelve tan enorme que él mismo se convierta en la naturaleza del problema”, expresa Harvey.
El problema, es que ese capital ficticio está creando más capital que no tiene una base que lo respalde, y entonces, está llegando a un punto de colapso, que puede ser mucho peor que toda las crisis anteriores que han golpeado a EEUU.
En febrero, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, publicó en el Diario Oficial de la Federación un decreto que declara zona de reserva minera de litio la superficie de 234,855.1980 hectáreas, ubicada en los municipios de Arivechi, Bacadéhuachi, Huásabas, Divisadero, Granados, Sahuaripa y Nácori Chico, en el estado de Sonora. Las reservas mexicanas de litio serán otorgadas a la Secretaría de Energía (Sener).
El decreto está respaldado por la reforma a la Ley Minera, llevada a cabo en abril de 2022, que “reconoce que el litio es patrimonio de la Nación y su exploración, explotación, beneficio y aprovechamiento se reserva en favor del pueblo de México”.
López Obrador, en la ocasión de la firma del decreto, señaló que así como el presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940) recuperó el petróleo con la expropiación petrolera, “ahora lo que estamos haciendo, guardada las proporciones, es nacionalizar el litio”.
La exploración, explotación, beneficio y aprovechamiento del litio “quedan exclusivamente a cargo del Estado, y se llevarán a cabo por el organismo público descentralizado que determine el Ejecutivo Federal en términos de las disposiciones aplicables”.
Para eso se creó la empresa estatal,Litio para México (LitioMx), operada por la Secretaría de Energía. La paraestatal fue constituida formalmente en agosto de 2022 tras un decreto firmado por López Obrador.
A pesar del discurso manejado por el gobierno, sobre la nacionalización del litio en México, para Viviana Herrera, coordinadora del programa para América Latina de Mining Watch Canadá, “falta un análisis crítico” de este discurso. Según ella, se ha llamado nacionalización del litio “de forma errónea”.
Dicho discurso supone la necesidad de extraer litio como parte de una transición energética mundial y que este extractivismo integra un proyecto para fortalece la soberanía nacional, resume. “En realidad esta ola extractivista está dinamizada por una política neoliberal del T-MEC (Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá). Lo que avanza es un proyecto vinculado al capital privado de alto riesgo al erario público”, explica la coordinadora de Mining Watch quieng, juntamente con la Red Mexicana de Afectadas y Afectados por la Minería (REMA), publicó el informeExplotación de litio en México, ¿interés público oextractivismo transnacional?
De acuerdo al informe, lo que se ha difundido como “la nacionalización del litio” en México, son “modificaciones minúsculas a la ley” que no garantizan la plena propiedad estatal de las empresas que se conformen alrededor de la cadena de explotación y transformación del litio. “Muy por el contrario, busca legitimar y posibilitar la apertura a un modelo empresarial público-privado, en el que no se ha excluido la participación mayoritaria de empresas no sólo privadas, sino incluso extranjeras”.
La empresa pública LitioMx tendrá exclusividad en la administración de estas actividades, sin embargo, podrá asociarse con capitales, nacionales o extranjeros.
El Artículo 5 del decreto de agosto del 2022, garantiza que para “administrar y controlar las actividades necesarias para la producción, transformación y distribución de productos derivados del litio”, la empresa estatal “podrá asociarse con otras instituciones públicas y privadas”. Así, “lo que se instrumenta es un modelo idéntico al esquema neoliberal que en el sector de los hidrocarburos opera desde las reformas calderonistas de 2008”, sostienen las organizaciones en el informe.
El propio López Obrador, en ocasión de la creación de la empresa pública, sostuvo que la inversión privada será necesaria. “No nos alcanzaría para que fuese sólo pública, se requiere de bastante inversión”, dijo en su conferencia de prensa, en agosto de 2022.
Las organizaciones alertan que considerar el litio como un mineral de utilidad pública y estratégico, faculta al Estado a promover acciones impositivas para llevar a cabo estos proyectos.
Los proyectos que ya son prioritarios del gobierno, como el Tren Maya o el Corredor Interoceánico, “nos dan una idea muy clara de este tipo de acciones: la aceleración de los trámites para los permisos y las licencias necesarias, el ocultamiento de la información, la desinformación, la manipulación y la imposición para fabricar la aceptación social del proyecto; el linchamiento mediático y político de quienes se oponen a estos proyectos, la criminalización y uso de la fuerza pública, que se suma a la violencia que ya ocurre en los territorios con participación de crimen organizado en contubernio con diferentes niveles del Estado”.
Carros eléctricos para los EEUU
La nueva ola minera es promovida para sostener lo que llaman la transición energética, recalca Isabel Velázquez Quesada, integrante de la REMA y de GeoComunes. Es decir, las nuevas tecnologías necesarias para la transición energética demandan el aumento de la explotación minera.
“Bajo esta idea ha generado cierto consenso sobre una afirmación abrumadora: para salvar el mundo, entre 2011 y 2060, se quiere aumentar 111% la extracción de minerales, es decir, quieren salvar el mundo promoviendo, para ello, una de las actividades más violentas y dañinas como es la minería”, analiza Quesada.
En este escenario el litio saltó a la escena mundial y, en México, por el lugar que dicho mineral tiene en el proceso de producción de baterías. “Si bien se ocupa en las baterías de muchos aparatos que la industria electrónica produce, el sector que ha impulsado esta ola extractivista en torno a los depósitos de litio es la industria de los automóviles”, sostiene. La demanda global para el litio responde en un 80% al mercado para vehículos eléctricos. Es más, “es al calor de la expansión y acomodo geopolítico del sector automotriz en América del Norte que esta fiebre minera toca tierra en México”.
Mining Watch y REMA advierten que esta nueva ola extractivista está siendo dinamizada por el fortalecimiento de la industria automotriz estadounidense en su intento de posicionarse mejor frente al dominio de China en toda la cadena de valor para la fabricación de vehículos eléctricos, armonizando así la región con los nuevos requisitos de valor de contenido regional pactados en el T-MEC.
Con la entrada en vigencia del T-MEC, el 1 de julio de 2020 ,“se imprimió un significativo sello regional en la fabricación de automóviles a través de los estímulos para fomentar el uso de insumos procedentes dentro de la misma región”, dice el informe.
Así, para poder calificar un vehículo para la exportación libre de impuestos en el 2023 en la zona de libre comercio, 75% de sus componentes llamados esenciales tendrán que ser de origen norteamericano, lo cual incluye, entre otras partes, las baterías de litio.
Ante este cambio, la industria en los tres países se está ajustando para cumplir con este nuevo estándar. Con el dominio de países asiáticos en la producción de baterías de iones de litio, el T-MEC está impulsando para que se hagan nuevas inversiones en la extracción y procesamiento de litio y la fabricación de baterías dentro de los tres países que pertenece al T-MEC.
Proyectos
En un informe anterior, las organizaciones señalaron que existían 36 proyectos mineros de litio en manos de 10 empresas, todas de capital extranjero, pero que sólo tres de éstas tenían algún nivel de avance de sus proyectos.
El resto, eran proyectos de mera especulación financiera, útiles para el enriquecimiento de las llamadas empresas “juniors”, esto es, empresas de bajo capital enfocadas en las fases
de prospección y exploración.
El único proyecto de litio avanzado en el país es el proyecto Bacanora en el estado de Sonora, cuyo principal inversionista es la empresa china Ganfeng Lithium Co.
Las declaraciones públicas del presidente han indicado que es poco probable que se actúe para expropiar proyectos privados. En junio de 2022 declaró: “En el caso de los convenios que se otorgaron con anterioridad, se van a revisar para ver si fueron solicitados para explotar litio, no minerales en general [...] Si fueron solicitados para explotar litio y están en regla, y hay proyectos de exploración y de producción, se van a respetar”.
Las organizaciones llaman la atención hacia el hecho de que, según la información más reciente del Servicio Geológico Mexicano (SGM), la mayor parte de los depósitos económicamente viables de litio en México son en arcillas. “Un tipo de depósito que no tiene antecedente de explotación comercial, por lo que incrementa la incertidumbre sobre las implicaciones económicas y ambientales, a pesar de que podemos tener certeza que los impactos ambientales y a la salud de su explotación no distarían mucho de otros proyectos mineros”.
Agua
Las organizaciones también hicieron un estudio sobre la disponibilidad del agua en las regiones donde están los proyectos de litio. Encontraron que casi un cuarto de los proyectos de litio - sumando los privados y los sitios de prospección del SGM - está en zonas de riesgo hídrico extremadamente alto, principalmente los proyectos situados en Chihuahua y en la zona fronteriza entre San Luis Potosí y Zacatecas. Mientras que más de un tercio del conjunto de los proyectos se encuentran en zonas de riesgo hídrico alto.
Las comunidades afectadas por la minería y las organizaciones que “nos oponemos al modelo extractivo minero, queremos insistir en que, sin importar el origen de la empresa minera, la minería seguirá despojando a los pueblos de sus territorios y generando daños irreparables a los mismos, todo esto para extraer minerales que siguen fomentando un consumo absurdo que profundiza la polarización del mundo y que sólo abona a falsas soluciones que da el capitalismo a la crisis socioecológica y económica que vivimos”.